Durante los últimos cuarenta años, nueve "Niños" han afectado el planeta. En la mayoría de ellos la temperatura del agua no sólo se elevó en la costa sino también en el interior del continente y a lo largo de una franja de 5000 millas sobre el Pacífico Ecuatorial. En los eventos más débiles, las temperaturas se elevaron sólo de 1 a 2 grados centígrados con impactos moderados. Sin embargo, los eventos fuertes como "El Niño" de 1982-83 y el último de 1997-98 dejaron una profunda huella no sólo en la vida , sino en las condiciones climáticas a lo largo del mundo entero.
Se trata de un fenómeno natural recurrente con ciclos más o menos regulares (en promedio cada cuatro o cinco años). El Niño afecta al Pacífico desde Perú hasta Indonesia. El calentamiento local del océano más grande del mundo también produce repercusiones en la circulación atmosférica mundial de los vientos y las corrientes. Aunque algunos de sus efectos puedan ser benéficos, el fenómeno es más conocido por los estragos que es capaz de causar; pueden perderse las cosechas, reducirse la pesca y peligrar los ecosistemas oceánicos, lo que constituye una amenaza para la seguridad alimentaria en muchas regiones. La perturbación puede producir sequías en el sur de Africa, en partes de la India, en Indonesia, Australia y en ciertas regiones del continente americano, inundaciones en Kenya, Argentina y en los Estados Unidos, monzones erráticos en el sur de Asia y temperaturas en extremo elevadas en Japón y en algunas regiones de Canadá. Aunque el calentamiento del agua puede durar de 12 meses a 5 años, un desfase entre el fenómeno mismo y muchas de sus consecuencias climáticas más importantes significa que las repercusiones son a largo plazo. El intenso El Niño de 1982-83 devastó a más de 15 países.
Origen
El Niño se origina en el Océano Pacífico Tropical (cerca de Australia e Indonesia); alterándose la presión atmosférica en zonas tan distantes como Sudamérica, Indonesia, Australia, India, Africa y otras zonas mas. Cambia la dirección y velocidad de los vientos y las zonas de lluvia se desplazan a regiones tropicales. Pero existe otro fenómeno oceánico en las costas de América del Sur, denominado Surgencia (aguas profundas que emergen a la superficie, cerca de la costa); esto se produce por la acción conjunta de los vientos y la rotación de la Tierra. Las aguas, producto de la surgencia, son frías y ricas en nutrientes, lo que permite pescas productivas.
Los cambios de temperatura repercuten en la salinidad de las aguas, trayendo como consecuencia, cambios en las condiciones ambientales de los ecosistemas marinos. Esto afecta la población de peces y por consiguiente la actividad pesquera, especialmente en las áreas correspondientes al Pacífico sur.
La presencia de El Niño implica que muchas regiones normalmente húmedas, llegan a ser secas y otras que se han caracterizado por su sequedad, se vuelven húmedas. Los cambios en la disponibilidad y abundancia de la población de peces, tiene otros efectos adversos como inundaciones, erosión costera, alteración en el anidamiento de aves marinas y en los arrecifes de coral, presencia de tormentas tropicales, etc.
Este fenómeno se presenta a intervalos de dos a siete años y se caracteriza porque la superficie del mar y la atmósfera sobre él presentan una condición anormal durante un período que va de doce a dieciocho meses.
Vientos Alisios
Durante "El Niño", por diferencia en la presión atmosférica, los vientos Alisios se debilitan o dejan de soplar. El máximo de temperatura superficial del mar que había en la zona occidental gradualmente se desplaza hacia el este y, alrededor de seis meses después, alcanza la costa de América del Sur, en el extremo este del Pacífico. El desplazamiento del máximo de temperatura superficial del mar va acompañado de un enfriamiento relativo en el Pacífico Occidental, es decir, cerca de Asia.
