Herrero alemán, inventor de la primera imprenta. Para esto, Johannes Gutenberg adaptó una prensa de uva, perfeccionó la tinta para que fuera más densa y creó los tipos móviles metálicos. Su impreso más famoso fue la Biblia de 42 líneas o de Mazarino.
El orfebre e impresor Johannes Gutenberg nació en la ciudad alemana
de Maguncia (Mainz) posiblemente un tres de febrero alrededor del año 1400 d.C. Su verdadero apellido
era Gensfleisch. El nombre con el que se le conoce mundialmente (Gutenberg) se debe a la hacienda de su familia, que era una de las
principales de la ciudad. En su juventud se unió al gremio de los
orfebres y también trabajó como estampador de láminas. En forma
paralela, experimentaba para conseguir una forma de impresión más
rápida. Lo logró mediante piezas cúbicas, o tipos, de madera, que en una
de sus caras tenían una letra tallada en relieve. Estos se entintaban y
presionaban sobre un pergamino para lograr la impresión.
En 1434, se fue a Estrasburgo (actualmente en Francia), donde formó
un taller de orfebrería junto a varios socios. Además del tallado de
piedras preciosas y la manufactura de lentes y espejos, Gutenberg siguió
trabajando en secreto la técnica de impresión. Alrededor de 1448
regresó a Maguncia. En esta ciudad formó una sociedad con Johann Fust y Peter Schöffer, para desarrollar su invento.
Para crear su imprenta, Gutenberg: Adaptó una prensa de madera, de
las que se usaban para moler la uva en la preparación del vino. Creó
tipos móviles metálicos (de plomo), que, a diferencia de los de madera,
eran mucho más resistentes, por lo que se podían utilizar muchas veces.
Los diseñó como la escritura a mano de la época, al estilo gótico.
Modificó la consistencia de la tinta, para que fuera densa y se pegara
bien a los tipos (aporte de Schöffer). Los tipos se colocaban uno tras
otro, sobre una vara de madera (en línea). Las palabras quedaban
separadas por un tipo sin relieve, que no imprimía nada. Las líneas
obtenidas se ordenaban en una caja o galera. Después, se untaba tinta en
los caracteres y se ponía un pergamino sobre ellos. La impresión se
obtenía de la presión de la galera contra la hoja mediante la prensa.
Aunque Gutenberg imprimió varias obras, como un fragmento del Juicio Final de Sibyllenbuch, el Catholicon de Juan de Ganua y la Gramática latina de Aelius Donatus, su obra célebre es la Biblia de 42 líneas o de Mazarino, terminada en 1455. A fin de llevar a cabo esta
gran obra, en 1450 su socio Fust le prestó 800 florines para que
instalara la imprenta, fundiera las letras metálicas y comprara el
pergamino para imprimirla.
Dos años después, Fust le entregó la misma cantidad de dinero para
que terminara la impresión. Pero faltaba la ornamentación a mano y el
empaste de los impresos. Cansado de esperar las ganancias, Fust exigió
la devolución del dinero ante los tribunales.
Todo quedó en sus manos. Gutenberg tuvo que entregarle sus materiales
de trabajo y los derechos no solo de la Biblia, sino también de los
demás trabajos hechos en su taller. En el Salterio de Maguncia de 1457,
el primer libro europeo que lleva el nombre de sus impresores, aparecen
Fust y Schöffer. Tras deambular por Europa y emprender diversos
proyectos, Gutenberg, arruinado económicamente, se volvió a instalar en
Maguncia. Años más tarde, Adolfo II de Nassau -arzobispo y elector
imperial de esa ciudad-, lo recompensó por su invento con un título de
nobleza, el de gentilhombre, y una pensión que le permitió vivir
tranquilo los últimos tres años de su vida. Murió en febrero de 1468.
El invento de Gutenberg no solo provocó el despegue de la industria
editorial, al multiplicarse el número de imprentas y de libros impresos,
sino también una revolución cultural al incrementar en forma radical la
difusión del conocimiento, impactando todos los ámbitos de la sociedad
(política, educación, artes, religión, etc.). Antes de la imprenta, los
libros eran copiados a mano en los monasterios, por lo que eran faros y
escasos. Solo los ricos, la Iglesia católica y las universidades tenían
pequeñas bibliotecas con unas docenas de libros. Por esto, la imprenta,
al abaratar los costos y aumentar la producción de libros, democratizó
el acceso al conocimiento, contribuyó al alfabetismo y permitió el
desarrollo del pensamiento crítico.
