Un sábado de diciembre de 1895, en el Salón Indien del Gran Café de París, tuvo lugar la primera proyección cinematográfica oficial de la historia del cine. Seguro que todos ustedes habran oído hablar de esa sesión e incluso algunos, habran intentado ver las diez películas que componían la misma. Pero, ¿cuánto hace de ello?,Cuando empecé a interesarme por ese tema leí libros en los que la primera sesión no se parecía en nada a la que hoy parece confirmada por el Instituto Lumière. En aquellos años (y no hace tanto) siempre se hablaba que la mítica película de "La llegada del tren" estuvo es esa sesión. Parece que no. También solía decirse que "El regador regado" considerada la primera ficción cinematográfica se incluyó después en el programa. Pues tampoco. Parece que ya estaba en esa primera sesión. Así que para curiosos, interesados y confundidos, vamos a repasar alguna de las primeras películas, todas de menos de un minuto de duracion, que se proyectaron ese día.
Lo que sí parece claro es que los espectadores fueron 33 (había 100
sillas preparadas que no se llenaron), que la entrada valía un franco y
que los hermanos Lumière (Auguste y Louis) no estaban presentes en la
sala y que de proyectar las películas se encargaba el padre de ambos.
Otra cosa curiosa es que entre película y película se debía parar dos
minutos para realizar el cambio de film, así que claramente, el tiempo
de espera entre cinta y cinta era superior a la duración de la mismas.
Sé que el ejercicio es difícil, pero apaguen las luces, imaginense en un
sótano de un local a punto de ver unas imágenes fotográficas en
movimiento que se presentan como una primicia a los espectadores
presentes, como un invento, como una curiosidad. Así empezó todo."La salida de los obreros de la fabrica Lumiére",los 46 segundos que iniciaron la odisea del cine...
La sortie de l'usine Lumière a Lyon
Esta primera emisión sucedió en un viejo hangar de Lyon, reconvertido hoy en museo y cinemateca. Aconteció hacia el final del invierno de 1895, cuando los hermanos Lumière tomaron su nueva invención y rodaron los primeros 46 segundos de la historia del cine: Salida de los obreros de la fábrica Lumière. A estas alturas, la historia es tan conocida que hasta parece innecesario volver a detenerse en ella. ¿Qué se puede añadir todavía sobre la proeza de esos dos hermanos que filmaron a los operarios que salían de la fábrica familiar?... que esta proyección fué emitida tambien como primera pelicula del Salon Indien del Gran Café de Paris.
La Pêche aux poissons rouges
Otra escena rodada por Louis Lumière también en la región de Lyon de Rhone- Alpes. En este caso se trata de una escena cotidiana sin más de una niña intentando coger el pez de una pecera
Le Débarquement du Congrès de Photografie à Lyon
Esta escena de desembarco, también fue exhibida a sus protagonistas de forma privada la misma tarde a la filmación y por tanto, antes de la primera proyección pública del cinematógrafo. Los protagonistas son miembros del congreso de fotografía que tuvo lugar en Neuville-sur-Saone y el último en aparecer con un trípode y una cámara es el conocido astrónomo Pierre Jules César Janssen que junto con Norman Lockyer descubrió y dio nombre al elemento del helio.
Les Forgerons
Atención porque ahora nos podríamos encontrar ante el primer remake de la historia del cine, concretamente de Blacksmith scene,
rodado dos años antes por Edison con el Kinetoscopio, que como muchos
sabéis es considerado por muchos el auténtico inventor del cine, aunque
perdió la guerra de patentes. Que la tecnología de hoy nos permita
comparar es un lujo.
L'Arroseur arrosé
El jardinero de verdad de Louis Lumière, François Clerc es el jardinero
que aparece en el film. El nombre del chico es Benoît Duval que en
realidad era una aprendiz que trabajaba de carpintero en la fábrica
Lumière.
La película se considera la primera comedia y también la primera ficción cinematográfica. Un clasicazo.
Le repàs
Se trata de una escena anecdótica y aparentemente espontánea. Louis
Lumière filma a su hermano mientras desayuna, con su mujer y su hijo, en
el jardín de su casa.
El padre es Auguste Lumiere. La niña es su hija, Andree Lumière y la mujer es Marguerite Lumière.
En realidad, la puesta en escena fue cuidadosamente preparada, pues al
ser irremediablemente un plano general fijo debe quedar englobado todo
aquello que se va a mostrar, además pretende ofrecer una cierta
profundidad de campo a través de la puerta y la vegetación.
