SANTIAGO RUSIÑOL
Santiago
Rusiñol intelectual español
conocido no sólo por sus magníficas obras de arte
sino también por sus escritos y la participación en
los círculos modernistas más punteros de finales del
siglo XIX quienes encontraron un gran eco en la Barcelona del momento,
animados por las expectativas que Cataluña presentaba tanto
en el ámbito económico como en el cultural y el social
Así es
el panorama donde comienzan a despuntar los primeros modernistas
que lejos de presentar unos rasgos comunes, son tremendamente heterogéneos,
hecho que nos impide trazar unas líneas comunes pero que
guarda bajo sus faldas a artistas muy distintos. Ese es el caso
de Rusiñol cuyas obras encuentran elementos o influencias
impresionistas, prerrafaelistas e incluso simbolistas.
Respecto al estilo de Santiago Rusiñol podría hablarse de una primera etapa de naturalismo rural por la influencia de Vayreda y Alsina que introducen en Cataluña el realismo francés.
En París se inicia una de las etapas más importantes de su actividad pictórica; en la Academia de Dibujo de la Palette entra en contacto con el simbolismo a
través de sus profesores Eugène Carrière y Puvis de Chavanne y entre
1892 y 1894 se convierte en el principal responsable de la introducción
del simbolismo tanto estetizante, como decadente.
Es difícil adjudicar claramente al
artista las distintas influencias francesas. Su visión del París de
aquella época es muy personal. Plasmó la soledad de los jardines y
patios en invierno, más que la alegría de los bailes y fiestas del Moulin de la Galette en primavera o verano. La pintura de Rusiñol es la de un poeta que transmite su mundo interior, su estado de ánimo.
Su pintura continúa siendo realista
pero cada vez más expresiva; su paleta se aclara, abandona el negro. La
figura humana gana protagonismo. Logra un efecto de poca profundidad
con líneas diagonales y abandona la perspectiva europea. Utiliza la
técnica fotográfica, creando la impresión de realidad y a la vez de
fugacidad cortando cualquier objeto o figura, incluso si fueran el
motivo principal.
Alternará entre París y Sitges y sus telas variarán; París quedará dentro de la órbita impresionista pues, aunque Rusiñol captara su concepto, su pintura nunca fue impresionista y Sitges será para él la sede del modernismo.
Algunas de sus obras más significativas son:
Carretera de octoño 1888
En Carretera de otoño
ha elegido un momento del día con una luz especial, con cierto
misterio. Se está aproximando a una visión de la vida que le conducirá
al simbolismo que se reflejará en su pintura y, sobre todo, en sus escritos.
Fuente de San Rot,Olot 1888
Aficionado excursionista, realiza paisajes muy personales, caminos o carreteras con amplias perspectivas y una forma aún rígida.
En sus inicios se puede observar una paleta "sucia", propia de la época.
La composición está ordenada simetricamente; ha centrado el tema principal y utiliza una perspectiva de punto de fuga central.
En ambas obras aparece una figura femenina -una campesina, asomada al muro paralelo al camino y una dama vestida de negro-pero no les da protagonismo; en este periodo se sirve de las figuras para dar medida de las proporciones. El protagonismo lo tiene la carretera solitaria flanqueada por árboles.
En sus inicios se puede observar una paleta "sucia", propia de la época.
La composición está ordenada simetricamente; ha centrado el tema principal y utiliza una perspectiva de punto de fuga central.
En ambas obras aparece una figura femenina -una campesina, asomada al muro paralelo al camino y una dama vestida de negro-pero no les da protagonismo; en este periodo se sirve de las figuras para dar medida de las proporciones. El protagonismo lo tiene la carretera solitaria flanqueada por árboles.
Rusiñol retrata a su amigo Ramón Casas vestido de ciclista; ambos compartían una afición por las bicicletas.
Resulta de una gran modernidad que la bicicleta, que comparte protagonismo junto al retratado, aparezca fragmentada como si fuera una instantánea fotográfica.
La obra fue muy criticada por mostrar un ambiente descuidado, un muro resquebrajado, naranjas caídas por el suelo, vegetación abandonada...
Es uno de los pocos retratos de Santiago Rusiñol y, a pesar de que no dedicó mucho tiempo a este género, sus retratos se podrían incluir entre sus obras maestras.
Resulta de una gran modernidad que la bicicleta, que comparte protagonismo junto al retratado, aparezca fragmentada como si fuera una instantánea fotográfica.
