Pensadora y novelista francesa, representante del movimiento existencialista ateo y figura importante en la reivindicación de los derechos de la mujer. Originaria de una familia burguesa, destacó desde temprana edad como una alumna brillante. Estudió en la Sorbona y en 1929 conoció a Jean-Paul Sartre, que se convirtió en su compañero durante el resto de su vida.
Se graduó en filosofía y hasta 1943 se dedicó a
la docencia en los liceos de Marsella, Ruan y París. Su primera obra fue
la novela La invitada , a la que siguió La sangre de los otros y el ensayo Pyrrhus y Cineas . Participó intensamente en los debates ideológicos de la época,
atacó con dureza a la derecha francesa, y asumió el papel de intelectual
comprometida. En sus textos literarios revisó los conceptos de
"historia" y "personaje" e incorporó, desde la óptica existencialista,
los temas de "libertad", "situación" y "compromiso".
Fue fundadora junto a Sartre, A. Camus, y M. Merleau-Ponty, entre otros, de la revista Tiempos Modernos,
cuyo primer número salió a la calle el 15 de octubre de 1945 y se
transformó en un referente político y cultural del pensamiento francés
de mitad del siglo XX. Posteriormente publicó la novela Todos los hombres son mortales , y los ensayos Para una moral de la ambigüedad y América al día .
Su libro El segundo sexo , significó un punto de partida teórico para distintos grupos
feministas, y se convirtió en una obra clásica del pensamiento
contemporáneo. En él elaboró una historia sobre la condición social de
la mujer y analizó las distintas características de la opresión
masculina. Afirmó que al ser excluida de los procesos de producción y
confinada al hogar y a las funciones reproductivas, la mujer perdía
todos los vínculos sociales y con ellos la posibilidad de ser libre.
Analizó la situación de género desde la visión de la biología, el
psicoanálisis y el marxismo; destruyó los mitos femeninos, e incitó a
buscar una auténtica liberación. Sostuvo que la lucha para la
emancipación de la mujer era distinta y paralela a la lucha de clases, y
que el principal problema que debía afrontar el "sexo débil" no era
ideológico sino económico
.
Fundó con algunas feministas la Liga de los Derechos de
la Mujer, que se propuso reaccionar con firmeza ante cualquier
discriminación sexista, y preparó un número especial de Tiempos Modernos destinado a la discusión del tema. Ganó el Premio Goncourt con Los mandarines , donde trató las dificultades de los intelectuales de la
posguerra para asumir su responsabilidad social. En 1966 participó en el
Tribunal Russell, en mayo de 1968 se solidarizó con los estudiantes
liderados por Daniel Cohn-Bendit, en 1972 presidió la asociación
Choisir, encargada de defender la libre contracepción, y hasta sus
últimos días fue una incansable luchadora por los derechos humanos.
Sus abundantes títulos testimoniales y autobiográficos incluyen Memorias de una joven formal , La plenitud de la vida , La fuerza de las cosas , Una muerte muy dulce , La vejez , Final de cuentas y La ceremonia del adiós .
Fundó con algunas feministas la Liga de los Derechos de
la MujTiempos Modernos destinado a la discusión del tema. Ganó el Premio Goncourt con Los mandarines , donde trató las dificultades de los intelectuales de la
posguerra para asumir su responsabilidad social. En 1966 participó en el
Tribunal Russell, en mayo de 1968 se solidarizó con los estudiantes
liderados por Daniel Cohn-Bendit, en 1972 presidió la asociación
Choisir, encargada de defender la libre contracepción, y hasta sus
últimos días fue una incansable luchadora por los derechos humanos.
Fué un ser, que se propuso reaccionar con firmeza ante cualquier
discriminación
POEMAS
No te enamores.
No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe.
No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca.
No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma. No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música.
No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y vertigue un inmenso horror por las injusticias. No te enamores de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo.
No te enamores de una mujer intensa, lúdica y lúcida e irreverente.
No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella...de
una mujer así...Jamás se regresa.
No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe.
No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca.
No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma. No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música.
No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y vertigue un inmenso horror por las injusticias. No te enamores de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo.
No te enamores de una mujer intensa, lúdica y lúcida e irreverente.
No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella...de
una mujer así...Jamás se regresa.
EL SILENCIO
A VECES QUIERO GRITAR,OIR SOLAMENTE MI VOZ.
¿La mujer? Es muy sencillo, afirman los aficionados a las fórmulas simples: es una matriz, un ovario; es una hembra: basta esta palabra para definirla. En boca del hombre, el epíteto de «hembra» suena como un insulto; sin embargo, no se avergüenza de su animalidad; se enorgullece, por el contrario, si de él se dice: «¡Es un macho!». El término «hembra» es peyorativo, no porque enraíce a la mujer en la Naturaleza, sino porque la confina en su sexo;”
Porque la mujer tiene que ser
reivindicada como lo que es y no un simple dato biológico o que se use
como minoritariamente, que además solo por tener un útero como dice la
autora debe tener hijos, no es así, la mujer no siempre tiene que ser un
modelo que la sociedad le imponga roles, que tiene que saber planchar,
alsar la casa y solo dedicarse al hogar y además que se le considere
como una débil porque no tiene más fuerza que el hombre. La mujer no
debe también solo quedarse en la opresión dónde no la dejan opinar y le
cierran los caminos para que elija mejor ser parte de una sociedad y
solamente elegir el camino de procrear.
