Abogado y político estadounidense,
decimosexto presidente de los Estados Unidos de América (1861-1865).
Nació el 12 de febrero de 1809, en Hodgenville, condado de Hardin
(estado de Kentucky), y murió el 15 de abril de 1865, en Washington
(Distrito de Columbia), víctima de un tiro en la nuca, disparado por el
actor y fanático sudista John Wilkes Booth, mientras asistía a una
representación en el Teatro Ford. Lincoln tuvo el trágico "honor" de ser
el primer presidente de los Estados Unidos que murió asesinado. Todo su
período presidencial estuvo marcado por la Guerra de Secesión
(1861-1865), que enfrentó a los estados del Norte y a los del Sur,
éstos agrupados en una Confederación. No obstante, Lincoln consiguió
mantener bajo control tanto al ejecutivo, como al poder militar, y crear
un fuerte movimiento de oposición a favor de la emancipación de los
esclavos negros (Proclamación de Emancipación, 1862) y, por
consiguiente, de apoyo a la guerra. Está considerado como uno de los
presidentes más grandes de Estados Unidos, compartiendo tal gloria con George Washington, Thomas Jefferson y Andrew Jackson.
Su entrada en política
Ese mismo año se desató una guerra de exterminio entre los
colonos blancos contra los indios sank, liderados por su jefe Halcón
Negro, por la disputa de las tierras cercanas al Mississippi. Lincoln
consiguió que lo nombraran capitán de una pequeña compañía, lo que le
permitió ganarse el respeto de la pequeña comunidad. A su regreso,
Lincoln se presentó a las legislativas del estado por el Partido Whig.
Perdió ante su oponente, pero no así en los comicios celebrados desde el
año 1834 al 1841.
Gracias a su nueva posición económica, Lincoln
pudo volcarse en conseguir una formación cultural adecuada a su posición
política. En el año 1836, acabados sus estudios de leyes, comenzó a
ejercer la abogacía en Springfield, convertida en capital del estado a
raíz de una propuesta encabezada por el propio Lincoln. Partidario de la
abolición de la esclavitud, Lincoln fue uno de los pocos congresistas de su estado que se opuso a su continuidad, firmó incluso una nota de protesta.
En
el verano de 1842, Lincoln contrajo matrimonio con Mary Todd, dama
perteneciente a una familia acomodada y bien relacionada, gracias a
cuyos contactos pudo dar el salto político definitivo. Así pues, en el
año 1846 fue elegido miembro de la Cámara de Representantes en
Washington por Illinois, en donde logró acaparar la atención por su
adhesión a todas las campañas abolicionistas que surgían y por atacar
duramente la Guerra Mexicano-estadounidense (1846-1848), emprendida por
el presidente James Knox Polk
(1845-1849), que terminó con la incorporación de Texas y Nuevo México a
la Unión, junto con los enormes territorios de California, Arizona,
Nevada, Utah, Colorado y Wyoming, unos tres millones de kilómetros
cuadrados, a la que Lincoln calificó de sangrienta e innecesaria.
Propuso al Congreso un proyecto de ley de emancipación gradual y
compensada de la esclavitud en el distrito federal de Columbia que, en
último término, fue rechazado. Este hecho y la merma de votos y
popularidad por su negativa a la guerra contra México, hicieron que, en
el año 1849, decidiera abandonar la política, desencantado y resignado a
pasar el resto de su vida ejerciendo la abogacía en su tranquilo bufete
de Springfield.
El camino hacia la presidencia. La secesión de los estados del Sur
Tras cinco largos años en el anonimato, en el año 1854 Lincoln
decidió regresar al ruedo político a causa del proyecto de ley que el
senador Stephen A. Douglas (antiguo pretendiente de su esposa y enemigo
político de Lincoln) presentó al Congreso la Kansas-Nebraska Act,
por la que dichos territorios serían organizados como dos nuevos
estados dentro de la Unión con capacidad por parte de sus pobladores de
decidir la introducción o no del sistema esclavista. Esta propuesta
conculcaba de lleno el Compromiso de Missouri de 1820 que
prohibía dichas prácticas en todos los territorios situados más al norte
del paralelo 36º 30´. Aunque la ley fue finalmente aprobada por el
Congreso y sancionada por el presidente Franklin Pierce
(1853-1857), Lincoln se enfrentó con una fuerza inusitada a los
intereses electoralistas de Douglas, lo que significó su vuelta a la
política activa.
