Rafaello Sanzio...Rafael
Pintor
italiano nacido en Urbino, un destacado centro artístico y cultural
entonces capital del ducado del mismo nombre, conocido como el
príncipe de los pintores. Hijo de Giovanni Santi, pintor de poco
mérito, pero muy educado y bien conectado en la corte renacentista
de duque Federico da Montefeltro, conocido por su protección a las
artes. Después de la muerte de su padre
(1494), que le había transmitido al amor a su hijo por la pintura
y
las primeras lecciones del arte fue con Perugino, donde aprendió la
técnica de fresco de Pietro de Perugino o la pintura mural, y
allí creó su primera obra de distinción, El matrimonio de la
Virgen-1504
El aprendizaje con Perugino empezó cuando
Rafael tenía 16 años; permanece junto a él hasta los 21. Sus cuadros
de esta época recuerdan el periodo cuatrocentista.
La influencia de
Umbría y del Perugino se aprecia en los amplios paisajes, en los que
destacan arbolillos de copas muy claras y hojas menudas, gran
simetría en las composiciones y movimientos suaves, rostros
redondos, rasgos menudos y expresiones soñadoras.
A la muerte de su
padre se fue a Perugia, donde comenzó a trabajar para Perugino,
maestro de la escuela de Umbría cuyas pinturas muestran la paz y
belleza de sus campiñas natales de los Apeninos. Su influencia puede
observarse en las obras de Rafael de este período; con un estilo
dulce y colores azules y grises suaves que recuerdan las pinturas de
Perugino. Sin embargo, cuando Rafael cumplió los veinte años de
edad, había llegado a ser obvio que aventajaba a su maestro en la
fuerza del trazo y en el diseño y equilibrio de su composición.
Se trasladó a Florencia (1504),
atraídos por la fama de Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, que
tendrán una influencia considerable en el futuro. Durante esta
etapa, Rafael pinta muchas Vírgenes, concebidas al estilo pagano de
las matronas romanas, pero impregnadas de devoción y sentido
cristianos.
Deben destacarse: La Madonna del Gran Duque (Florencia,
Palacio Pitti), fechada en 1505, de influencia leonardesca,
como casi todas sus Madonas de esta época, en la que apenas se
percibe el sentido del movimiento, solamente expresado por un leve
giro del cuerpo de la Virgen que, al contrarrestarse con otro del
Niño en sentido contrario, suscitan en el conjunto, de tan sencillo
modo, la indispensable sensación de movimiento.
Admirado por la aristocracia y la
corte papal, a sugerencia de su amigo Bramante arquitecto del
Vaticano, se le encargó (1508) por orden del Papa Julio II para
decorar con frescos las habitaciones del Vaticano, hoy se conoce
como las Estancias de Rafael.
Así, a la edad de
31 años, se trasladó a Florencia, la ciudad que había sido el centro
del desarrollo artístico e intelectual de Italia en el siglo XV. La
recargada atmósfera de Florencia difícilmente podía haber sido más
distinta que aquella de las somnolientas ciudades de Umbría, y
Rafael fue muy afortunado al estar allí en la misma época que lo
hicieron Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel.
En los 12 años que pasó en Roma llevó
a cabo numerosos proyectos de gran envergadura, en los que
demostraba el resultado de una imaginación fértil y variada. Después
de la muerte de Julio II (1513), continuó trabajando para el nuevo
Papa, León X (1513 a 1517), y con la muerte de Bramante (1514), fue
nombrado para sucederle como el arquitecto del Vaticano y dirigió
las obras de la Basílica de San Pedro, donde sustituyó la
planta de cruz griega, o radial, con una cruz latina más simple o
longitudinal. También trabajó en la decoración de las logias
(galerías) del Vaticano. A pesar de la enormidad de la empresa,
cuyas últimas partes quedaron en gran parte a cargo de sus
discípulos.
Rafael se convirtió en el pintor de
moda, y asume otras tareas múltiples: como crear imágenes, altares,
cartones para tapices, decorados de teatro y proyectos
arquitectónicos edificios civiles, como iglesias y Sant'Eligio
degli Orefici. Tal era su prestigio que, de acuerdo con el
biógrafo Giorgio Vasari, el Papa León X había pensado en hacerlo
cardenal.
Fue nombrado (1515), para supervisar
la conservación de valiosas inscripciones latinas sobre el mármol, y
encargado general de todas las antigüedades romanas (1517), quien se
postuló para armar un mapa arqueológico de la ciudad. Su última gran
obra fue la Transfiguración individuales (1517) y el escenario del
proyecto (1519) para la comedia que suppositi de Ludovico
Ariosto.
La característica fundamental de
Rafael es su sentido de la proporción, de la medida y de la
elegancia, lo que le hace primerísima figura de los cánones
renacentistas, y su capacidad para asimilar el estilo de sus
predecesores y contemporáneos, pero siempre creando algo nuevo de
extraordinaria calidad.
Su temprana muerte en Roma a los 37
años de edad, hizo hincapié en el aura mística que rodeaba su
figura.
Famoso por sus Vírgenes, la serie de pinturas de la Virgen,
varios paneles en los muros del Vaticano y varias escenas de la
historia sagrada, conocida por las Biblias Rafael, se convirtió en
una figura histórica del
Renacimiento, un movimiento artístico,
científico y literario que floreció en Europa en el mismo período de
la Edad Media y la época moderna, del siglo XIII hasta el XVI hasta
el lugar de nacimiento en Italia y en Florencia y Roma, como sus dos
más importantes centros.
Un rápido examen de las diversas
actividades de la corta vida de Rafael nos permite contemplar su
profunda vocación artística y su afán de superación, manifestados en
los sucesivos progresos que jalonan y caracterizan las distintas
etapas de su obra.
Iniciada ésta en muy temprana edad, no sólo
asimila rápidamente con ágil intuición las enseñanzas de los
excelentes maestros que brillaron en su tiempo, sino que acertó a
impregnarlas de nuevos matices en la composición, el colorido, la
técnica en suma, que imprimieron a su obra un innegable sello de
propia personalidad.
No se concibe, de otro modo, que en plena
juventud gozara del favor de los grandes personajes de la época que,
como a los maestros ya consagrados, le encargaron obras que han
pasado a la posteridad.
Entre 1508-9 se
trasladó a Roma, que había tomado de Florencia la reputación de ser
el centro del arte Italiano. Fue aquí donde Rafael pintó lo que
puede ser considerado como su mayor logro, cuando en varias salas
del Vaticano pintó una serie de alegorías representando la mitología
(Parnaso), la filosofía (La Escuela de Atenas) y la teología
(Disputa). En estos trabajos Rafael exhibió su poder de diseño y
equilibrio en la agrupación y organización de su tema hasta la
perfección. Sin embargo, sus actividades no estaban limitadas sólo a
la pintura. Su interés por las antigüedades le llevó a organizar
investigaciones arqueológicas y fue nombrado Arquitecto—Jefe de San
Pedro, pocos años antes de morir por el exceso de trabajo y mala
salud a la temprana edad de 37 años.
http://www.portalplanetasedna.com.ar/rafaelsanzio.htm
Obras destacadas...
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