El Códice Sinaítico o Codex Sinaiticus es un manuscrito del siglo IV (años 330 - 350) en scriptio continua (estilo de escritura en el que no se utilizan espacios para separar las palabras) y con caligrafía uncial ( tipo de escritura en el que todo el texto se escribía en letras mayúsculas). El manuscrito contiene la más antigua copia completa del Nuevo Testamento aunque riginalmente contenía la totalidad de ambos Testamentos, pero solo han llegado hasta nuestros días trozos de la Septuaginta, la totalidad del Nuevo Testamento, la Epístola de Bernabé y fragmentos de El Pastor de Hermas (lo que sugiere que estos últimos dos textos podrían haber sido considerados parte del canon bíblico por los editores del codex).
Escrito en griego, Junto con el Codex Alexandrinus y el Codex Vaticanus, el Codex Sinaiticus es uno de los manuscritos de mayor valor para la crítica textual del Nuevo Testamento en su versión griega, al igual que la Septuaginta. En la mayor parte del Nuevo Testamento, el Codex Sinaiticus está de acuerdo con el Codex Vaticanus y con el Codex Ephraemi Rescriptus, confirmando un tipo de texto alejandrino; sin embargo, en Juan 1,1-8,38, muestra mayor coincidencia con el Codex Bezae (que tiene mayores similitudes con un tipo de texto occidental). Un ejemplo destacable de concordancia entre los textos del Sinaiticus y del Vaticanus es que ambos omiten la frase «sin causa» en Mateo 5,22.
El codex consiste de un total de 346½ folios, escritos en cuatro columnas y sus medidas son de 380 mm de alto por 345 de ancho. De estos, 199 corresponden al Antiguo Testamento; y 147½, al Nuevo Testamento y a los otros dos libros, la Epístola de Bernabé y parte de El pastor de Hermas. Los libros del Nuevo Testamento están ordenados de la siguiente manera: los cuatro Evangelios, las Epístolas de Pablo, los Hechos de los Apóstoles, las Epístolas católicas y el Apocalipsis. Podemos ver que el numero de libros del Nuevo Testamento presentes en el Códice Sinaiticus es el mismo que en las Biblias modernas sin embargo, su orden es diferente.
Está escrito en pergamino y para su producción se necesitaron al menos la piel de 365 animales. El número final de folios se calcula por encima de los 730 por lo que su encuadernación tuvo que ser de una resistencia considerable.
Las copias más antiguas del Nuevo Testamento completo son este Códice Sinaítico y el Códice Alejandrino de los siglos IV y V, respectivamente, cerca al año 397 en que tuvo lugar el Tercer Concilio de Cartago. De antes de estos códices del Nuevo Testamento completo se preservaron papiros en las arenas secas de Egipto de los que los más antiguos son de cerca del año 200.
Poco se sabe de su historia previa de nuestro Códice. Se especula que pudo haber sido escrito en Egipto y a veces se lo asocia con las 50 copias de las escrituras que fueran encargadas por el emperador romano Constantino tras su conversión al Cristianismo. Posiblemente fue escrita en una de las grandes ciudades del mediterráneo (Alejandría, Roma...).
La primera noticia de su existencia tiene lugar en el diario de un visitante italiano del Monasterio de Santa Catalina en 1761. En el, el naturalista Vitalian Donati menciona haber visto en dicho monasterio una Biblia con una “delicada y sorprendente escritura”.
Durante el primer viaje de Konstantin von Tischendorf en 1844 al Monasterio de Santa Catalina, al pie del Monte Sinaí en Egipto en una fecha comprendida entre el 24 de mayo y 1 de junio, halla 129 hojas de una porción del antiguo Testamento, obteniendo 43 hojas de de ellas con textos de Jeremías, Neemia, Crónicas y Ester, en un canasto con pedazos de manuscritos que, según relató Tischendorf, el bibliotecario le indicó «eran basura que debía ser destruida quemándola en los hornos del monasterio». En 1845 vuelve con ellas a Lepizig junto a muchos otros manuscritos que había coleccionado durante su visita al mediterráneo oriental. Este las publica como ya hemos indicado, con el nombre de Codex Friderico-Augustanus por haber sufragado el Rey los gastos de la expedición.
