Pío, Siervo de los Siervos de Dios, para el recuerdo perpetuo de los hechos...
El
que reina en las alturas, a quien todo el poder se le ha dado, tanto en
la tierra y en el cielo, los ha confiado solos, es decir, que
Pedro, Príncipe de los Apóstoles, el cuidado de gobernar, la Iglesia
Católica, una y Santa, fuera de la cual no hay salvación.
Él
lo ha constituido únicamente sobre todas las naciones, y sobre todos
los reinos, que debe arrancar de raíz, destruir, plantar de nuevo y
edificar, a fin de que continúe en la unidad del Espíritu Santo, y que
debería entregar al Salvador, seguro y libre de todo peligro, el pueblo
fiel, unidos en el vínculo de la caridad mutua.
Nosotros, siendo, por la gran bondad de Dios, llamados a sostener el timón de la Iglesia, nos
dedicamos sin cesar a nuestro cargo, sin omitir ningún trabajo para
preservar intacta la unidad, y la religión católica, que ha dejado a su
Autor expuestos a la tempestad , con el fin de probar la fe de su pueblo
y corregir a nosotros por nuestras faltas.
Pero
los números de los impíos han usurpado el poder por lo tanto, no hay
lugar en el mundo que no han tratado de corromper con sus doctrinas
perversas. Entre otros, Isabel,
la sirvienta de la delincuencia, y fingida Reina de Inglaterra, les ha
ofrecido un asilo en el que se encuentran refugio.
Esta misma Isabel, después de apoderarse del trono de Inglaterra ha usurpado la autoridad del jefe supremo de la Iglesia. Ha
mostrado uso de esta facultad y jurisdicción, y ella ha vuelto a emitir
por el camino de la perdición y despreciable que ella reina, una vez
dedicado a la fe católica y el destinatario de sus bendiciones.
Elizabeth
ha destruido el culto de la verdadera religión, que fue anulada por
Enrique VIII, y que la legítima reina María, con encomiable respeto de
la posteridad, había logrado en el establecimiento por los esfuerzos de
su poderosa mano propia, y con la asistencia de la Santa Sede. Elizabeth,
abrazando después los errores de los herejes, no ha considerado el
Consejo Real de Inglaterra, integrado por la nobleza inglesa y los ha
reemplazado con los herejes oscuros. Ella ha oprimido a los que cultivan la fe católica, y los ha sustituido por los oradores del mal y los ministros de la impiedad. Se ha abolido el sacrificio de la Misa, la oración, el ayuno, las distinciones de la carne, el celibato y los ritos católicos. Se ha ordenado a la circulación de libros que contienen un sistema de herejía manifiesta, y de los misterios impíos. Se ha ordenado a sus súbditos a recibir, observar,y preservar preceptos que se ha adoptado de Calvino. Ella
se ha atrevido a decretar que los obispos, rectores de iglesias, y los
sacerdotes católicos y otros, a ser expulsados de sus iglesias y
privados de sus beneficios. Se
ha dispuesto de ellos y de otras cosas eclesiásticas a favor de los
herejes, y ella también ha decidido tomar decisiones que justamente le
pertenece sólo a la Iglesia.
Se
ha prohibido a los prelados, el clero y las personas a reconocer la
Iglesia Romana, y obedecer sus leyes y sus sanciones canónicas. Se ha limitado la mayor parte de sus súbditos a reconocer sus leyes culpables, y abjurar de la obediencia debida al soberano pontífice. Se ha señalado, que, con juramento, que se reconocen como su único amante, tanto en las cosas espirituales y temporales. Hay sanciones y castigos infligidos a los que no pudo persuadir, y los que perseveraron en la unidad de la fe y en obediencia.
También ha echado en la cárcel a los obispos y los rectores de iglesias, y muchos de ellos han perecido allí en la miseria.
Estas
cosas son bien conocidas por todas las naciones, que se demuestra el
grave testimonio, y no queda espacio para tergiversación, excusa o
defensa.
Nosotros,
al ver estas impiedades multiplicadas, y aún viendo que otros delitos
se suman a la primera, ya que las persecuciones contra los fieles van en
aumento, como consecuencia de la voluntad propia y la de coacción digo,
Elizabeth, estamos convencidos de que su corazón está más endurecido
que nunca. No sólo desprecian a
las oraciones piadosas de los buenos católicos, que deben convertirse y
traer de vuelta a su sano juicio, sino que, además, se ha negado a
recibir ni siquiera los nuncios en Inglaterra a quienes hemos enviado. Nosotros,
entonces, por necesidad obligados a recurrir a las armas de la justicia
en su contra, no se puede suavizar nuestro dolor que no se han ocupado
seriamente con antepasados cual princesa que tan bien ha merecido el
elogio de la república cristiana.
Por
lo tanto, con el apoyo de la autoridad de Aquel quien se nos ha llamado
al trono, a pesar de que ser indignos de tal cargo, en nombre de la
autoridad apostólica, declaramos a Elizabeth una hereje, y socorrista y
fautor de herejes, y que sus adherentes, en los citados actos
aborrecidos han incurrido en la pena de anatema, y están separados de la
unidad del cuerpo de nuestro Señor Jesucristo.
Y por
otra parte declaramos que está privada de su pretendido título, de la
corona antes mencionada y de todo señorío, dignidad y privilegio
alguno.Y también declaramos que los nobles, los temas y las personas de
dicho reino y todas las otras personas que tienen de ninguna manera
juramentos a ella, para ser por siempre absuelto de tal juramento y de
cualquier obligación derivada de señorío . lealtad y obediencia ; y lo
que hacemos, por la autoridad de estos regalos , así que les dispensa y
así privar a la misma Elizabeth de su título pretendido la corona y el
resto de lo anterior, dijo asuntos. Cobramos y ordenamos todo y singular
de los nobles , los temas , los pueblos y otros anteriormente dijeron
que no se atreven a obedecer sus órdenes, mandatos y leyes. Aquellos que
actuará en sentido contrario que incluimos en la oración como de
excomunión.6 . Debido a que en verdad puede resultar demasiado difícil
de tomar estas presenta dondequiera que será necesario, vamos a que las
copias realizadas bajo la mano de un notario público y sellados con el
sello de un prelado de la Iglesia o de su jurisdicción poseerá dicha la
fuerza y la confianza dentro y fuera de los procedimientos judiciales ,
en todos los lugares entre las naciones, como las presentes serían ellos
mismos tener si se exhibieron o muestran .
Dado en Roma, cerca de San Pedro, eL 25 de febrero, en el año 1576, y sexto de nuestro pontificado...
https://forocatolico.wordpress.com/2014/05/11/bula-regnans-in-exelsis-con-la-cual-san-pio-v-excomulgo-a-isabel-i-de-inglaterra/
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