Además, durante "El Niño", la formación de nubes y precipitación también emigra hacia América pues, como ya se mencionó, en la atmósfera se produce una alteración del patrón de la presión atmosférica, que baja en el lado este del Pacífico y sube en el oeste. A la aparición y desplazamiento del máximo de temperatura se le ha nombrado más recientemente "episodio cálido" y al sube -y- baja de la presión, Oscilación del Sur. Modernamente se nombra al fenómeno ENOS (ENSO en inglés), acrónimo de El Niño, Oscilación del Sur, denotando con ello el conjunto de alteraciones en los patrones normales de circulación del océano y la atmósfera.
Los cambios en la temperatura influyen en la salinidad de las aguas, cambiándose, por lo tanto, las condiciones ambientales para los ecosistemas marinos. Estos cambios afectan las poblaciones de peces, especialmente en las áreas del Pacífico americano y, por ende, la actividad pesquera en ellas. Los cambios en la circulación atmosférica alteran el clima global, con lo que se afectan la agricultura, los recursos hídricos y otras actividades económicas importantes en extensas áreas del planeta.
En términos prácticos, la ocurrencia de El Niño significa que muchas regiones normalmente húmedas, como Indonesia, llegan a ser secas, mientras que las áreas normalmente secas, como las de la costa oeste de América, se humedecen con precipitaciones intensas.
Otros cambios se llevan a cabo; por ejemplo, la disponibilidad y abundancia de las poblaciones de peces cambia en áreas costeras. Esto tiene repercusiones no deseadas, con impactos adversos en la producción y exportación pesquera y de otros productos alimenticios. Otros impactos adversos incluyen un aumento en la frecuencia de incendios forestales, inundaciones, erosión costera, alteraciones en el anidamiento de aves marinas y en los arrecifes coralinos, así como la presencia de tormentas tropicales.
Efectos provocados por el fenómeno de El Niño:
- a) El Niño ha provocado un calentamiento global del planeta y aumento en la temperatura de las aguas costeras durante las últimas décadas. Este calentamiento es un fenómeno cuyos valores no se han precisado aún, pues se ignoran sus mecanismos. Lo único que se tiene claro son sus resultados que han propiciado cambios en la pesquería y en la cantidad de precipitaciones atmosféricas en la región.
- b) El fenómeno de El Niño se caracteriza por aguas normalmente cálidas del Océano Pacífico Ecuatorial oriental, o sea, frente a las Costas . Estas aguas cálidas producen gran cantidad de nubes y fuertes precipitaciones en el Sureste de Asia, pero durante El Niño, este fenómeno se desplaza hacia América.
- c) Un problema grave es que existen especies que no sobreviven al cambio de temperatura y mueren. Otros de los efectos en la salud de las especies, son temporales y tienden a normalizarse poco a poco
- d) Uno de los efectos de radical importancia y que tuvo un gran impacto en el Pacífico sur es el Cólera. Se presentó en Perú el 23 de enero de 1991. Y, en el año 92 y 93 se propagó, cruzando el Río Amazonas al Océano Atlántico. Su desplazamiento tocó el Mar Caribe y el Golfo de México.
Fenómeno de La Niña
Está caracterizada por inusuales temperaturas bajas en el océano Pacífico Ecuatorial". El "ENOS fase fría" ("La Niña") por lo general se presenta inmediatamente después del "ENOS–fase caliente" ("El Niño"). El calor incrementado durante la fase caliente es liberado hacia la atmósfera principalmente en la forma de incremento de la evaporación, enfriándose el océano y retornando a sus temperaturas normales. Por lo tanto Cálido / El Niño y Frio / La Niña, cuando finaliza un evento El Niño, no necesariamente se debe esperar que se desarrolle un episodio de La Niña, sin embargo en la mayoría de las veces esta transición tiene lugar.
Y también las condiciones meteorológicas cambian dramáticamente en las regiones afectadas: normalmente, los vientos secos, toman por evaporación sólo poca agua de las corrientes frías del mar. La consecuencia es que las regiones en su extensión total, es pobre en precipitaciones. De ahí que se encuentran en las costas de las áreas de flotación, las regiones más secas del mundo, el desierto de Atacama en Chile y el desierto de Namibia, en Namibia.
