El atomismo fue fundado por Leucipo, desarrollado por Demócrito, criticado por Platón y Aristóteles, y posteriormente retomado por los epicúreos. El atomismo es la teoría según la cual la realidad material está compuesta de partículas indivisibles y de vacío. Según Demócrito, lo único que hay son átomos y vacío. El átomo es tan indivisible y, en sí mismo, inmutable y eterno como la esfera de Parménides. Sin embargo, a diferencia de éste último filósofo, los atomistas defendieron la existencia de movimiento pues creyeron en la existencia de vacío entre los átomos, con lo que éstos podrían moverse y enlazarse entre sí de diversos modos. El atomismo presenta una explicación materialista de lo real: todo es el resultado de la agregación y variada combinación de los átomos. Los átomos no se diferencian unos de otros por rasgos cualitativos sino por dimensiones cuantitativas y geométricas: según nos cuenta Aristóteles, Demócrito consideró que las únicas diferencias existentes entre los átomos son la cantidad, la forma (en el sentido geométrico), y la posición relativa en el interior del cuerpo. De este modo, las diferencias cualitativas que aparecen en el nivel de los objetos visibles se pueden explicar a partir de diferencias cuantitativas y geométricas de los átomos que componen dichos objetos.
El concepto de “átomo” y la teoría atómica de la materia que le acompaña en todas sus
ramificaciones, es una de las creaciones científicas más extraordinarias e influyentes de la
mente humana. Pero esa creación no fue simplemente una brillante idea repentina, no
surgió de la nada. Sus orígenes, carácter, y destino en la Antigüedad Griega Clásica puede
entenderse solamente en términos del entorno histórico en el que se engendró, esto es, la
cultura griega jónica, la civilización que primero buscó un entendimiento del mundo
natural.
La teoría atómica, pese a haber sido desarrollada más a fondo a comienzos del siglo XIX gracias a científicos como Dalton y Avogadro, fue propuesta por primera vez en la antigua Grecia. Cuando Dalton habló de átomos, fue porque físicamente tomaron sentido gracias a desarrollo de la ley de las proporciones múltiples, basada en la ley de conservación de la materia de Lavoisier y en la ley de las proporciones constantes de Proust. Por la contra, cuando Demócrito, Leucipo y Epicuro hablaron del átomo, fue simplemente como una necesidad filosófica fundando el atomismo como sistema filosófico.
Pese a que Newton creyera que la idea del átomo fuera originaria del fenicio Mochus de Sidó, la primera referencia al átomo como límite indivisible de la materia la encontramos en Grecia con Leucipo. Pero el que realmente desarrolló esta idea fue Demócrito, quien basó gran parte de su obra en la convicción de que cualquier sustancia podía dividirse hasta un límite, siendo imposible dividir más allá. De ahí el origen de la palabra átomo (sin partes).
Demócrito nació en el siglo V a.C en Abdera, y desde que era bien joven muchos le tomaron como un loco por sus ideas poco comunes. Estaba obsesionado con la idea de que dividiendo una gota de agua cada vez en partes más pequeñas se obtendrían cada vez gotas más pequeñas. ¿Pero qué pasaría si llegase un punto en el que fuera imposible continuar con la división?
Tomando el pensamiento de su maestro Leucipo, Demócrito supuso la existencia del átomo como parte indivisible de la materia, y además sentenció que existían distintos tipos de átomos que al combinarse de formas y con ordenaciones distintas formaban las distintas sustancias existentes. También supuso que cuando la madera ardía o el hierro se oxidaba, las partículas que formaban tanto la madera como el hierro se reordenaban para convertirse en cenizas y herrumbre respectivamente.
La mayor parte de los filósofos coetáneos a Demócrito ridiculizaron su pensamiento calificándolo de absurdo. No era posible que una partícula que ocupase un espacio no se pudiera escindir, y en caso de que no se pudiera dividir, significaría que no ocuparía ningún espacio y por lo tanto no sería nada… ¿Y cómo era posible de que la materia estuviera compuesta por nada?
