La palabra celtas aparece por primera vez en la Pehégesis del geógrafo e historiador griego Hecateo de Miletos, contemporáneo a las guerras Médicas, y el primero que en sus Historias o Genealogías trata de separar lo real, lo histórico, de la poesía y de los mitos. Los romanos, por su parte, abrazaron con el nombre de Galli (galos) a todos los pueblos de raza céltica que habitaban no solamente la Italia del Norte y la Alemania del Sur, sino los países entre el Rhin y los Alpes, los Pirineos y el Océano.
La mitología celta es conocida por una serie de relatos de la aparente religión de los celtas durante la edad de hierro. Al igual que otras culturas indoeuropeas durante este periodo, los primeros celtas mantuvieron una mitología politeísta y una estructura religiosa. Entre el pueblo celta en estrecho contacto con Roma, como los galos y los celtíberos, esta mitología no sobrevivió al imperio romano, debido a su subsecuente conversión al cristianismo y a la pérdida de sus idiomas originales, aunque irónicamente fue a través de fuentes romanas y cristianas, contemporáneas, que conocemos detalles sobre sus creencias.
En contraste, la comunidad celta que mantuvo sus identidades políticas o lingüísticas (tales como las tribus de escotos y bretones de las Islas Británicas) transmitió por lo menos vestigios remanentes de las mitologías de la edad de hierro, las cuales fueron registradas a menudo en forma escrita durante la Edad Media.
Aunque el mundo celta en su apogeo abarcara la mayor parte de Europa occidental y central, no estaba políticamente unificada, ni existía alguna fuente central sustancial de influencia cultural; por consiguiente, había mucha variación en las prácticas locales de la religión celta (aunque ciertos motivos, por ejemplo, la adoración al dios Lugh, parece haber difundido en todas partes del mundo Celta). Las inscripciones de más de trescientas deidades. Durante el período romano, muchas deidades celtas fueron identificados con dioses romanos. Sin embargo, de lo que ha llegado a nuestros días de la mitología celta, es posible distinguir las concordancias que insinúan un panteón más unificado de lo que a menudo se cree.
La naturaleza y las funciones de estos dioses antiguos pueden ser deducidas de sus nombres, de la localización de sus inscripciones, su iconografía, y de las deidades romanas con las que han sido comparadas.
En el mundo celta las funciones religiosas estaban separadas de la vida política; sin embargo, los druidas fueron los difusores de las ideas religiosas y filosóficas, lo que influyó en su preponderancia política. A pesar de ser un pensamiento filosófico mal conocido, la transmisión de sus enseñanazas se realizó de forma oral, ya que no dejaron ningún testimonio escrito con sus ideas. El druis-mo no se confundió con la religión, pero a cargo de los druidas estaban ciertas funciones religiosas, como la recogida de muérdago (símbolo del antiguo culto de las plantas) y los sacrificios humanos.
Sus funciones, además de las estrictamente religiosas, estaban delimitadas por el mundo de la brujería, la astrología o la medicina, a lo que debieron su gran influencia, además estaban exentos de ir a la guerra y actuaban como jueces. Había varias categorías: los druidas propiamente dichos, los adivinos y sacrificadores, y los bardos o poetas.
Su religión era fundamentalmente idealista, con las prohibiciones de representar figurativamente las imágenes de los dioses, o la construcción de templos. Sus miembros eran elegidos, sobre todo entre la nobleza, y obedecían a un gran sacerdote nombrado de por vida.
La presencia de los druidas se mantuvo durante varios siglos en el mundo celta. El primer lugar donde desaparecieron fue la Galia, erradicados por los romanos; sin embargo, en Bretaña y en Eire, no se acabó con la figura del druida hasta la implantación del cristianismo, manteniéndose los bardos hasta la alta edad media
Merlín es posiblemente el druida más famoso de la mitología celta.
Gracias a las leyendas artúricas y posteriormente a las adaptaciones al
cine todo el mundo ha oído hablar de personajes tan emblemáticos como Merlín, Arturo, Morgana, Lancelot, Ginebra y Perceval provenientes del folklore medieval. En sus historias se mezcla las leyendas de caballería, la búsqueda del Grial y los antiguos mitos celtas.