Barcas en el desierto: Arica en Chile
El Niño 1997-1998
En noviembre de 1997 se realizó un foro para predecir los impactos de El Niño. "¿Cuánto va a llover en la región?" o "¿cuánto se intensificarán los vientos para los huracanes?" fueron unas de las de cientos de preguntas que se realizaron en el foro. Las consecuencias del fenómeno El Niño, en 1997, fueron muy fuertes, no solamente afectaron las costas de Sudamérica, sino que también afectó en Centroamérica, el Pacífico mexicano, y la Corriente de California, ocasionando intensas lluvias desde el estado de Baja California, en México, hasta el sur del Perú. Provocó, aparte de epidemias, gran erosión en las costas, incendios forestales, pérdida pesquera y agrícola. Incluso el 13 de diciembre de 1997, como fue en invierno, se dio un frente frío junto con las intensas lluvias del fenómeno que produjeron una nevada en el norte y centro del estado de Jalisco. Esto trajo consigo un descenso en la temperatura de -7° C, después de 116 años que no se presentaba a este nivel.
Influencia en el Perú
El último Fenómeno del Niño afectó en 1997-98 gran parte del Perú, concentrándose sus efectos entre los meses de Noviembre de 1997 y Abril de 1998. Las lluvias promedio mensuales alcanzaron 701 mm en Tumbes, 623 mm en Piura y 202 mm en Chiclayo, superando ampliamente los niveles normales.
Los departamentos mas afectados del país fueron los de Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Ancash, Ica, Junín, Cusco y Cajamarca. Los principales daños ocasionados por desbordes de los ríos y por precipitaciones pluviales ocurrieron en los casos de Tumbes, Piura, Lambayeque y Ica.
Los ríos que desembocan en el Pacífico alcanzaron caudales muy importantes. Algunos de los cuales alcanzaron los siguientes caudales:
- Río Tumbes 2300 m3/seg
- Río Piura 4424 m3/seg
- Río Chicama 1200 m3/seg
- Río Ica 620 m3/seg
- Río Rímac 200 m3/seg
Los daños causados se concentran en la infraestructura vial, agricultura, e infraestructura urbanas eléctricas. Se estimaron 880 km de carreteras destruidas donde 115 km corresponden a carreteras asfaltadas, 394 km a afirmadas y 334 km a vías sin afirmar y trochas. Igualmente han sido afectados 845 km de carreteras asfaltadas, 4640 km de carreteras afirmadas y 1060 km de vías sin afirmar aproximadamente. Se tienen 58 puentes dañados totalmente y 28 puentes afectados con una longitud total de 4395 mt. Igualmente las vías de ferrocarril central, del Sur y del Sur-oriente han sufrido el embate de más de 150 huaicos.
Se han afectado poblaciones urbanas y/o rurales de Tumbes, Piura, Ica, Oxapampa, Villarica, Pozuzo, Junín, y Trujillo, comprometiéndose sus obras de saneamiento de agua y desagüe.
El Fenómeno El Niño ocurrido en 1998, afectó en forma inesperada a la ciudad de Ica, en el estado presente de nuestro conocimiento y según el estudio de éste evento, no hay ninguna certeza de que podría volver presentarse, con magnitud e intensidad impredecible, en cualquier año y en cualquiera de las cuencas hidrográficas de la costa peruana.
Las investigaciones históricas y prehistóricas hechas por varios autores conducen a estimar el periodo de retorno de los dos últimos fuertes Niños a 50 años, con todas las debidas reservas.
El fenómeno se ha asociado a mayor incidencia de frentes fríos, aumento del número de huracanes en el Pacífico mientras que disminuyen en el Atlántico, Caribe y golfo de México, tal como se ha venido observando en los últimos años.