Este hecho provocó que todos los escritos y estudios de Demócrito fueran tomados como parte de su locura, por lo que de las más de 70 obras que llegó a confeccionar en vida no se conserva ninguna. Aun así, hubo algunos filósofos en los que sí que caló su filosofía, por lo que Epicuro, cien años después de la muerte de Demócrito, fundó en Atenas la escuela atomista.Epicuro fue un maestro de gran renombre y con gran número de seguidores, gracias a lo cual las ideas atomistas de Demócrito se mantuvieron, aunque tampoco Epicuro fue capaz de convencer a sus coetáneos de la existencia de los átomos.
Leucipo, en una línea clara de descendencia intelectual de Parménides, estuvo de acuerdo
en que lo que es es el plenum absoluto, pero apoderándose del "reductio ad absurdum de
Melissos", que si hubieran muchos cada uno tendría que ser el mismo que el uno, Leucipo
arguyo que el plenum no es una entidad simple sino un numero infinito de diminutos
plenos, invisibles debido a su pequeñez. Y aquí “el todo son muchos”, y cada uno de los
muchos es un plenum. Cada uno siendo un plenum es, como cualquier plenum indivisible y
por tanto el nombre acunado para estas partículas, “átomos”, significa “indivisibles” .
Un átomo es entones una minúscula partícula, indivisible y discreta, inventada por Leucipo.
La teoría atómica establece que la materia y el universo esta hecha sólo de materia en la
forma de tales partículas. Para él el
universo, la totalidad de lo que es no consiste de lo que es (las partículas) y lo que no es (el
vacío) sino solamente de lo que es los átomos inmersos en el vacío .
En el siglo V a. C.,Leucipo sostenía que había un sólo tipo de materia y pensaba que si dividíamos la materia en partes cada vez más pequeñas, obtendríamos un trozo que no se podría cortar más.Demócrito llamó a estos trozos átomos (sin división). La filosofía atomista de Leucipo y Demócrito podía resumirse en:
1. Los átomos son eternos, indivisibles, homogéneos e invisibles.
2. Los átomos se diferencian en su forma y tamaño.
3. Las propiedades de la materia varían según el agrupamiento de los átomos.
En el siglo IV a. C., Empédocles postuló que la materia estaba formada por 4 elementos: tierra, aire, agua y fuego.
Aristóteles, posteriormente, postula que la materia estaba formada por esos 4 elementos, agregándole un quinto, el éter, pero niega la idea de átomo, hecho que se mantuvo hasta 200 años en el pensamiento de la humanidad.
El conocimiento griego se perdió para Occidente. Los romanos encontraron la filosofía, la
física y otros temas intelectuales similares completamente aburridos y no tradujeron los
libros griegos al latín. En los mejores días de Roma los libros griegos se utilizaban para
educar a los romanos en su lengua original. Pero a medida que Roma decayó, los romanos
decidieron que todo lo que era importante estaba escrito en la lengua romana, y a medida
que el sistema educativo degeneró, se perdió el acceso a estos libros, seguido de la pérdida
de los libros mismos. Por tanto la Europa Occidental Romana no tuvo acceso al
conocimiento de los físicos griegos y permaneció ignorándolo por casi un milenio.
Los libros griegos se tradujeron al Arabe, cuando el Islam se convirtió en el centro
intelectual del mundo. Con la conquista cristiana de la España Islámica ,las bibliotecas Islámicas cayeron en manos occidentales y la
traducción masiva al latín trajo a los griegos y la literatura islámica al Occidente.
Pero el conocimiento de la teoría atómica llegó embebido en una masa coherente de
teoría física que simultáneamente rechazaba el atomismo. En consecuencia, la teoría
atómica era inaceptable para Europa en la Alta Edad Media como lo había sido en la Grecia
Antigua.
La teoría atómica griega llegó a Occidente por un camino que estaba
bastante fuera de la corriente principal del pensamiento científico, se originó en la filosofía
Epicúrea. Epicuro de Samos (341-270) fue un filósofo moral hedonístico que llegó a
interesarse en forma periférica en la naturaleza del universo y encontró en el atomismo una
teoría de la materia adecuada a sus propósitos. El que escogiera la teoría atómica que los
físicos habían rechazado no es sorprendente. Epicuro no era un físico y sus criterios eran
diferentes de aquellos de los físicos. Pero expresó su versión de la teoría atómica en un
libro y también modifico la teoría atómica al
introducir piruetas impredecibles de los átomos en movimiento. Esta falta de causalidad
habría hecho la teoría inaceptable para cualquier físico griego, incluidos Leucipo y
Demócrito.
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