Ambicioso dictador regicida para
unos, héroe de las libertades para otros, Cromwell (1599-1658) es una de
las figuras más controvertidas e importantes de la historia de
Inglaterra. Fue un puritano radical y un gobernante lleno de
contradicciones.
A finales de la década de 1630, un caballero inglés llamado Oliver Cromwell se disponía a abandonar Inglaterra rumbo a América del norte. En torno a 1638 había experimentado una profunda conversión religiosa que le había llevado a entrar en las filas del puritanismo, y deseaba practicar su fe con libertad, algo que parecía difícil en una nación donde la iglesia anglicana se deslizaba crecientemente hacia patrones católicos. Se hallaba en esa tesitura cuando recibió la visita de algunos correligionarios que le instaron a permanecer en suelo inglés.
A finales de la década de 1630, un caballero inglés llamado Oliver Cromwell se disponía a abandonar Inglaterra rumbo a América del norte. En torno a 1638 había experimentado una profunda conversión religiosa que le había llevado a entrar en las filas del puritanismo, y deseaba practicar su fe con libertad, algo que parecía difícil en una nación donde la iglesia anglicana se deslizaba crecientemente hacia patrones católicos. Se hallaba en esa tesitura cuando recibió la visita de algunos correligionarios que le instaron a permanecer en suelo inglés.
El parlamento,disuelto en 1629 por el rey Carlos I- iba a ser
nuevamente convocado, ya que el monarca necesitaba dinero para reprimir
la rebelión escocesa. A juicio de los puritanos, Cromwell, que había
sido parlamentario desde 1628, debía presentarse a las nuevas
elecciones. Cromwell aceptó, fue elegido y desempeñó un papel activo en
el impulso de normas que garantizaban la libertad de pensamiento y la no
disolución del parlamento. Sin embargo, el monarca no deseaba que el
parlamento se convirtiera en un organismo que pudiera limitar su poder
regio y procedió a disolverlo.
Ganó un gran prestigio como militar intuitivo y disciplinado
Esta vez los parlamentarios no estaban dispuestos a consentir aquella
manifestación de despotismo y se alzaron en armas. No deja de ser
significativo el programa de los rebeldes -en su mayoría puritanos-
porque contrasta con los de otras revoluciones y es muy similar al de
los insurgentes de Norteamérica en el siglo XVIII. No buscaban implantar
una sociedad utópica sino que, por el contrario, pretendían que
quedaran garantizados más allá de cualquier veleidad algunos derechos
elementales como la libertad de conciencia y expresión, o la propiedad
privada. Sus aspiraciones podían parecer modestas, pero hicieron más por
el avance de la democracia que cualquier otro movimiento. Inicialmente,
Cromwell se limitó a formar una fuerza de caballería, que obtuvo un
notable éxito en Marston Moor (1644). Fue entonces cuando se percató de
la necesidad de formar un nuevo tipo de ejército (New Model Army) en el
que los soldados no tuvieran miedo de los hombres, sino temor de Dios, y
donde se elevaran oraciones a la vez que se mantenía seca la pólvora.
Sustentado en la coherencia y en la igualdad social, el ejército de
Cromwell logró una victoria decisiva sobre Carlos I en Naseby (1645). La
derrota del monarca llevó a los puritanos a intentar forzar el
reconocimiento de algunos derechos, como la regularidad de las
convocatorias para elegir el parlamento o la libertad de conciencia. Sin
embargo, aunque vencido en el campo de batalla, Carlos I no se veía
derrotado. Hasta 1647 intentó dividir a las fuerzas parlamentarias y
entonces, de manera inesperada, huyó con la intención de volver a
encender la llama de la guerra civil ayudado por Escocia y, a ser
posible, por otras potencias extranjeras como Francia y la Santa Sede.
La respuesta de Cromwell fue fulminante. En 1648 derrotó a los escoceses
en Preston, lo que les convenció de abandonar a Carlos I a su suerte y
entregarlo a los parlamentarios.
Para Cromwell, Carlos I ya no
era un monarca sino un traidor a la patria y como tal fue juzgado y
ejecutado en enero de 1649. Era la primera vez que sucedía algo
semejante y la medida estuvo sujeta a una gran controversia. Sin
embargo, la muerte de Carlos I y la proclamación de la república no
pusieron fin a la guerra. Los realistas fraguaron una alianza con la
Santa Sede y se dispusieron a invadir Inglaterra desde Irlanda. La
respuesta parlamentarista fue desembarcar en Irlanda en 1649 y aplastar a
los adversarios de la república con mano de hierro. Se trató de un
conflicto durísimo que había sido precedido por las matanzas de colonos
ingleses en 1641 y que después sería recordado por los nacionalistas
irlandeses.
Invadió Irlanda y Escocia y controló toda Inglaterra...
Sin embargo, Cromwell se limitó a seguir los protocolos militares de la
época e incluso mandó ejecutar a los que desobedecieron sus órdenes de
realizar requisas justas y previo pago. En 1650 Cromwell abandonó
Irlanda y se dirigió a Escocia donde los realistas habían proclamado rey
a Carlos II, hijo del monarca ejecutado. Cromwell simpatizaba con los
escoceses, que también eran puritanos, pero su resistencia terminó con
el estallido de un conflicto en el que Cromwell se impuso tras las
victorias de Dunbar (1650) y Worcester (1651). La posibilidad de
restaurar la monarquía se disipaba y los escoceses no se resintieron de
un gobierno que sustentaba sus mismas ideas.
Restaba estabilizar la
situación interior. Cromwell intentó que el parlamento fijara una
regularidad para sus reuniones y que garantizara derechos elementales,
pero sus miembros se negaron. Frustrado, Cromwell lo disolvió en 1653.
Con él nació y murió la única república inglesa de la historia...
En los pocos años de gobierno que le quedaban, derrotó a los
holandeses, garantizando el dominio del mar para Inglaterra, y venció a
la flota española, alejando para siempre la amenaza de una invasión
católica. Cuando murió, en 1658, Inglaterra era una potencia de primer
orden. Al producirse la restauración monárquica, el cadáver de Cromwell
fue profanado, decapitado y exhibido. Hoy, sin embargo, frente al
parlamento británico se alza una estatua en su honor recordando su
defensa de las libertades.
http://www.muyhistoria.es/h-moderna/articulo/oliver-cromwell-el-lord-que-lidero-la-republica-inglesa
QUE MARAVILLOSA HISTORIA DE UN PALADIN DE LA JUSTICIA,VIVA CROMWELL
ResponderEliminar