Estas condiciones atmosféricas causan inundaciones importantes en las cuencas de los ríos, principalmente los correspondientes a la vertiente del Pacífico las cuales se ven agravadas por la alta vulnerabilidad de muchas zonas pobladas establecidas en áreas de alto riesgo como márgenes de ríos y laderas propensas a deslizamientos.
En América del Sur
Las consecuencias de este fenómeno climático lleva a regiones aleatorias de América del Sur a:- Disminución de la intensidad de la corriente de Humboldt.
- Pérdidas pesqueras en ciertas especies e incremento en otras.
- Intensa formación de nubes generadas en la zona de convergencia intertropical.
- Periodos muy húmedos.
- Baja presión atmosférica.
- Generación de huaicos (Aluviones)
- Pérdidas agrícolas.
En América Central
Guatemala
Uno de los eventos climáticos de mayor impacto en Guatemala es el fenómeno de El Niño, con importantes implicaciones en el clima, que se ha reflejado en la variación de los regímenes de lluvia. Bajo eventos severos se ha registrado una disminución importante en los acumulados de lluvia el inicio de la época lluviosa, con implicaciones de menor disponibilidad de agua, incendios, etc.El fenómeno se ha asociado a mayor incidencia de frentes fríos, aumento del número de huracanes en el Pacífico mientras que disminuyen en el Atlántico, Caribe y golfo de México, tal como se ha venido observando en los últimos años.
Estas condiciones atmosféricas causan inundaciones importantes en las cuencas de los ríos, principalmente los correspondientes a la vertiente del Pacífico las cuales se ven agravadas por la alta vulnerabilidad de muchas zonas pobladas establecidas en áreas de alto riesgo como márgenes de ríos y laderas propensas a deslizamientos.
En el sudeste de Asia
En determinadas regiones aleatorias (desconocidas) del sudeste asiático provoca:- Lluvias escasas.
- Enfriamiento del océano.
- Baja formación de nubes.
- Periodos muy secos.
- Alta presión atmosférica.
- Escasez de alimentos marinos
- Cultivos arruinados
- Escasez de agua en los ríos
En el Mundo
Consecuencias globales:- Cambio de circulación atmosférica.
- Cambio de la temperatura oceánica.
- Pérdida económica en actividades primarias.
- Pérdidas de hogares.
Los Niños Pre-Hispánicos
Hemos intentado resumir las conclusiones de varios científicos quienes han estudiado las huellas dejadas desde hace algunos milenios por eventos climáticos excepcionales en varias zonas situadas entre la desembocadura del río Piura, al Norte y la de la Quebrada de los Burros cerca de Tacna, al extremo Sur del Perú.
No se sabe bien cuáles eran las condiciones climáticas que reinaban en la costa antes de la era interglacial actual, llamada holoceno (que se estableció desde hace aproximadamente 10.000 años). El nivel del mar era de 80 a 120 metros más bajo y la línea de la orilla más alejada, hasta varios kilómetros. Los autores están de acuerdo en pensar que las condiciones climáticas sobre la costa peruana ya eran desérticas o al menos áridas. Algunos investigadores afirman que los eventos de El Niño existen desde hace por lo menos 40.000 años.
En la parte Norte del Perú, se observa un evento del Niño que provoca inundaciones cada 5 ó 10 años. En el Sur estos eventos son escasos, pero pueden sobrevenir y son a menudo devastadores.
Las huellas dejadas por los diferentes Niños varían según las regiones. Las cronologías pueden ser diferentes. Se puede constatar que, de Norte a Sur de la Costa peruana sobrevienen cada 200, 300 o 500 años, una catástrofe climática mayor que probablemente ha provocado a menudo o facilitado la desaparición violenta de varias civilizaciones como la Cultura Chavín, la Dinastía Nyamlap o la cultura Lambayeque.
Diversos investigadores han concordado en una cronología completa de los eventos del Niño a partir de los elementos históricos.