“La palabra hembra conjura en su mente
una zarabanda de imágenes: un enorme óvulo redondo atrapa y castra al
ágil espermatozoide” Simone de Beauvoir… Simplemente es excelente puesto
que se le considera a la mujer cómo aquello que no tiene
caracterización, aquello que no tiene fuerza porque también como dice la
autora es que sin un ovulo que resguarde al espermatozoide no existiría
o hasta no daría fecundidad, necesita del calor, necesita a ese otro
para poder ser él mismo.
“Para el hombre es una compañera sexual,
una reproductora, un objeto erótico, una Otra a través de la cual se
busca a sí mismo.” S. de Beauvoir
No estoy de acuerdo que para ciertos
hombres sea solamente un objeto de placer, la mujer busca algo más que
eso, busca amar, trascender su existencia, busca no sólo un compañero
sino un amigo, amante, hermano y demás. Porque fuera del ámbito de lo
erótico los hombres no son hombres con la mujer, porque se le manipula,
como aquello que simplemente es un medio y no un fin en si misma.
Carta de Simone de Beauvoir a Jean Paul Sartre
Querido pequeño ser:
Quiero
contarle algo extremadamente placentero e inesperado que me pasó: hace
tres días me acosté con el pequeño Bost. Naturalmente fui yo quien lo
propuso, el deseo era de ambos y durante el día manteníamos serias
conversaciones mientras que las noches se hacían intolerablemente
pesadas. Una noche lluviosa, en una granja de Tignes, estábamos tumbados
de espaldas a diez centímetros uno del otro y nos estuvimos observando
más de una hora, alargando con diversos pretextos el momento de ir a
dormir. Al final me puse a reír tontamente mirándolo y él me dijo: "¿De
que se ríe?". Y le contesté: "Me estaba preguntando qué cara pondría si
le propusiera acostarse conmigo". Y replicó: "Yo estaba pensando que
usted pensaba que tenía ganas de besarla y no me atrevía". Remoloneamos
aún un cuarto de hora más antes de que se atreviera a besarme. Le
sorprendió muchísimo que le dijera que siempre había sentido muchísima
ternura por él y anoche acabó por confesarme que hacía tiempo que me
amaba. Le he tomado mucho cariño. Estamos pasando unos días idílicos y
unas noches apasionadas. Me parece una cosa preciosa e intensa, pero es
leve y tiene un lugar muy determinado en mi vida: la feliz consecuencia
de una relación que siempre me había sido grata. Hasta la vista querido
pequeño ser; el sábado estaré en el andén y si no estoy en el andén
estaré en la cantina. Tengo ganas de pasar unas interminables semanas a
solas contigo.
Te beso tiernamente,
TU CASTOR
Carta de Amor de Jean Paul Sartre a Simone de Beauvoir
TU CASTOR
Carta de Amor de Jean Paul Sartre a Simone de Beauvoir
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/sartre.htmMi querida niña:
Durante un largo tiempo he querido escribirte en la noche, después de una de esas salidas con amigos que pronto describiré en “Una derrota”, del tipo de cuando el mundo es nuestro. Quería compartirte mi alegría de conquistador y acostarme a tus pies, como hicieron en la Era del Rey Sol. Y luego, cansado por todo el griterío, irme a la cama.
Hoy lo hago para sentir el placer que aún no conoces, de cambiar abruptamente la amistad por amor, de fuerza a cariño. Hoy te amo de una manera que no has conocido en mí: ni estoy cansado de los viajes ni estoy envuelto en deseo por tu presencia. Estoy dominando mi amor por ti y tornándolo hacia adentro en un elemento constitutivo de mi ser. Esto sucede mucho más seguido de lo que lo admito ante ti, pero rara vez cuando te escribo. Intenta entenderme: te amo mientras pongo atención a las cosas externas. En Toulouse te amé deliberadamente. Hoy te amo en una tarde de verano. Te amo con la ventana abierta. Eres mía, y las cosas son mías, y mi amor cambia las cosas a mi alrededor y las cosas cambian mi amor.
Mi querida niña , como te dije, lo que te hace falta es amistad. Pero ahora es el momento para un consejo más práctico. ¿Podrías encontrar a una amiga? ¿Cómo es que Toulouse no tiene ninguna mujer inteligente y digna de ti? Pero no tendrías que amarla. Aunque tú siempre estás lista para dar amor, es lo que se obtiene más fácilmente de ti. No hablo de tu amor por mí, el cual va mucho más allá de eso, sino que eres dadivosa con pequeños amores secundarios, como aquella noche en Thiviers donde amaste a aquel peatón que caminaba cuesta abajo en la oscuridad, quien resultó ser yo. Conoce el sentimiento, libre de cariño, que surge de ser dos. Es difícil porque toda amistad, incluso la de dos hombres de temple fuerte, tienen sus momentos de amor. Tengo que consolar a mi amigo en duelo para amarlo; es una sentimiento fácilmente debilitado y distorsionado. Pero tú eres capaz de él y debes experimentarlo. Pese a tu misantropía ¿has imaginado qué bella aventura sería buscar en Toulouse a una mujer digna de tu amistad y de quien te podrías enamorar? No te preocupes por el lado físico o social de la situación y busca honestamente. Si no encuentras a nadie hazte amiga de Henri Pons, a quien ya casi no quieres.
Te amo con todo mi corazón.
http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1274#:~:text=En%20el%20feminismo%20existencialista%20de,autonom%C3%ADa%22%2C%20%22libertad%22.&text=Simone%20de%20Beauvoir%20no%20se,a%20los%20creadores%20de%20sistemas.
https://www.womennow.es/es/noticia/simone-de-beauvoir-mejores-frases-libros/#:~:text=Hoy%2C%20hablamos%20de%20Simone%20de,gran%20referente%20dentro%20del%20feminismo.
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