La obra fue muy criticada por mostrar un ambiente descuidado, un muro resquebrajado, naranjas caídas por el suelo, vegetación abandonada...
Es uno de los pocos retratos de Santiago Rusiñol y, a pesar de que no dedicó mucho tiempo a este género, sus retratos se podrían incluir entre sus obras maestras.
¡Y tantos
años, y tan sin darse cuenta, ni casi saber que vivían! Se volvían
viejas, más viejas, con la inocencia serena de quien espera la puesta de
sol. (Santiago Rusiñol, El poble gris, Barcelona, L'Avenc, 1902).
Interior de una fábrica con mujeres trabajando en telares. Santiago
Rusiñol realiza varias obras relacionadas con el tema laboral. No hay
reivindicación social sino más bien interés por aspectos de la vida
cotidiana
El retrato del compositor ha quedado
descentrado al fondo de la habitación. Rusiñol abandona el punto de fuga
central, propio de la pintura europea, y consigue poca profundidad a
base de líneas diagonales. Utiliza un encuadre al modo fotográfico y no
duda en cortar objetos y figuras para dar impresión de realidad y
fugacidad.
Pati blau,1891-92
Es el primero de una serie de
patios azules de las casas de Sitges, localidad donde Santiago Rusiñol
se ha instalado en el verano de 1892.
El descubrimiento de Sitges supone un gran cambio en el tratamiento de la luz y el colorido de su paleta.
El gris de París es sustituido por el azul del mediterráneo. Los temas seguirán siendo los mismos pero con un colorido más brillante; los patios ahora son luminosos, con flores, y son bien acogidos por la crítica del momento.
El descubrimiento de Sitges supone un gran cambio en el tratamiento de la luz y el colorido de su paleta.
El gris de París es sustituido por el azul del mediterráneo. Los temas seguirán siendo los mismos pero con un colorido más brillante; los patios ahora son luminosos, con flores, y son bien acogidos por la crítica del momento.
El pati blau (El patio azul) es un capítulo de Fulls de la vida así como el título de una obra de teatro.
Una niña enferma recostada en una butaca blanca y otra niña, enlutada y arrodillada a sus pies, la conforta.
La mujer enferma es un tema recurrente en muchos pintores de fin de siglo y también en escritores como Azorín o Valle-Inclán.
Por diferentes motivos se acude a esta temática: un renacer romántico por la belleza herida por el dolor, una atracción por la mujer enferma que esconde un profundo erotismo, una cierta atracción morbosa. Los simbolistas consideraban que la enfermedad conducía al misterio del más allá y parecía la puerta de una vida intensa y desconocida. En la presentación de las figuras de perfil se puede encontrar cierta influencia del pintor Whistler al que Rusiñol admiraba.
Por diferentes motivos se acude a esta temática: un renacer romántico por la belleza herida por el dolor, una atracción por la mujer enferma que esconde un profundo erotismo, una cierta atracción morbosa. Los simbolistas consideraban que la enfermedad conducía al misterio del más allá y parecía la puerta de una vida intensa y desconocida. En la presentación de las figuras de perfil se puede encontrar cierta influencia del pintor Whistler al que Rusiñol admiraba.
Obra representativa de un impresionismo
gris y comedido en consonancia con los pintores nórdicos. Rusiñol pinta
vistas urbanas, cotidianas, de luz grisácea, aparentemente anodinas en
las que sí se pueden encontrar referencias al cielo del París de Degás y a los grises del americano Whistler.
"Todo es paz y reposo en aquel poético sitio" diría el propio Rusiñol refiriéndose a un lugar cercano en contraste con la imagen vital del personaje público y escritor.
"Todo es paz y reposo en aquel poético sitio" diría el propio Rusiñol refiriéndose a un lugar cercano en contraste con la imagen vital del personaje público y escritor.
Visión simbolista de una mujer que sufre los efectos de la droga.
El
contraste entre la luz del primer plano y la penumbra del fondo y el
tratamiento de los colores blanco, amarillo y negro consiguen esa
atmósfera especial.
Rusiñol, adicto durante años a la morfina, droga ampliamente extendida a fines del XIX, especialmente en la alta sociedad, logra describir con realismo e intensidad emocional la escena. La mano de la joven aparece todavía en tensión, agarrando dramáticamente la sábana, pero su rostro delata que el alcaloide ha empezado ya a hacer efecto y se muestra plácidamente relajado.