Los eventos calificados de muy fuertes, que se podrían comparar a priori con los eventos de 1982-83 y de 1997-98 han sobrevenido en los años 1578, 1728, 1791, 1828, 1877, 1891 y 1925-26, es decir 9 eventos muy fuertes en 475 años, es decir aproximadamente cada 50 años.
Otros 10 eventos son calificados entre Fuerte y Muy Fuerte (F+) y otros 21 de Fuertes. Por lo tanto, han habido 40 eventos Fuertes y Muy Fuertes en 475 años, es decir uno cada 9 años.
¿Existe relación entre el cambio climático y el fenómeno El Niño?
A pesar de los avances en las investigaciones sobre la relación entre ambos fenómenos, no hay un consenso sobre el efecto del cambio climático en el ciclo de El Niño. Varios científicos e instituciones señalan, sin embargo, que es probable que la frecuencia del fenómeno El Niño ( y posiblemente su intensidad) se incremente como consecuencia de un aumento en la temperatura del planeta.
En noviembre del 2015, cuando ya se estaban manifestando los efectos del último fenómeno el Niño, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó que Centroamérica sería una de las regiones más afectadas. Y así fue. La sequía ha sido una de las más severas de la última década – como consecuencia directa de este evento climático – y en El Salvador, Honduras y Guatemala existen 3.5 millones de personas damnificadas. A pesar de que El Niño ha generado en ciertas zonas del planeta lluvias torrenciales e inundaciones, y en otras regiones, sequías extremas, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) aún es muy temprano para asegurar que se trata del episodio más intenso registrado a la fecha.
De acuerdo a EFE Verde, El Niño – que se espera se disipe en el segundo trimestre de 2016 – es un fenómeno cíclico natural con consecuencias mundiales, aunque con especial incidencia en el suroeste asiático, sur de Indonesia, norte de Australia y América del Sur. Como consecuencia de El Niño las temperaturas del mar en la superficie del este y centro del océano Pacífico tropical pasan a ser más altas de lo normal. Este fenómeno climático provoca intensas lluvias e inundaciones en América Latina, Asia, Oceanía, y África, con episodios de sequías en otras zonas de las mismas regiones.
¿Cuál es la relación entre el cambio climático y el fenómeno El Niño?
Una investigación publicada en la revista Nature en el 2014 y basada en varios modelos computacionales sostenía que los episodios extremos del fenómeno El Niño aumentarán en frecuencia como consecuencia del cambio climático. Sin embargo, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), referente global en cuanto a la ciencia del cambio climático, todavía no considera este vínculo como demostrado.
Jorge Carrasco, meteorólogo chileno quien participó en la elaboración del Quinto Informe de Evaluación del IPCC, explicó a ConexiónCOP que “cuando se habla de cambio climático, se hace referencia a tendencias, por ejemplo, el estado actual del clima puede cambiar a uno nuevo, mientras que el fenómeno El Niño es una variabilidad natural, por lo tanto no existe una relación de causa y efecto entre ambos. Sin embargo sí se puede hablar de predisposiciones”.
Carrasco añadió que en un escenario más cálido del actual, como consecuencia del cambio climático, las zonas afectadas y los eventos climáticos ocasionados por el Niño tanto en el presente como en el futuro no cambiarán, lo que cambiará es la intensidad y frecuencia del desarrollo de los mismos.
Rodney Martínez, director internacional del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno del Niño (CIIFEN), indica que El Niño 2015 – 2016 es un caso excepcional, pues se ha desarrollado en el año que ha sido declarado como el más cálido de la historia. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que en el 2015 los registros de temperatura alcanzaron sus picos más altos a nivel histórico. Además según la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) la temperatura de febrero de 2016 fue superior en 1,35 grados centígrados a la media de los meses de febrero del periodo 1951-1980, el que la NASA toma como escenario base.