Una vez disuelto el Partido Whig, LIncoln se
presentó, en 1856, como candidato al Senado representando al remodelado
Partido Republicano. Consciente de la imposibilidad de ganar, abandonó
la candidatura para favorecer al demócrata Lyman Trumbull, ya que éste
también era favorable a la supresión de la Kansas-Nebraska Act.
Entre el año 1856 y 1858, se preocupó por consolidar
suficientemente su prestigio dentro del partido para poder enfrentarse,
en 1858, a su rival, Douglas, por un escaño en el Senado. Aunque
nuevamente resultó derrotado, no desfalleció un momento, sino que dio
comienzo a una serie de agrios debates con Douglas por la cuestión
esclavista y preparó su candidatura, no al Senado, sino a la presidencia
de la nación, aprovechándose del caos interno por el que pasaba en esos
momentos el Partido Demócrata debido a la gravísima situación económica
del país como consecuencia de la nefasta política económica del
presidente James Buchanan
(1857-1861) y al ambiente irredentista, nacionalista y secesionista de
los estados del Sur, que continuamente amenazaban con separarse de la
Unión si persistía el clima antiesclavista.
Después de conseguir
ser elegido candidato presidencial por su partido en la Convención
Nacional celebrada en Chicago en el año 1860, Lincoln inició su campaña
electoral con un programa que unía la abolición de la esclavitud, el
reparto de tierras en el Oeste y medidas comerciales fuertemente
proteccionistas. La respuesta por parte de Carolina del Sur, estado
abanderado del sistema esclavista, no podía ser más clara y contundente:
si Lincoln era elegido presidente, la secesión sería un hecho
irreversible.
Efectivamente, Lincoln ganó en las elecciones del 6
de noviembre a sus tres adversarios: Stephen A. Douglas, por los
demócratas del Norte; John Breckinridge, por los demócratas del Sur; y a
John Bell, como representantes del efímero Partido de la Unión
Constitucional.
El 20 de diciembre de 1860, Carolina del Sur
declaró su separación de los estados de la Unión, a la que siguieron, a
primeros del año siguiente, otros diez estados más: Mississippi,
Florida, Alabama, Georgia, Louisiana, Texas, Virginia, Carolina del
Norte, Tennesse y Arkansas. El 1 de febrero de 1861, el Congreso de
Montgomery (estado de Alabama) sancionó el nacimiento de los Estados
Confederados de América, con Jefferson Davis como presidente y con capital en Richmond (estado de Virginia).
Pese
a los esfuerzos del presidente saliente James Buchanan por buscar una
salida pacífica al conflicto que se avecinaba, las posiciones de ambos
bandos ya estaban marcadas; ni uno ni otro se encontraban en disposición
de retroceder.
La presidencia de Abraham Lincoln
Con la idea de la reconciliación prácticamente cerrada, la
guerra no tardó en estallar. Los estados confederados amenazaron Fort
Sumter, en Charleston (Carolina del Sur). Lincoln, en un primer momento,
se negó a llevar a cabo una acción militar, pero, presionado por el ala
más radical de su partido y por la petición de ayuda del fuerte, se
decidió a lanzar una proclama pidiendo el reclutamiento voluntario para
hacer frente a los rebeldes sudistas. Logró la movilización inmediata de
unos 75.000 voluntarios. La Confederación acusó a Lincoln de ser el
verdadero agresor. El 12 de abril de 1861, estalló la Guerra de
Secesión.
Problemas económicos y de liderazgo militar para Abraham Lincoln
Gracias al apoyo del Congreso y del Ejército del Norte, Lincoln
pudo establecer un Gobierno personalista como única solución para hacer
frente a semejante crisis. La primera preocupación del presidente fue la
de encauzar los importantes recursos que el Norte había puesto a su
disposición para luchar contra la amenaza sudista y, sobre todo, nivelar
la ventaja económica del Sur, ya que seguía suministrando importantes
cantidades de tabaco y algodón a Europa, mientras que la industria del
Norte hubo de que reorientar su producción en aras de servir a un
Gobierno paralizado por la guerra. Alarmado, Lincoln trató de subsanar
las carencias volcándose en el Ejército del Norte y en la búsqueda de
una solución rápida al conflicto. Para ello estudió y supervisó, en
calidad de comandante en jefe del Ejército de la Unión, las estrategias y
técnicas de sus generales. Pero, tuvo serias dificultades para
encontrar generales capacitados.