Rusiñol, adicto durante años a la morfina, droga ampliamente extendida a fines del XIX, especialmente en la alta sociedad, logra describir con realismo e intensidad emocional la escena. La mano de la joven aparece todavía en tensión, agarrando dramáticamente la sábana, pero su rostro delata que el alcaloide ha empezado ya a hacer efecto y se muestra plácidamente relajado.
El artista, que había abandonado a su hija María recién nacida, se reencuentra con ella en la segunda exposición Rusiñol, Casas y Clarasó, en la sala Parés de Barcelona,
celebrada el año 1891. María, con cuatro años, no conocía a su padre y a
partir de este momento ya nunca más perderán el contacto. La familia se
reuniría para siempre unos años después.
El mundo infantil empieza entonces a estar presente en la obra pictórica y literaria del artista, con una ternura impregnada de tristeza y melancolía.
En esta obra, la niña, con siete años, aparece desdibujada al fondo pero plenamente integrada en la escena. En el centro está el surtidor gótico que Santiago Rusiñol había comprado recientemente y había instalado en la sala del mirador del Cau Ferrat. Cosas muy preciadas para el artista aparecerían representadas con extaordinaria sensibilidad.
El mundo infantil empieza entonces a estar presente en la obra pictórica y literaria del artista, con una ternura impregnada de tristeza y melancolía.
En esta obra, la niña, con siete años, aparece desdibujada al fondo pero plenamente integrada en la escena. En el centro está el surtidor gótico que Santiago Rusiñol había comprado recientemente y había instalado en la sala del mirador del Cau Ferrat. Cosas muy preciadas para el artista aparecerían representadas con extaordinaria sensibilidad.
Plafón de forma ojival pintado para decorar la sala gótica del Cau Ferrat.
A
la vuelta de su estancia en Florencia, la impresión que le dejaron los
primitivos italianos se reflejará en su pintura de carácter simbolista
que representa un cambio estlístico.
Obra muy representativa
de la última época. El color blanco destaca entre los diferentes verdes
de los árboles y aparecen pequeñas notas de color rojo en las flores con
un gran sentido decorativo.
El artista durante los últimos años vuelve al tema tan preciado en los inicios de su carrera: el paisaje. La Glorieta está en La Casa del Labrador, en los jardines de Aranjuez y fue pintada en diferentes ocasiones por Rusiñol.
Algunos han criticado un cierto amaneramiento debido a la repetición temática pero no se puede dudar de cómo su fuerte personalidad popularizó su lenguaje plástico.
Algunos han criticado un cierto amaneramiento debido a la repetición temática pero no se puede dudar de cómo su fuerte personalidad popularizó su lenguaje plástico.
"...Allí, en Aranjuez y en La Granja, los plantaron tan solemnes y grandiosos en tiempos de los Carlos y los Felipes que hasta Velazquez se dignó a recogerlos". (Santiago Rusiñol. Jardins d'Espanya, Barcelona, Thomas, 1903).
...Y llega un momento en que aquella flor cae sobre la hierba que verdea, y la hierba, que no tenía flores, echa mano de las del almendro, y hasta en el suelo hace de alfombra. (Santiago Rusiñol. La Florida).
La obra fue presentada en la Sala Parés de Barcelona, en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid , en la Royal Academy de Londres y finalmente en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Barcelona donde por fin obtuvo una Medalla de Oro.
Santiago Rusiñol empieza a escribir a los veinte años.
Sus primeros escritos son descripciones de la naturaleza y del género epistolar -en especial las cartas que enviaba a su futura esposa Lluïsa Denís-. Estos textos le sirvieron para experimentar con el lenguaje a la vez que ya empiezan a manifestar un cierto aire caricaturesco y, aunque no se escriben para ser publicados, salen, en ocasiones, a la luz escritos en castellano en el periódico La Vanguardia y revelan las actitudes extremadamente críticas e irónicas de Rusiñol.
Sus primeros escritos son descripciones de la naturaleza y del género epistolar -en especial las cartas que enviaba a su futura esposa Lluïsa Denís-. Estos textos le sirvieron para experimentar con el lenguaje a la vez que ya empiezan a manifestar un cierto aire caricaturesco y, aunque no se escriben para ser publicados, salen, en ocasiones, a la luz escritos en castellano en el periódico La Vanguardia y revelan las actitudes extremadamente críticas e irónicas de Rusiñol.
