Algunas
personas son responsables por su desidia,otras por sus acciones.
En 1846 Juan María Mastai-Ferretti ocupó el cargo como Papa Pío IX e inició el hasta ahora, pontificado más largo de la historia. Enmarcado en una época signada por las reacciones revolucionarias contra los regímenes absolutistas, Pío IX suele ser caracterizado por sus biógrafos como un “liberal”, sobre todo debido a sus primeras acciones políticas como Papa. Estas incluyeron una amnistía a los presos políticos y la creación de una cámara deliberante, La Consulta. Sin embargo la amnistía le otorgaba un renovado oxígeno político, ante la efervescencia de “il Risorgimento” y los miembros de La Consulta eran tan populares que surgían del voto (muy) calificado.
En 1846 Juan María Mastai-Ferretti ocupó el cargo como Papa Pío IX e inició el hasta ahora, pontificado más largo de la historia. Enmarcado en una época signada por las reacciones revolucionarias contra los regímenes absolutistas, Pío IX suele ser caracterizado por sus biógrafos como un “liberal”, sobre todo debido a sus primeras acciones políticas como Papa. Estas incluyeron una amnistía a los presos políticos y la creación de una cámara deliberante, La Consulta. Sin embargo la amnistía le otorgaba un renovado oxígeno político, ante la efervescencia de “il Risorgimento” y los miembros de La Consulta eran tan populares que surgían del voto (muy) calificado.
En ese entonces, la Iglesia Católica dominaba los Estados Pontificios, que laceraban territorialmente a la península itálica en dos.
Al sur, el borbónico Reino de las Dos Sicilias, uno de los más ricos y
prósperos de entonces. Al norte un conjunto de pequeños estados
sometidos periódicamente por los caprichos de los imperios Austríaco y
Francés.
En 1848 Carlos Alberto de Saboya rey de Cerdeña, con
el guiño favorable de Napoleón III de Francia, entra en guerra con
Austria, buscando la independencia y la unidad itálica. Pero los Estados
Pontificios, y el Reino de las Dos Sicilias lo abandonaron. La
neutralidad Papal no dejó conforme a los italianos que comenzaron a
mostrar su malestar.
Pellegrino Rossi, Ministro de Justicia
del Gobierno Papal fue ajusticiado. Los romanos ganaron las calles
declarándose abiertamente contre el Imperio Austríaco y reclamando
cambios sociales en los Estados Pontificios. El 25 de noviembre Pio IX y
su neutralidad huyen del Vaticano a Nápoles, iniciando la pendiente más
abrupta en la pérdida de poder de la Iglesia Católica. Roma carecía de
gobernante.
El 9 DE FEBRERO 1849 se proclama la efímera Segunda República Romana, con los lemas carbonarios de Giuseppe Manzini
y gobernada por un triunvirato. Por primera vez una constitución
suprime la pena de muerte y declara la libertad de culto. La República
significaba una verdadera amenaza en el corazón mismo de la cristiandad,
por lo que Pio IX solicitó auxilio a los estados cristianos para
recuperar Roma bajo sus términos. Los austríacos vieron la excusa
perfecta y enviaron a su octogenario Joseph Radetzky. Francia, luego de pactar con Austria, también se une al socorro Papal. La República Romana es defendida por las milicias de Giuseppe Garibaldi hasta que finalmente es derrotado por las tropas francesas, el 29 de junio de 1849.
En
1864 el carcamán de Pío IX, temeroso de la posible pérdida de sus
territorios, publica la encíclica Quanta Cura prologado por
las 80 proposiciones del Syllabus.
Allí se condenan los errores relativos a la fe tales como el
naturalismo, el racionalismo. Paradójicamente se destaca también la
incompatibilidad entre la fe y la razón, que Juan
Pablo II pretendió volver a unir con si patética Fides et Ratio.
También se ataca el no-sometimiento de la inteligencia al magisterio de la Iglesia. En las proposiciones de la 19 a la 55 se subraya por ejemplo la libertad de la Iglesia, la subordinación del Estado a la moral y la existencia de derechos naturales anteriores al Estado e independientes del mismo. Se condena del mismo modo la separación entre la Iglesia y el Estado. Para concluir afirman que la religión católica debe ser la religión de Estado y condenan la libertad de culto, pensamiento, imprenta y conciencia. El Syllabus destaca por sobre todo la tesis que afirma que el Romano pontífice no puede conciliarse con el progreso, el liberalismo y la cultura moderna.
También se ataca el no-sometimiento de la inteligencia al magisterio de la Iglesia. En las proposiciones de la 19 a la 55 se subraya por ejemplo la libertad de la Iglesia, la subordinación del Estado a la moral y la existencia de derechos naturales anteriores al Estado e independientes del mismo. Se condena del mismo modo la separación entre la Iglesia y el Estado. Para concluir afirman que la religión católica debe ser la religión de Estado y condenan la libertad de culto, pensamiento, imprenta y conciencia. El Syllabus destaca por sobre todo la tesis que afirma que el Romano pontífice no puede conciliarse con el progreso, el liberalismo y la cultura moderna.
http://librepensamient0.blogspot.com.es/2008/08/el-ocaso-de-los-dioses-la-segunda.html
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