domingo, 2 de febrero de 2020

EL ARCIPRESTE DE HITA,EL CARNAVAL Y LA CUARESMA


Carnaval, viene de “Carnem Levare”, que literalmente significa "privar" la carne. Ya en el imperio romano, el Carnaval, se cultivaba en honor a Saturno y a Pan; durante estos días primaban la permisividad total y las críticas contra las instituciones. De igual manera, predominó el carnaval durante la Edad Media con fiestas como la del Obispillo o la de los Locos, celebradas entre la Navidad y la Cuaresma y en las que se desquitaban de todo lo que se les prohibiría en el posterior tiempo de ayuno.
El Carnaval y la Cuaresma han sido trasladados al arte con una iconografía propia: se trata del Combate entre don Carnal y doña Cuaresma que el Arcipreste de Hita nos explica en el Libro del Buen Amor hacia el año 1330. Simbólicamente, el carnaval es un hombre mundano y amante de los placeres personificado en don Carnal, quien es retado por doña Cuaresma a sostener una batalla durante la semana anterior al Miércoles de Ceniza. Así es que el ejército de don Carnal, amante de los excesos, tiene más adeptos y es más poderoso que el de la rival, sin embargo, tras un fastuoso banquete le entra un sueño atroz y doña Cuaresma aprovecha para aprisionarlo.  Ésta le obliga a penitenciar y a ayunar para que se le perdonen los pecados, perdiendo así la batalla, y alzándose doña Cuaresma como la vencedora  triunfal.
La cuaresma por su parte, también tiene su labor, comienza el miércoles de Ceniza y termina en Jueves Santo, y se trata ni más ni menos que del período de preparación para la fiesta de la Pascua de Resurrección. Durante este tiempo, debería predominar el color morado que significa luto y penitencia, pero ante todo, en tiempo de cuaresma se debe ayunar, dar limosna y rezar. Esta tradición comienza hacia el siglo IV en que se constituye el tiempo de penitencia y renovación de la Iglesia Católica.
                     
Los festejos carnavalescos evocan a Juan Ruiz, Arcipreste de Hita; y su compleja obra, el Libro de Buen Amor, escritor del siglo XIV que sabe conjugar la alegría del vivir con la seriedad moralizadora del clérigo, junto a una clara intención didáctica.
La “Batalla de don Carnal y doña Cuaresma” es una parodia de la épica, los ejércitos de don Carnal y de doña Cuaresma están compuestos por diferentes manjares de carne y de pescado, respectivamente, que se atacan y matan. El ejército de don Carnal es vencido, y su jefe encarcelado; pero el Domingo de Ramos logra escapar, al tiempo que doña Cuaresma desaparece. Y entonces don Carnal (en un pasaje en el que la sátira antieclesiástica se hace patente) es recibido con grandes honores por distintos representantes de la clerecía. La batalla entre don Carnal y doña Cuaresma es una parodia de los Cantares de Gesta.


Pelea de Don Carnal y Doña Cuaresma
Una vez ya en su tierra, y estando a la mesa en Burgos con don Jueves Lardero, el Arcipreste recibe una carta de Castro Urdiales de la Santa Cuaresma donde le pide que desafíe en su nombre a don Carnal, y otra carta dirigida al mismo don Carnal donde le afrenta para una batalla. Don Jueves le dice al Arcipreste que batallará con don Carnal, como todos los años. El ejército de don Carnal se compone de ricas viandas: gallinas, conejos, quesos, vino, jamones... y como armas ollas de cobre, sartenes... A medianoche llega doña Cuaresma, esperando a que todos estén amodorrados por haber comido mucho. Los soldados de doña Cuaresma que van hiriendo a los de don Carnal son un puerro, una sardina, truchas y otros peces. Al final, doña Cuaresma gana la batalla, hace preso a don Carnal,ordenandole que guarde el ayuno.
Confesion de Don Carnal
Llegó un fraile para confesar a don Carnal, y éste le entregó sus pecados en carta cerrada. El fraile le dijo que no le perdonaba así, que tenía que confesar de viva voz. La confesión sólo se obtiene si se cree que hallarás salvación por la penitencia. Además, respecto a la disputa sobre si uno se quita los pecados con sólo arrepentirse, o es necesario también confesarse, el Arcipreste opina que ante Dios, el arrepentimiento vale; pero ante la Iglesia, hay que dar muestras gestuales,sólo con sus lágrimas, hallaron el perdón. Pero hay clérigos que confiesan a las gentes y absuelven los pecados, sin tener poder para ello:
"Tú, don clérigo simple, guárdate del error,
y de mi parroquiano no seas confesor,
con poder que no tienes no seas juzgador,
no quieras tú penar por ajeno pecador."