Posteriormente, durante su estancia en París, enviaría al mismo diario las Cartas desde el Molino en las que retrata la vida bohémia en el barrio de Montmarte donde él vivía en el propio Moulin de la Galette. Este género, en forma de cartas al director y criticas literárias, se recoge en Impresiones de arte , también en castellano, donde incluye Desde una isla Desde otra isla y Desde Andalucia .
Su creación literária, siempre en catalán, se manifiesta
especialmente a partir de la traducción que hace de algunas obras de
Baudelaire que influirán en sus primeros libros: Anant pel món libro de recuerdos (su primera obra importante en catalán), Oracions poemas en prosa, Fulls de la vida , y Cigales i formigues , emparentados con el simbolismo francés.
Para defender el modernismo frente al novecentismo utilizó el seudónimo de Xarau en sus escritos en la revista L'Esquella de la Torratxa.
En 1890 estrena su primera obra escénica: el monólogo L'home del orgue. Siguieron L'alegría que passa, El jardí abandonat, Llibertat, obra esta última traducida por Jacinto Benavente y representada en Madrid.
Sus obras dramáticas son representativas de la evolución del teatro modernista: L'alegria que passa y Cigales i formigues , de carácter alegórico, presentan la dicotomía entre el artista,
entregado a la búsqueda del ideal de belleza, y una sociedad sólo
ocupada en los bienes materiales.
Emprende una perspectiva social y la crítica de la política en Llibertat , para reconocer la incapacidad del arte como instrumento transformador del mundo. La evolución del modelo de artista mesiánico, crítico e irreductible preconizado en sus comienzos, cede a la solución pactista en la novela L'auca del senyor Esteve (Las aleluyas del señor Esteve), su obra más popular adaptada al teatro en 1917, donde caricaturiza al paterfamilias de una pequeña tienda de comercio enfrentado al hijo que quiere ser artista.
En pleno hundimiento del modernismo, da otra vuelta de tuerca al proceso en La casa de l'art , que acusa recibo de la derrota del arte a manos del mundo cotidiano.
Emprende una perspectiva social y la crítica de la política en Llibertat , para reconocer la incapacidad del arte como instrumento transformador del mundo. La evolución del modelo de artista mesiánico, crítico e irreductible preconizado en sus comienzos, cede a la solución pactista en la novela L'auca del senyor Esteve (Las aleluyas del señor Esteve), su obra más popular adaptada al teatro en 1917, donde caricaturiza al paterfamilias de una pequeña tienda de comercio enfrentado al hijo que quiere ser artista.
En pleno hundimiento del modernismo, da otra vuelta de tuerca al proceso en La casa de l'art , que acusa recibo de la derrota del arte a manos del mundo cotidiano.
Otros títulos de su producción teatral son Els jocs florals de Canprosa , sátira contra los certámenes literarios, que habían entrado ya en un período de decadencia; El místic, contra el falso espíritu religioso sin caridad, de tema inspirado en la tragedia de los últimos años de Jacint Verdaguer; L' hèroe , obra antimilitarista, estrenada pocos años después de los
desastres coloniales y que fue prohibida a la segunda representación; La fea.
que presenta el caso de la mujer fea que se lanza a la acción
revolucionaria como evasión ante sus fracasos amorosos; , símbolo del
aislamiento de un mundo caduco, el de la aristocracia; La mare , exaltación del amor maternal, único sincero y desinteresado; El pueblo gris, El català de la Manxa, La isla de la calma, La "niña gorda", El Josepet de Sant Celoni, El Jardí abandonat, símbolo de aislamiento de un mundo caduco, el de la aristocracia.
Al entrar en un jardín
abandonado, el aroma de ruinas que se respira, de frescura marchita, de
flor deshojada, de hiedra y de mirto, hacen disfrutar al espíritu de una
obra de arte envejecida y poetizada...
http://www.modernismo98y14.com/seleccion-de-obras-rusinol.html.
Frases Celebres de: Santiago Rusiñol i Prats
ResponderEliminar“ El juego es altamente moral. Sirve para arruinar a los idiotas. ”
“ Déjenme vivir ilusionado, que para lo que dura la vida, más vale engañarnos seriamente y no andar en controversias. ”
“ Cuando un hombre cae y los otros no ríen, mala señal para el que ha caído. ”
compartir y detalles »
“ El hombre que se enamora de una mujer que tiene más años que él es un arqueólogo. ”
“ Al que inventó el alcohol sería cosa de levantarle un monumento. A los tristes los vuelve alegres y a los malos, [...] ”
http://www.omarmacias.com/frases-celebres/quote/author/santiago-rusinol-i-prats