“Actualmente El Niño presenta y continúa presentando eventos extremos, algunos inéditos, como la ocurrencia de 5 ciclones tropicales de gran intensidad en el Pacífico en octubre del año pasado, que afortunadamente se desarrollaron en mar abierto. De igual manera no dejan de sorprender las sequías que han sido excepcionalmente severas en Centroamérica, Costa del Caribe de Colombia y Venezuela. Las precipitaciones ocurridas a fines de 2015 en Paraguay, norte de Argentina y sur de Brasil también marcan extremos. Hay un punto de convergencia que podría ser una gran evidencia para relacionar el Niño con el cambio climático y es la ocurrencia de eventos extremos”, sostiene Martínez.
Sin embargo, el experto añade que si bien se sigue acumulando evidencia de la relación entre el Niño y el cambio climático, no se puede todavía afirmar nada, ya que se debe tomar en cuenta otros factores que corresponden a la variabilidad climática natural.
Por su lado, el CIIFEN dio a conocer tres mensajes clave sobre el reciente fenómeno, mencionando el posible nexo entre el cambio climático y El Niño:
- El Niño 2015 – 2016 se ubica junto a los de 1997 – 1998, 1982 – 1983 entre los más fuertes desde 1950 y su evolución actual es inédita.
- Los impactos climáticos de El Niño 2015 – 2016 se verán amplificados por la variabilidad decadal y el calentamiento global.
- El Niño 2015 – 2016 se desarrolla en medio de condiciones de vulnerabilidad económica, ambiental, social, y política que podrían amplificar sus impactos.
Según señala Elizabeth Silvestre, doctora en meteorología y responsable del Programa Nacional de Ciencia y Tecnología Ambiental del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTEC), precisamente a partir de los años 1970 es cuando la temperatura del planeta empezó a aumentar de temperatura de manera drástica.
“Un incremento de la temperatura a nivel global, provocado por el cambio climático, tiene como consecuencia un calentamiento de la superficie del océano. Es probable que debido a ese calentamiento del mar, el fenómeno El Niño tienda a producirse con mayor frecuencia. Sin embargo, hasta la fecha, no hay suficientes estudios para demostrar claramente esta relación”, indica Silvestre.
Silvestre y Martínez precisaron a Conexión COP que si bien en base a la ciencia actual no se puede decir que un evento en particular se debe al cambio climático, está claramente demostrado que el calentamiento global tendrá como consecuencia un incremento de la frecuencia de los eventos climáticos extremos en general, y posiblemente de su intensidad, provocando más desastres naturales en el planeta.
Consideraciones finales
Para concluir, con todas las reservas del caso, se puede decir que cada 500 o 1000 años una parte del mundo ha sido golpeado por una catástrofe mayor (Mega Niño), capaz de remodelar paisajes y desorganizar o provocar la desaparición de sociedades.
Niños Muy Fuertes como los de 1925, 1983 o 1997 sobrevendrán aproximadamente cada 50 años.
Niños normales o canónicos sobrevendrán en promedio cada 3 ó 4 años. Estos tienen a menudo efectos benéficos sobre las culturas y la generación de los recursos en agua, pero provocan una sobre dos o tres veces (en promedio cada diez años) daños apreciables.
https://www.efeverde.com/noticias/unicef-teme-que-11-millones-de-menores-sufran-las-consecuencias-de-el-nino/
https://es.wikipedia.org/wiki/Corriente_de_Humboldt
https://es.wiktionary.org/wiki/aleatorio
https://es.wikipedia.org/wiki/Vertiente_del_oc%C3%A9ano_Pac%C3%ADfico
https://www.gob.pe/concytec
https://ciifen.org/images/stories/EL_Nio_La_Nia/CIIFEN_ENOS_DIAGNSTICO_MARZO-2016.pdf
http://conexioncop.com/la-temperatura-media-global-marca-un-nuevo-record-en-febrero/
https://ciifen.org/
http://conexioncop.com/cambio-climatico-2014-reporte-de-sintesis/
https://archive.ipcc.ch/home_languages_main_spanish.shtml
https://www.nature.com/articles/nclimate2108
https://public.wmo.int/en/media
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