Después del desastre del general Scott en la Batalla de Bull Run,
el 21 de julio de 1861, Lincoln llevó a cabo sucesivos cambios en el
mando supremo de las tropas nordistas (generales Irving McDowell, George
McClellan, John Pope, Joseph Hooker y George Made). De hecho,
constituyó junto con Henry W. Halleck y Edwin M. Stanton, una especie de
triunvirato hasta que, por fin, Lincoln encontró al hombre ideal en la
persona del general Ulysses S. Grant,
quien, gracias a sus victorias en Fort Danelson (Tennessee) y Vicksburg
(Mississippi), convenció al presidente para asumir la jefatura de los
ejércitos nordistas. La medida permitió dividir las funciones de la
cúpula militar: Lincoln, como comandante supremo; Halleck, jefe del
Estado Mayor; Stanton, a cargo de los suministros generales; y Grant,
jefe de los ejércitos de la Unión.
Una vez que se descargó de
tanta responsabilidad, pudo ocuparse de asuntos importantes como
asegurar la fidelidad del Oeste, visitar los frentes de batalla para dar
ánimos a las tropas y desarrollar una intensa campaña diplomática
destinada a contrarrestar el apoyo de Gran Bretaña y Francia a la causa
de la Confederación Sudista, cuyos puertos fueron prontamente bloqueados
por la Armada de la Unión.
La Proclamación de la Emancipación
Lincoln fue consciente de que con las armas no se podía vencer
al Sur, necesitaba también de la política y de medidas radicales, como
la Proclamación de la Emancipación de los negros (septiembre de
1862, y aplicada a partir del 1 de enero del año siguiente). Con la
abolición de la esclavitud en todos los estados de la Unión, Lincoln
consiguió dos objetivos: por un lado, aumentar considerablemente el
número de adeptos a la causa de la Unión entre las masas populares y
también en las más importantes cancillerías de Europa; y, por el otro
lado, la emigración masiva hacia los estados de la Unión de los esclavos
negros, que abandonaron las plantaciones e ingresaron como soldados de
la Unión. Ciertamente, con la liberación de los esclavos negros, Lincoln
labró convenientemente el camino hacia el éxito final.
No
obstante, antes de decretar la proclamación, Lincoln tuvo sumo cuidado
en no darla a conocer hasta que no consiguió una victoria militar
contundente, la de la Batalla de Atientam, el 17 de septiembre de 1862.
Para asegurar los efectos de la proclamación, introdujo una enmienda a
la Constitución, en 1864, que no sería aprobada hasta su reelección,
cuando pudo hacer uso de todos los poderes de su cargo para asegurarse
su aprobación.
Política de guerra y de equilibrio
Entre tanto, Lincoln se enfrentó a continuas críticas
provenientes de algunos sectores de su propio partido y de la oposición,
que le acusaban de cierta conducta débil en la dirección de la guerra y
de una excesiva lentitud en la reconstrucción de los territorios que se
iban conquistando al enemigo. Aun así, fue capaz de mantener una
aceptable armonía entre los elementos dispares de su partido, a los que
dio entrada en su propio gabinete de guerra, como William Seward,
secretario de Estado, y a Bates, secretario de Justicia. Asimismo,
Lincoln también se concilió con los demócratas y satisfizo las
peticiones de los estados más fronterizos, haciéndoles ver la necesidad
de formar un frente común para acabar con la secesión confederada.
Para solucionar la financiación de la guerra, Lincoln emitió papel moneda (los famosos greenbacks),
sacó al mercado una gran emisión de créditos del Gobierno, con lo que
logró ampliar la base del crédito nacional y puso a disposición de la
industria los fondos necesarios para su desarrollo. En febrero de 1863,
Lincoln emitió la National Bankin Act con el objetivo de
proporcionar a los banqueros una moneda fuerte y crear un sistema
bancario nacional con reservas suficientes. A principios del año 1864,
Lincoln promulgó la Homestead Act, por la que el Gobierno concedía 64 hectáreas de tierra gratuitas en los territorios del Oeste para su cultivo.