La historia de Arturo y de Merlín
se ancla en la antigua religión celta, que se extendía por Europa hace
más de tres milenios. Se han encontrado resto de esta civilización desde
el mar negro hasta Portugal. Un buen ejemplo de ello son las ciudades
de Trier (Tréveris) en la zona occidental de Alemania, de Salzburgo en
Austria y los restos de castros en Galicia, al norte de España. Hoy día
la cultura celta se asocia sobre todo a Irlanda y a las islas Británicas
debido en parte a las leyendas del ciclo artúrico y en el caso de
Irlanda al hecho de que no fuera conquistada por los romanos. Lo que se
puede afirmar es que fue una de las primeras civilizaciones de Europa y
que comenzaron a extenderse desde los primeros tiempos, es decir, desde
el Neolítico. Los romanos y griegos los describen como grandes y crueles
guerreros, que colgaban las cabezas de sus enemigos en las paredes de
sus casas; pero también se sabe que fueron comerciantes, artesanos y
agricultores, inventando la guadaña y creando piezas de orfebrería de
oro, cobre y plata, como puede verse, por ejemplo, en varios museos de
Galicia. Las famosas torques pertenecen a esta cultura y se cree que
eran un símbolo de la clase guerrera.
Los celtas eran grandes
artesanos y comerciantes, pero su organización social no constituía un
grupo homogéneo, como sí ocurría con la civilización romana. Estaban
organizados en confederaciones tribales vinculados por la religión. La religión celta
estaba asociada a la naturaleza, los árboles, manantiales y grutas. Por
ello muchos lugares que hoy día tiene alguna iglesia o monasterio, pero
que fueron sagrados en su tiempo también para los celtas, tienen una
cueva o un manantial. Éste es el caso de San Andrés de Teixido en
Galicia, en el que se encuentra una fuente con cualidades sanadoras
según la leyenda.
La clase sacerdotal eran los druidas que tenían un buen conocimiento tanto de los solsticios como de los equinoccios( se cree que el conjunto de Stonehenge en las Islas Británicas pudo ser un calendario que marcaba el solsticio de verano) como de las plantas medicinales. El término “druida”
tiene dos posibles sentidos etimológicos. Por un lado, se ha traducido
como “el hombre del roble”, lo que les vincularía a sus bosques sagrados
o, como se les denomina en gallego, los Lubres; pero, por otro lado, se
cree que puede significar “hombre sabio”. Los druidas no eran sólo los
sacerdotes y sanadores, sino que también se dedicaban a la enseñanza y
hostigaban al pueblo a revelarse contra los pueblos invasores. De ahí
que fueran perseguidos por los Romanos.
Los mitos y personajes propios de esta
cultura, las hadas, elfos y trolls, han llegado a nuestros días
mezclados con el cristianismo. La recopilación de sus costumbres y mitos
es complicada por dos motivos. El primero es que existía la norma por
parte de los druidas de no revelar los secretos de su conocimiento ni
escribirlos, lo que ha impedido que se tenga un conocimiento directo de
esta cultura. Los druidas consideraban la escritura una práctica
decadente que embotaba la memoria. El segundo motivo que se puede
destacar es la facilidad con que las leyendas de origen celta se
adaptaron al cristianismo y como resurgieron en la época medieval.
Merlín es el más famoso de los sacerdotes celtas y su vida se mezcla con personajes como Úter Pendragón y Arturo. Según la obra de Geoffrey de Monmouth Merlín es hijo de una de las hijas del rey de Demecia, y un incubo, un demonio que puede tomar forma humana y cohabitar con mujeres. A pesar de su origen Merlín se dedicará a sanar a la gente y ayudará a varios reyes de Britania.