Tras la visita de 1844 se registran nuevas noticias del Códice por distintos visitantes del monasterio. Así el ruso Porfirij Uspenskij, menciona haber observado 347 hojas entre las que se encontraban 86 ya estudiadas por Tischendorf, pero que no pudo llevar a Lepizig. Sin embargo, este obtiene 3 fragmentos de dos páginas del Códice que habían formado parte de encuadernaciones de varios libros del Monasterio. Junto a otros manuscritos y artefactos que había adquirido en su viaje, vuelve a Rusia, siendo adquiridas en 1883 por la Biblioteca Imperial de San Petersburgo.
Tischendorf realiza su segunda expedición en 1853, la misma es infructuosa excepto por que logra recuperar dos fragmentos del Libro del Génesis que habían formado parte originariamente de la misma hoja que los fragmentos adquiridos por Uspenskij. Este fragmento también sería adquirido por la Biblioteca Imperial. Otro fragmento posterior tomado de una encuadernación fue identificado en la colección de la Sociedad de Literatura Antigua de San Petersburgo.
Las partes restantes del Codex Sinaiticus (347 folios)le fue mostrado a Konstantin von Tischendorf en 1859 durante su tercera visita al Monasterio de Santa Catalina, al pie del Monte Sinaí en Egipto. Tischendorf había sido enviado por el zar Alejandro II de Rusia en busca de manuscritos, quién estaba convencido de que aún debía haber documentos esperando ser encontrados en el monasterio del Sinaí. El 4 de febrero puede por fin observar los 347 folios y pide que sean trasladados al Monasterio Metochion en el Cairo. De marzo a mayo tiene tiempo de estudiarlos y se convierten en 'el más precioso tesoro bíblico'.
Tras varios viajes a Oriente Medio, Tischendorf retorna al Cairo en Septiembre y varios días después firma un documento donde se compromete a devolver el manuscrito al Monasterio intacto pero no sin antes, llevarlo a San Petersburgo y cmparar su primera transcripción con el original como parte de los preparativos para su publicación.
Lo que sucede no está claro, pero lo que se sabe es que Tischendorf publica su facsímil en 1862 y está dedicada al Zar Alejandro II. Durante 7 años el manuscrito permanece en el Ministerio de Asuntos exteriores de Rusia en San Petersburgo y en 1869 es trasladado a la Biblioteca Imperial. Ese año se firma la donación por parte del Arzobispo de Sinaí.
Sin embargo, los viajes del Códice no acaban aquí. En verano de 1933 se supo que el entonces gobierno de Joseph Stalin tenía intenciones de vender el manuscrito a través de libreros londinenses. Con el apoyo del Primer Ministro Ramsay MacDonald, los encargados del Museo Británico consiguen 100.000 libras para su compra (incluida una colecta pública). Finalmente la compra se hace a través de Arcos Ltd, que no era otra que la compañía comercial del Gobierno Soviético, llegando el Códice a Londres el 26 de diciembre de 1933, siendo inmediatamente expuesto al público (no sin antes comprobar su autenticidad gracias al propio facsímil de Tischendorf). La colecta pública ascendió a la nada despreciable cifra de 53.563 libras (de la época).
El 29 de junio de 1934 el Arzobispo Porphyrios de Sinaí al Museo Británico reclama los derechos del Monasterio sobre el manuscrito. El Museo responde al Arzobispo remitiéndole al Gobierno Soviético.
El 26 de mayo de 1975, durante tareas de restauración, lel Padre Sophronios, monje del Monasterio de Santa Catalina descubrió un cuarto debajo de la capilla de San Jorge que contenía muchos trozos de pergamino. Entre estos trozos se encontraban doce páginas faltantes del Antiguo Testamento Sinaiticus.