El triunfo de la Unión: reelección de Lincoln y reconstrucción nacional
El general Ulysses S. Grant confirmó el gran acierto de Lincoln
al ponerle al frente de los ejércitos cuando ocupó las ciudades de Nueva
Orleans, Memphis y Vickinburg, esta última el 4 de julio de 1863, tras
de lo cual asestó un golpe todavía más duro a las fuerzas confederadas
al bloquear la única ruta de abastecimiento que les quedaba por el
oeste.
Al iniciarse el año 1864, año electoral, presentó su
reelección con la promesa de poner fin a la guerra y programar un plan
de reconstrucción nacional. Sin embargo, en el transcurso de la
Convención Nacional del partido, Lincoln encontró un gran escollo por
parte del ala más radical del partido, molestos por la Proclamación de Aministía que
el presidente había lanzado en diciembre del año pasado, por la que
pedía la admisión en la Unión de todos los estados insurgentes si el 10%
de su electorado juraba fidelidad a la Unión. El Congreso, dominado por
los radicales, aprobó, en julio de 1864, la Wade-Davis Act,
exigiendo condiciones más duras para los estados sudistas y elevando el
quórum al 50%. El veto de Lincoln ahondó todavía más las diferencias,
pero, finalmente, consiguió vencer en las elecciones presidenciales del
mes de noviembre al candidato demócrata, el general George McClellan.
Cuatro
meses antes, en julio, el general Grant avanzaba, frenando al general
sudista Robert E. Lee en Petersburg, mientras que su lugarteniente, el
general Sherman, se dirigía hacia Atlanta, a la que logró sitiar por
completo en el mes de diciembre.
Lincoln intentó acelerar el fin
de la guerra aceptando la invitación del general Lee y del presidente de
la Confederación Sudista, Jefferson Davis, para dirimir los acuerdos de
paz, en Hampton Roads (Virginia). Lincoln se mostró inflexible en
cuanto a la abolición de la esclavitud y la supremacía del Gobierno
federal, cuestiones innegociables, por lo que las conversaciones
fracasaron. Ordenó a Grant el asalto definitivo a la Confederación. Se
conquistó Richmond, lo que obligó a Lee a capitular en Appomatox
Courthouse, el 9 de abril de 1865, ante las fuerzas de Grant y Sherman.
Una vez que se produjo la rendición total del enemigo, Lincoln se
apresuró a retirar las anteriores propuestas conciliatorias emitidas por
las necesidades de la guerra, demostrando lo realmente cerca que estaba
de los radicales de su partido. Más aun, anunció públicamente su apoyo
al derecho limitado del sufragio para los negros en Louisiana.
El asesinato
Lincoln esperaba acabar su segundo mandato y, una vez libre del
cargo, conocer California y establecerse nuevamente en Springfield para
dedicarse a la abogacía. Pero, cinco días después, el 14 de abril,
mientras el presidente y su esposa asistían a la representación de la
obra Our American Cousin en el Teatro Ford de Washington, el
conocido actor John W. Booth, exaltado sudista, entró en el palco por
detrás, aprovechando un descuido de la escolta presidencial, y dirigió
su Darringer (pistola pequeña de un solo tiro) a la cabeza del
presidente, que cayó mortalmente herido. Llevado con urgencia a la Casa
Blanca, Abraham Lincoln murió a las 7 de la mañana del día siguiente.
Curiosamente, el general Ulysses S. Grant y su esposa estaban invitados
al palco presidencial, pero a última hora declinaron la invitación por
una indisposición de éste. El asesino logró huir y llegar hasta Chicago,
donde a las pocas semanas fue abatido por la policía mientras intentaba
huir.
Aunque bien es cierto que Abraham Lincoln supo aprovechar
el momento adecuado para llevar a cabo el proceso de emancipación y
abolición de la esclavitud, no lo es menos que supo estar a la altura de
las circunstancias, hacer frente a una guerra civil cruel y sangrienta y
erradicar de la política estadounidense el sangrante y agotador
problema de las relaciones Norte-Sur, que llevaba envenenando la
cohesión del país desde que éste lograse su independencia a finales del
siglo XVIII.
http://www.enciclonet.com/articulo/lincoln-abraham/#
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