La historia más conocida sobre este mago es la que le vincula al nacimiento de Arturo. Personajes como Arturo en las Islas Británicas, Pelayo en España y Beowulf
en las tierras germánicas se encuentran a mitad de camino entre la
realidad y la ficción y sirven en muchas ocasiones de elemento de
cohesionador de una nación. Se basan en la necesidad de las naciones de
buscar un proyecto común y justificar sus orígenes haciendo referencia a
un pasado glorioso. Arturo juega este papel para los Britanos, es el rey que unifica al país y expulsa definitivamente a los sajones.
En la historia de Arturo
se pueden ver los rasgos propios del héroe medieval como es el
nacimiento ilegitimo, la crianza fuera del ámbito familiar y el
reconocimiento de sus hazañas y origen. La historia de su alumbramiento
comienza con la celebración de una batalla. Úter Pendragón había ganado varias contiendas frente a los sajones y había vengado a su padre y a su hermano matando a Vortegirn, el asesino de ambos. Pero en la celebración de la victoria Úter se enamoró de Igerna, la esposa de Gorlois duque de Cornubia, y se vió arrastrado por una pasión que amenaza con consumirlo. Gorlois
al darse cuenta de esto huye con su esposa y se refugia en su fortaleza
de Tintagel, que es inexpugnable. Sin embargo, él decide salir y
presentar batalla a Úter Pendragón, sabiendo que nadie puede acceder al castillo donde deja a su mujer. Pero se olvida de Merlín, el mago que acompaña a su rey. El druida cambia la forma de Úter, de su ayudante Ulfin y de sí mismo por la Gorlois y los dos camaradas más cercanos de éste. De esta forma Úter puede pasar la noche con Igerna sin que nadie sospeche nada. Hay leyendas que cuenta que Merlín pidió a cambio de esto que le fuera entregado el niño que nacería de aquella unión. Este niño es Arturo, que portará la legendaria espada Escalibur y será el mayor rey de Britania. Poco después de aquella noche muere en batalla Gorlois y Úter se casa con Igerna.
Uno de los pasajes que se suele destacar en la historia de Merlin
son sus profecías, en ellas se relata la lucha entre dos dragones uno
rojo y otro blanco. El dragón blanco representa a los sajones, que
habían desolado Britania gracias a la ayuda de Vortegirn. En un principio la batalla entre ambas bestias se decide en favor del dragón blanco. Pero, según la profecía de Merlín,
el dragón rojo se alzará de nuevo y expulsará a los sajones de sus
tierras guiados por el jabalí de Cornubia, que no es otro que Arturo.
Éste no sólo vencerá a los sajones, sino que además tomará la Galia y
llevará la batalla hasta los hijos de Romulo. Las profecías vaticina
también la caída de los britanos a manos de los sajones y toda la
historia posterior a la muerte de Arturo.
Otro personaje asociado a Merlín es el de Morgana, hermanastra o hermana de Arturo (dependiendo de la leyenda) y aprendiza de Merlín. Morgana está asociada como Merlín a la religión celta y se dice que ayudó a llevar el cuerpo de su hermano, Arturo,
a Avalón después de la batalla contra Morderd. Es en Avalón, la mítica
isla de los celtas, donde descansa el mayor rey de Britania hasta que se
curé de sus heridas.
La muerte de Merlín como la de Arturo está rodeada de misterio. Algunos mitos cuentan que la Dama del Lago,
conocida a veces como Viviana o como Nimue, consiguió encantarle y
dejarle preso en un árbol o en una piedra. Su tumba se halla en uno de
los enclaves celtas más conocidos de la Bretaña francesa, en
Brocéliande, el bosque prodigioso del mago Merlín y en donde se fijó también una de las cortes de los caballeros de la Tabla Redonda,
símbolo celta del Sol.
Allí descansa el mayor de los druidas de aquella mitología que aún hoy sobrevive en el inconsciente colectivo de Europa.
Allí descansa el mayor de los druidas de aquella mitología que aún hoy sobrevive en el inconsciente colectivo de Europa.