El fraile confesó por fin a don Carnal, y le puso como penitencia comer cada día un solo manjar: el domingo, por su codicia, garbanzos, además de encerrarse en la iglesia para no codiciar el mal del mundo; el lunes, por su soberbia, comerá guisantes, además de no poder tener competición con nadie; el martes, por avaricioso, migas, y sólo un tercio de la ración; el miércoles, por su lujuria adúltera, espinacas y pocas; el jueves, por su ira y perjurio, lentejas; el viernes, pan y agua por la gula; y el sábado, habas por la envidia. Con esto, le absolvió y se fue, dejándolo lloroso y aún malherido.


Don Carnal escapa. La Cuaresma huye
Ganada la batalla, doña Cuaresma impone su ley. El Miércoles de Ceniza, manda limpiar las casas y que todos los cristianos reciban en su frente la cruz de ceniza, para recordarles que acabarán siendo ceniza también, y permanezcan limpios. Don Carnal se va recuperando, y pide a don Ayuno (su carcelero) que le acompañe a la misa del Domingo de Ramos. Pero don Carnal se escapa y se va a la judería, en cuya carnicería le acogen y le dan un caballo para que escape al día siguiente a la sierra. A su paso, los animales gritan dolientes. Desde su refugio, envía una carta a la Cuaresma, en la que se declara su mortal enemigo y le reta a combatir de nuevo al domingo siguiente. El encargado de hacerle llegar la misiva a doña Cuaresma es don Almuerzo, amigo de don Carnal. Al recibir estas noticias, doña Cuaresma huye por Roncesvalles a Jerusalén el Viernes Santo.


Resumen de las estrofas 1067 a 1172

Cuando todos tenían la talega bien llena,
para entrar en contienda con la rival serena,
dormidos se quedaron todos enhorabuena…..

Hacia media noche, en medio de las salas,
entró Doña Cuaresma, !Señor, Dios Tú nos valgas!
Dieron voces los gallos y batieron sus alas;
a Don Carnal llegaron estas noticias malas.

Todos amodorrados fueron a la pelea;
forman las unidades más ninguno guerrea.
La tropa de la mar bien sus armas menea
y lanzáronse a herir todos diciendo:-”!Ea”!

El primero de todos que hirió a Don Carnal
fue el puerro cuelliblanco, y dejolo muy mal,
le obligó a escupir flema; esa fue la señal.
Pensó Doña Cuaresma que era suyo el real.

Vino luego en su ayuda la salada sardina
que hirió muy reciamente a la gruesa gallina,
se atravesó en su pico ahogándola aína.
después, a don Carnal quebró en capellina.

Vinieron muchas mielgas en esta delantera,
los verdeles y jibias son, de fanco, barrera;
dura está la pelea, de muy mala manera,
Caía en cada bando mucha mollera.

De parte de Valencia venían las anguilas**
saladas y curadas, en grandes manadillas;
daban a don Carnal por entre las costillas,
las truchas de Alberche dábanle en las mejillas.

Andaba allí el atún, como un bravo león,
encontró a don Tocino, díjole gran baldón
si no es por la cecina que desvió el pendón
a don Lardón le dieron en todo el corazón…..

http://carnavales3c.blogspot.com/p/historia.html
https://lacritica.eu/noticia/1051/fidel-garcia-martinez/el-arcipreste-de-don-carnal-y-dona-cuaresma.html
https://albergueserranilla.com/la-increible-historia-de-don-carnal-y-dona-cuaresma/

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