El 1 de septiembre de 2009, el investigador griego Nikolas Sarris descubrió un fragmento no conocido del Codex en la biblioteca del monasterio de Santa Catalina. Corresponde al inicio del Libro de Josué.
El codex se encuentra dividido en cuatro trozos desiguales, cada uno de ellos situado en un punto distinto del mapa. El bloque más importante lo forman las 347 hojas de la Biblioteca Británica en Londres (con el Nuevo Testamento al completo), 12 hojas y 14 fragmentos en el Monasterio Santa Catalina del Sinaí (los encontrados en 1975) que son además los del inicio y final del Códice, 43 hojas en la Biblioteca de la Universidad de Leipzig, desde 1844 y por último fragmentos de 3 hojas en laBiblioteca Nacional Rusa de San Petersburgo.
Los folios se encuentran en situaciones muy diferentes. El clima seco del Sinaí ha ayudado a preservar el manuscrito por muchos siglos, pero el cambio de temperatura y humedad a Lepizig han hecho un daño irreparable, pues la tinta se ha oxidado. Muchas letras han desaparecido dejando numerosos huecos. Por fin,, desde 1998 el manuscrito está guardado en condiciones adecuadas de temperatura y humedad tras la reconstrucción del edificio principal queestaba en ruinas desde la Segunda Guerra Mundial. Como otros muchos valiosísimos manuscritos que habían sido guardados en castillos durante la guerra, el Códice Sinaiticus ha sufrido el ataque de la humedad. Los folios de Lepizig habían sido encuadernados en un volumen en tiempos de Tischendorf, encuadernación que fue deshecha en 2004.
Por otro lado, los pertenecientes a la Biblioteca Británica están en mucho mejor estado, así como los que se encuentran en Sinaí y en San Petersburgo.
Durante junio del 2005, se anunció el nacimiento de un consorcio para producir una nueva edición digital del manuscrito, que cuenta con la colaboración de las cuatro bibliotecas. Este proyecto contempla el uso de tecnología de imágenes digitales e hiperespectrales que permitirá buscar posibles textos ocultos en los pergaminos producto de correcciones o texto perdido por la acción del paso del tiempo. Estas tareas se realizan en cooperación con la Biblioteca Británica. El sitio se hizo disponible al público con parte del códice en 2008. Hay comentarios en idiomas inglés, alemán, ruso y griego.
Un estudio paleográfico realizado en el Museo Británico en 1938 descubrió que el texto había sufrido numerosas correcciones. De hecho, se identifican al menos tres aunque la presencia de un cuarto escriba parece posible. Las primeras correcciones fueron realizadas por varios escribas antes de que el manuscrito saliera del scriptorium. Hacia el siglo VI o VII se realizaron numerosas alteraciones, el colofón al final del libro de Esdrás y Ester indica que la fuente de dichas alteraciones era «un manuscrito muy antiguo que había sido corregido por el santo mártir Pánfilo» (martirizado en 309). De ello se concluye, que ha estado en Cesarea Marítima en los siglos VI o VII. Las distintas formas de escritura pueden ser identificadas con cierta práctica. Además, cada uno tiene una ortografía distinta en cuanto a las vocales que a menudo escriben fonéticamente. Uno de ellos pudo haber sido un copista senior.
https://bibliotecahistoricausal.wordpress.com/2018/12/17/codex-sinaiticus-la-biblia-mas-antigua/
https://es.wikipedia.org/wiki/Codex_Sinaiticus#:~:text=El%20C%C3%B3dice%20Sina%C3%ADtico%20o%20Codex,los%20a%C3%B1os%20330%20y%20350.
http://www.todolibroantiguo.es/libros-raros/codex-sinaiticus-codice-sinaitico.html
https://www.biblogtecarios.es/manuelagil/joyas-de-biblioteca-codex-sinaiticus/
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