La temática del canibalismo prehistórico es una opción interesante a desarrollar acogiéndonos a las siguientes razones (entre otras):
A...la relativa frecuencia con la que suele aparecer (teniendo en cuenta la escasez generalizada de huesos de nuestra especie para determinados periodos )
B...la necesaria imbricación entre los conocimientos antropológicos, osteológicos, tafonómicos, arqueológicos e históricos para el esclarecimiento del suceso y su explicación.
C...el interés del entendimiento de los mecanismos sociales, económicos y culturales que propiciaron esta conducta y
D... lo atractivo del fenómeno per se.
El hallazgo de cadáveres con una serie de condiciones interpretables como síntomas de una “manipulación” antrópica en cuanto a su situación y modificaciones es una constante para la Arqueología, y más aún si cabe para la que se dedica al extenso lapso cronológico denominado como Prehistoria. Esta situación se da en yacimientos correspondientes a diferentes tiempos y espacios.
Según la procedencia de las víctimas del ejercicio del canibalismo, nos enfrentamos a dos posibilidades:
A- Exocanibalismo, cuando los sujetos consumidos son forasteros para el grupo comensal y
B-Endocanibalismo, sucedido cuando los devorados son parte del conjunto que se alimenta de sus cuerpos. De forma habitual, en la primera categoría, los cadáveres serían procesados siguiendo el mismo trato que el resto de los animales que se cazan y consumen (esto es, haciendo uso del mismo patrón de carnicería).
En el segundo caso, tendríamos que barajar contextos quizás funerarios o rituales, relacionados con sacrificios o de control social y político muy estricto. En este sentido, cabe esperar un tratamiento ritual de los desechos.
Así, se pretende ofrecer una visión integral del canibalismo como una cuestión arqueológica más, detectable a partir de una metodología y que sugiere una serie de explicaciones de carácter tafonómico, arqueológico e histórico. Dada la extensión del tema a tratar, nos centraremos en el área de la Península Ibérica y en una horquilla cronológica que abarca el Período Mesolitico.
Así, se pretende ofrecer una visión integral del canibalismo como una cuestión arqueológica más, detectable a partir de una metodología y que sugiere una serie de explicaciones de carácter tafonómico, arqueológico e histórico. Dada la extensión del tema a tratar, nos centraremos en el área de la Península Ibérica y en una horquilla cronológica que abarca el Período Mesolitico.
El período mesolítico en Europa, hace aproximadamente 10.000 años, fue un tiempo tumultuoso. Pequeños grupos de cazadores-recolectores estaban experimentando una dramática transformación cultural, haciendo herramientas de piedra cada vez más sofisticadas con componentes de madera. Estaban en la cúspide de la revolución agrícola, lo que les daría una gama más amplia de fuentes de nutrición y una mayor seguridad alimentaria. El ambiente también estaba cambiando: la Era de Hielo había terminado, pero el período de calentamiento de mitad del Pleistoceno aún no había comenzado. Y en una cueva cerca de la costa de Alicante, España, 120 km al sur de Valencia, grupos de humanos comenzaron a participar en actos ocasionales de canibalismo.
En un artículo reciente para el Journal of Anthropological Archaeology, el antropólogo de la Universidad de Valencia, Juan V. Morales Pérez,describió el descubrimiento de huesos humanos cubiertos de marcas que sugieren lo que ellos llaman delicadamente "prácticas antropófagas".
"La datación del carbono 14 sugiere que estamos viendo las comidas de al menos dos eventos diferentes entre hace 10.000 y 9.000 años.Aunque 30 huesos humanos diferentes están enterrados en la cueva, los investigadores escriben que hay restos de cráneo de sólo tres individuos: una persona pesada , Un niño más pequeño y un bebé (el cráneo infantil no muestra signos de canibalismo), por lo menos dos personas fueron comidas, y posiblemente varias más, no hay signos de violencia, por lo que estas personas probablemente fueron comidas después de su muerte.
"Identificar el canibalismo es un trabajo difícil, por razones tanto culturales como científicas. En primer lugar, no queremos creer que nuestros antepasados se comen entre sí, y segundo, los signos distintivos de cocinar y comer a otros humanos no se puede discernir a la perfección dado que existen infinitos tipos de daños que los huesos pueden haber sufrido durante los miles de años enterrados en una cueva". Morales Pérez y su equipo pasaron varios años analizando los huesos, e identificaron varios signos reveladores que señalan hacia el canibalismo. Ellos fueron guiados en esta investigación por un trabajo previo de Bruno Bulestin de la Universidad de Burdeos. Él establece esta técnica:
A-Prueba directa: la presencia de huesos humanos dentro de coprolitos humanos o la identificación de mordeduras humanas en huesos humanos.
B-Prueba indirecta: principalmente marcas de cocinar.
C-Criterios primarios de primer orden: fractura antropogénica y representación anatómica diferencial (si esta representación anómala no está relacionada con procesos post-deposicionales sino con la explotación funcional de los huesos)
D-Criterios primarios de segundo orden: principalmente marcas de corte.
E-Criterios secundarios que no están directamente relacionados con la explotación funcional: posición y preservación de los huesos y presencia de huesos quemados.