Mito Celta de la creación
En el principio, Dios pronunció Su Nombre, y el Manred (la primera sustancia del Universo) fue formado. El Manred era un conglomerado de diminutas partículas indivisibles, cada una de las cuales eran Dios y a la vez parte de Dios. La vida surgió de Annwn (la nada). Fue Partholan el primer ser en llegar a Irlanda. Llegó con su Reina Dalny y un grupo de compañeros. Vinieron del Oeste, de la tierra de los muertos. Poco tiempo después de haberse instalado en esta tierra, tuvieron que luchar contra la temible raza de los Fomorianos: seres crueles, violentos, deformes y malignos. Los vencieron después de largas luchas. Los Partholeanos desaparecerían tiempo después, a causa de la gran peste. Los Fomorianos retomaron el poder en Irlanda y bajo el mando de sus dos reyes: Morc y Connan, tenían totalmente tiranizada la tierra de Partholan. Fue entonces que llegaron los nemedios, parientes de la raza de Partholan. Estos dieron una fuerte lucha, pero al final salieron derrotados por los fomorianos. Solo treinta nemedios sobrevivieron a la cruenta guerra. Se dice que de estos treinta había una familia que se llamaba Britan, y se debe a ésta el nombre actual de Gran Bretaña. Tiempo después apareció el gran pueblo de Dana. Ellos vinieron del cielo, pues su origen era divino. Dana era hija del jefe de los dioses Dagda. Los danaanos se esparcieron por cuatro grandes ciudades: Falias, Gorias, Finias y Murias. En cada ciudad adquirieron conocimientos propios de cada región. De Falias trajeron la Piedra del Destino, la cual se ponían los reyes al ser coronados. De Gorias se trajeron la Espada Invencible de Lugh. De Finias trajeron una lanza mágica y de Murias el Caldero de los Dagda, el cual tenía la propiedad de poder alimentar a todo un ejército y no quedar nunca vacío. Fue con todas estas posesiones que llegaron a Irlanda. Al llegar se encontraron con los Firbolgs (seres mortales). Estos no aceptaron ningún tipo de tratado sobre división de tierras, así que declararon la guerra a los danaanos. Se enfrentaron en Moytura. Al mando de los danaanos estaba Nuada, el de la mano de plata, quien no podía ser rey debido a su defecto de la mano. La victoria fue de los danaanos gracias, entre otras cosas, a sus artes mágicas. Sucedió entonces que el pueblo quería a Nuada como rey a pesar de su defecto. El monarca actual: Bres, tuvo que ceder su corona. Poco después Bres se enteró que era pariente directo de la corte de los fomorianos (enemigos de los danaanos). Así que traicionando a su gente, buscó el apoyo de Balor, rey de los fomorianos, para conquistar al pueblo de Dana. Balor era conocido como el Ojo Diabólico, pues tenía un solo ojo y con la sola mirada de éste podía matar a quien quisiera. Pero, por cuestiones de vejez, no podía mantener el ojo abierto mucho tiempo. El pueblo de Dana cayó entonces bajo el yugo de los fomorianos por un largo tiempo. Los danaanos esperaban con ansia la llegada de un Salvador que los libertarade la tiranía en que vivían. Este Salvador llegó por fin con el nombre de Lugh, hijo de Kian y nieto de Balor. Fue gracias a Lugh que los danaanos se enfrentaron a los fomorianos en una gran batalla y terminaron derrotándolos. En esta batalla perdieron la vida Nuada, el de la Mano de Plata y Balor, el del Ojo Diabólico. Para matar a Balor, Lugh tuvo que esperar a que el gran ojo se cerrara para lanzarle una piedra que se incrustó en su cerebro.
http://www.detectivesdelahistoria.es/merlin-el-ultimo-druida-2/
https://aminoapps.com/c/brujeriacosmicista/page/blog/mitologia-celta/83Jq_RkSmujBp21Pw13RVVRXr80Y7D40Vn#:~:text=La%20palabra%20celtas%20aparece%20por,poes%C3%ADa%20y%20de%20los%20mitos.
https://www.celtica.es/quien-era-lailoken-el-druida-real-que-dio-lugar-a-la-leyenda-de-merlin/
https://es.wikipedia.org/wiki/Mitolog%C3%ADa_celta
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