Le Saut a la couverture
Otra película con peripecia que además está interpretada por el mismo actor que la anterior La voltige, así que de alguna manera podría tratarse del primer actor especialista de la historia del cine.
“En realidad queda mucho que decir, comenta Thierry Frémaux, responsable del Instituto Lumière,comisario de Lumière. El cine inventado,"Por ejemplo, los Lumière nunca dijeron, como se suele creer, que el cine no tenía futuro. La invención del cine es como El hombre que mató a Liberty Valance: puede que la leyenda sea más bonita, pero no está mal conocer la realidad”, añade Frémaux,
Otra idea loca es creer que los Lumière fueron genios solitarios, que se levantaron una mañana y dieron con lo que sería el cine. La invención de la imagen animada fue una aventura compartida, que obsesionó a casi todos los hombres de su época. Antes que los Lumière estuvieron Marey, Muybridge, Demeny o Edison, que inventó el kinetoscopio cuatro años antes”, apunta de nuevo Frémaux. Pero el invento de Edison era un proyector individual, mientras que el cinematógrafo de los Lumière estaba pensado para las proyecciones en grupo. No solo dieron origen a una innovación técnica, sino también a un ritual social. “Si los hermanos ganaron la partida, fue solo porque entendieron la dimensión colectiva del cine. Ir al cine implica salir de casa y compartir una misma emoción con un grupo desconocidos”
Cada cinéfilo tiene una historia íntima con estos hermanos. Para el mismo Frémaux, todo cambió en 1982. Siendo un joven periodista aficionado de una radio libre de Lyon, acudió a la rueda de prensa de presentación del Instituto Lumière, cinemateca y casa-museo impulsada por el cineasta Bertrand Tavernier para preservar y valorizar la herencia de los hermanos. “Al final del encuentro, pasaron las imágenes de la salida de la fábrica. Las debía de haber visto antes, pero nunca de esa manera”, rememora con emoción.Henri Langlois, pionero de la conservación fílmica y cofundador de la Cinemateca Francesa, habló en uno de sus textos más conocidos sobre los orígenes del séptimo arte. “Hubo un tiempo en el que el cine surgía de los árboles, emergía del mar, en el que el hombre de la cámara mágica se detenía en las plazas, entraba en los cafés y las pantallas abrían una ventana al infinito. Ese fue el tiempo de Louis Lumière”.
“En realidad queda mucho que decir, comenta Thierry Frémaux, responsable del Instituto Lumière,comisario de Lumière. El cine inventado,"Por ejemplo, los Lumière nunca dijeron, como se suele creer, que el cine no tenía futuro. La invención del cine es como El hombre que mató a Liberty Valance: puede que la leyenda sea más bonita, pero no está mal conocer la realidad”, añade Frémaux,
Otra idea loca es creer que los Lumière fueron genios solitarios, que se levantaron una mañana y dieron con lo que sería el cine. La invención de la imagen animada fue una aventura compartida, que obsesionó a casi todos los hombres de su época. Antes que los Lumière estuvieron Marey, Muybridge, Demeny o Edison, que inventó el kinetoscopio cuatro años antes”, apunta de nuevo Frémaux. Pero el invento de Edison era un proyector individual, mientras que el cinematógrafo de los Lumière estaba pensado para las proyecciones en grupo. No solo dieron origen a una innovación técnica, sino también a un ritual social. “Si los hermanos ganaron la partida, fue solo porque entendieron la dimensión colectiva del cine. Ir al cine implica salir de casa y compartir una misma emoción con un grupo desconocidos”
Cada cinéfilo tiene una historia íntima con estos hermanos. Para el mismo Frémaux, todo cambió en 1982. Siendo un joven periodista aficionado de una radio libre de Lyon, acudió a la rueda de prensa de presentación del Instituto Lumière, cinemateca y casa-museo impulsada por el cineasta Bertrand Tavernier para preservar y valorizar la herencia de los hermanos. “Al final del encuentro, pasaron las imágenes de la salida de la fábrica. Las debía de haber visto antes, pero nunca de esa manera”, rememora con emoción.Henri Langlois, pionero de la conservación fílmica y cofundador de la Cinemateca Francesa, habló en uno de sus textos más conocidos sobre los orígenes del séptimo arte. “Hubo un tiempo en el que el cine surgía de los árboles, emergía del mar, en el que el hombre de la cámara mágica se detenía en las plazas, entraba en los cafés y las pantallas abrían una ventana al infinito. Ese fue el tiempo de Louis Lumière”.
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