La
cámara de gas surgió en Norteamérica en 1924. La idea fue introducida
por el Mayor D.A. Turner de los Cuerpos Médicos del Ejército de Estados
Unidos como "la manera más rápida y humana para llevar a un ser humano a
la muerte".
Muchos Estados buscaban una alternativa a la silla eléctrica, ya que
ésta tenía muy mala fama. Los gases utilizados en la Primera Guerra
Mundial dieron ideas y el elegido finalmente fue el gas de cianuro, muy
volátil, y que se obtiene mezclando ácido clorhídrico con cristales de
cianuro potásico. La aspiración de emanaciones de ácido cianhídrico fue
calificada como "método más humano, suave y privado".
Se trataba de una cámara herméticamentre cerrada y blindada para evitar que el gas pudiera salir al exterior. De forma circular, cuadrada u octogonal, estaba rodeada de una barandilla para separarla de los testigos que presenciaban oficialmente la ejecución. En el centro de esta cámara se situaba la silla en la que el reo era sujetado con correas de cuero. Bien iluminada por luz fluorescente, desde el exterior los testigos podían presenciar la ejecución a través de gruesos cristales transparentes.
Se trataba de una cámara herméticamentre cerrada y blindada para evitar que el gas pudiera salir al exterior. De forma circular, cuadrada u octogonal, estaba rodeada de una barandilla para separarla de los testigos que presenciaban oficialmente la ejecución. En el centro de esta cámara se situaba la silla en la que el reo era sujetado con correas de cuero. Bien iluminada por luz fluorescente, desde el exterior los testigos podían presenciar la ejecución a través de gruesos cristales transparentes.
Debajo
y junto a la silla había un dispositivo para la producción del gas
letal. En un pequeño armario, una caja de estaño contenía ácido
sulfúrico y otra cianuro potásico. El encargado de la ejecución llenaba
un recipiente con 86 onzas del ácido sulfúrico y cogía 17 onzas de
cianuro en pastillas o bolas de forma aovada que envolvía cuidadosamente
en una bolsa de tela. El ácido sulfúrico discurría por unos tubos
situados bajo la silla. Desde fuera de la cámara, por medio de unos
brazos mecánicos similares a los empleados en los laboratorios donde se
manejan sustancias radioactivas, se colocaba el cianuro sobre el ácido,
bajo la silla.
El reo penetraba en la cámara con su escolta. Se le sujetaba a la silla y
se le cubría la cabeza y la cara con una especie de máscara preparada
para que le llegasen los gases letales más intensamente. Se fijaba un
estetoscopio sobre el hemitórax izquierdo del reo. El médico de la
prisión estaba a la escucha en el otro extremo, para determinar el
momento de la muerte. Una vez salían los ayudantes y se cerraba
herméticamente la puerta de la cámara en presencia del Alcaide de la
prisión y de los testigos.
A una señal del Alcaide, un funcionario de prisiones tiraba de una palanca que accionaba el brazo mecánico que sostenía las píldoras de cianuro potásico. Estas caían en el ácido sulfúrico y al ponerse en contacto ambas substancias, se producía el gas cianhídrico que ascendía desde la parte baja de la silla y era respirado por el reo. En 10 o 20 segundos el gas adquería su máxima concentración. Tras unas breves contorsiones, el reo perdía el conocimiento, la cabeza caía de lado y se producía una intensa sialorrea que salía al exterior.
El médico controlaba desde fuera el latido del corazón. En algunos casos se detenían después de un minuto, pero en la mayoría tardaba hasta 10 minutos e incluso más. Entonces, el médico declaraba muerto al condenado.
A una señal del Alcaide, un funcionario de prisiones tiraba de una palanca que accionaba el brazo mecánico que sostenía las píldoras de cianuro potásico. Estas caían en el ácido sulfúrico y al ponerse en contacto ambas substancias, se producía el gas cianhídrico que ascendía desde la parte baja de la silla y era respirado por el reo. En 10 o 20 segundos el gas adquería su máxima concentración. Tras unas breves contorsiones, el reo perdía el conocimiento, la cabeza caía de lado y se producía una intensa sialorrea que salía al exterior.
El médico controlaba desde fuera el latido del corazón. En algunos casos se detenían después de un minuto, pero en la mayoría tardaba hasta 10 minutos e incluso más. Entonces, el médico declaraba muerto al condenado.
Unos extractores situados en el techo vaciaban la cámara del gas mortal,
tras lo cual era retirado el cuerpo. En algunas prisiones había dos
sillas en el interior de la cámara de gas para ejecutar simultáneamente a
dos reos.
La
cámara de gas fue utilizada por primera vez el 8 de Febrero de 1924 para
la ejecución del asesino Gee Jon en la prisión de Nevada. El condenado
tardó 10 minutos en morir.
California es el Estado propietario de la más célebre cámara de gas, la de la prisión de San Quintín.
La última ejecución llevada a cabo por este método fue en el
estado de Arizona en 1999, el alemán Walter LeGrand, de 37 años, moriría
tras 18 minutos de agonía. LeGrand antes de que la puerta de la cámara
de gas se cerrase, pidió que le dejasen pronunciar unas últimas
palabras, y dirigió su mirada a la familia del banquero que mató hace 17
años durante el asalto a un banco: "Os perdono a todos, y espero que se
me perdone a mí en mi próxima vida. Deseo paz para las personas a las
que quiero".
http://www.crimenycriminologo.com/2012/01/la-camara-de-gas.html
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