En resumen, si se encuentran huesos humanos en excrementos humanos fosilizados (coprolitos) o con mordeduras humanas en ellos, probablemente nos hallemos ante un proceso de canibalismo. Otras pruebas incluyen cortes en los huesos de las herramientas de piedra usadas para "defleshing", "disarticulating" (tirando de los huesos con la intención de separarlos,rompiendo las articulaciones y los ligamentos),desbridar,desollar, y agrietar dichos huesos para conseguir el tuétano. Y finalmente, la evidencia puede venir del ambiente. Si los huesos se queman o se entierran junto con restos de animales con marcas similares, éstas son pistas adicionales que apuntan a una fiesta que incluía la ingesta de carne humana.
Los investigadores encontraron pruebas que se ajustaban a todos estos criterios, menos los coprolitos. Los huesos humanos fueron encontrados enterrados en la parte trasera de la cueva con otros huesos de animales,todos los cuales mostraban signos de carnicería y cremación. Los humanos habían roído algunos de los huesos, dejando signos claros de mordeduras y rascazos producidos con los dientes .Aunque Morales-Pérez y sus colegas admiten que distinguir las mordeduras humanas de otras mordeduras de animales es a veces difícil, escriben en su informe que encontraron el signo más común de chomping humano: "pinchazos de arco doble en los bordes crenulados o en los extremos masticados, O marcas lineales poco profundas asociadas con los pozos de media luna ". Estas marcas también coinciden con las encontradas en los restos de otros animales en la cueva, incluyendo ibex, venado, jabalí, zorro y conejo.
Aunque este descubrimiento nos ofrece el primer ejemplo de canibalismo en la España mesolítica,la práctica no era rara en otros lugares de Europa y el Levante en ese momento. El canibalismo también se practicó durante el Paleolítico, período de la "Edad de Piedra" que se extendió desde hace 2,5 millones de años hasta hace 11.700 años. La gran pregunta de los antropólogos es por qué los habitantes de estas cuevas españoles se volcaron hacia el canibalismo. ¿Estaban hambrientos y desesperados? ¿O era parte de un ritual espiritual, tal vez provocado por la ruptura cultural entre una forma de vida extremadamente antigua durante el Paleolítico y una radicalmente nueva que surgió durante la era agrícola?
Sic..."Sabemos por la gran variedad de restos de animales hallados en la cueva que estas personas tenían una gran cantidad de fuentes de alimentos, tanto de tierra como del mar. Sin embargo, puede haber períodos de escasez, incluso en regiones con clima templado y muchos tipos de animales y plantas. Si hubo muchas temporadas de sequía o una mala temporada de caza, estos cazadores-recolectores podrían haber complementado su ya diversa dieta con "antropofagia ocasional".
Esto encajaría con la forma en que los huesos fueron tratados. "Estaban ligeramente expuestos al fuego antes de que fueran fracturados y las quemaduras podrían ser parte integrante del proceso de sacrificio", escriben los investigadores en su artículo. Un cuerpo que se comió fue "procesado de tal manera que fue sometido a tratamiento térmico antes de que haber sido fracturado, tal vez con la intención de facilitar la extracción de la médula ósea". Y, por supuesto, los huesos fueron arrojados entre otros huesos de animales, como los restos de cualquier otra comida.
Dicho esto, no se puede estar seguro de que estos huesos fueron tratados con una determinada actitud en el momento del consumo. Miles de años de lluvia podrían haber lavado los huesos humanos en un rimero de residuos en la parte posterior de la cueva. Si ese es el caso,se puede estar mal interpretando la escena. Estos individuos canibalizados podrían haber sido enterrados con un ceremonial en un lugar especial donde los seres humanos vivían en la entrada de la cueva, pero con el tiempo terminaron en un revoltijo mezclados con huesos de residuos de otros alimentos.
Tambien pudo ocurrir que estos restos procedan de un ritual. Los pueblos antiguos ocasionalmente tenían prácticas funerarias que implicaban comer a personas honorables así como enemigos despreciados. Como señalan los investigadores, "la complejidad ritual estaba aumentando claramente con respecto a edades anteriores en ese momento". No sólo eso, sino que nuevos tipos de prácticas mortuorias estaban específicamente asociadas con las transformaciones provocadas por la vida mesolítica, cuando la gente vivía en campamentos por períodos más largos de tiempo y desarrollaba herramientas más sofisticadas, arte y técnicas de cocina. En pocas palabras, "el canibalismo y las fases de transformación sociocultural están asociadas entre sí", escriben Morales Pérez y sus colegas.
Si eliminamos nuestras preconcepciones modernas, es fácil imaginar que las personas que prueban nuevos rituales y creencias espirituales puedan ocasionalmente experimentar con el canibalismo. Cuando los funerales eran una idea novedosa y reunir comida era lo primordial en todas las actividades, combinar comer con una ceremonia poderosa e importante tendría su sentido. Después de todo, la comida era posiblemente la cosa más importante en la vida humana en ese momento.
Obviamente, no se puede estar seguro de lo que realmente sucedió en esa cueva española todos esos milenios atrás. Pero la explicación puede ser mucho menos perturbadora de lo que podríamos imaginar. Podríamos estar viendo lo que queda de nuestros primeros rituales complejos para honrar a los muertos.
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2017-03-22/canibalismo-espana-mesolitico-alicante_1352429/
https://nmas1.org/news/2017/03/22/canibalismo-espana
https://arqueologiaenred.paleorama.es/2017/01/posibles-practicas-canibales-en-el.html
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