Además, surgieron nuevas universidades y escuelas. Movimientos como
el humanismo o el protestantismo, e incluso la revolución industrial, se
produjeron, en gran medida, gracias a la difusión de sus ideas. Entre
1450 y 1500 se imprimieron más de seis mil obras diferentes.
A finales del s. XV más de 250 ciudades de Europa tenían imprenta.
Alemania e Italia eran los más provistos, seguidos por Francia, Suiza,
España e Inglaterra. En el siglo XV, los tirajes promedios eran de 500
ejemplares; en el siglo XVI, de tres mil. A fines del s. XV se habían
impreso 15 ó 20 millones de ejemplares. Durante el s. XVI, se estima que
esa cifra llegó a los 150-200 millones. Tres cuartas partes de los
libros impresos en el s. XV estaban escritos en latín y la mitad de
ellos eran textos religiosos. El resto eran de literatura antigua,
gramática, jurídicos y científicos.
Debemos aclarar que Johannes Gutenberg (c1400-1468, Maguncia, Alemania) no fue el inventor de la imprenta puesto que, a comienzos del siglo XV, ya se imprimían naipes y estampas con motivos religiosos. Estas impresiones se realizaban mediante la aplicación de una plancha de madera grabada y embadurnada con tinta grasa, sobre el papel o el pergamino. Tampoco fue mérito suyo la composición de textos con caracteres móviles, es decir, la fabricación de letras o símbolos individuales.
El verdadero logro de Gutenberg fue el perfeccionar estas técnicas hasta conseguir un procedimiento tipográfico que ha permanecido sin apenas cambios hasta principios del siglo XX. De esta forma, para la elaboración de sus libros impresos, sustituyó la madera por metal, fabricando moldes de fundición capaces de reproducir tipos metálicos regulares que permitieran la composición de textos. Fue esta invención, la impresión tipográfica con tipos móviles metálicos, la que dio origen al verdadero libro moderno.
Fue gracias a la posibilidad de realizar tiradas de múltiples ejemplares de libros, que un mayor número de personas en todo el mundo pudo acceder al saber escrito, lo que dio lugar a inestimables transformaciones, no sólo en el campo de la cultura, sino también en el de la política, la religión y las artes.
Debemos aclarar que Johannes Gutenberg (c1400-1468, Maguncia, Alemania) no fue el inventor de la imprenta puesto que, a comienzos del siglo XV, ya se imprimían naipes y estampas con motivos religiosos. Estas impresiones se realizaban mediante la aplicación de una plancha de madera grabada y embadurnada con tinta grasa, sobre el papel o el pergamino. Tampoco fue mérito suyo la composición de textos con caracteres móviles, es decir, la fabricación de letras o símbolos individuales.
El verdadero logro de Gutenberg fue el perfeccionar estas técnicas hasta conseguir un procedimiento tipográfico que ha permanecido sin apenas cambios hasta principios del siglo XX. De esta forma, para la elaboración de sus libros impresos, sustituyó la madera por metal, fabricando moldes de fundición capaces de reproducir tipos metálicos regulares que permitieran la composición de textos. Fue esta invención, la impresión tipográfica con tipos móviles metálicos, la que dio origen al verdadero libro moderno.
Fue gracias a la posibilidad de realizar tiradas de múltiples ejemplares de libros, que un mayor número de personas en todo el mundo pudo acceder al saber escrito, lo que dio lugar a inestimables transformaciones, no sólo en el campo de la cultura, sino también en el de la política, la religión y las artes.
La Biblia de Gutenberg
Según algunas fuentes, el 23 de febrero de 1455 fue completada la impresión de La Biblia de Gutenberg.
Quizá la fecha no sea exacta, pero lo que sí está claro es que aproximadamente en esos años vió la luz el que se considera el primer libro impreso con caracteres móviles.
La Biblia de Gutenberg o de 42 líneas,
llamada por ser éste el número más frecuente de líneas por columna en
cada una de sus 1.280 páginas, fue concebida para que se asemejara lo
más posible a un manuscrito, el códice de aquella época: no llevaba
números de página, ni páginas de títulos u otros rasgos característicos
de los libros modernos.
Sobre su contenido, se trata de una versión latina de las Escrituras de san Jerónimo y, para su impresión, fue preciso fundir casi cinco millones de tipos, editándose 120 ejemplares en papel y 20 en pergamino, de los que se conservan unos 45. Las ilustraciones de cada ejemplar de esta Biblia fueron pintadas a mano y los tomos se embellecieron cada uno de forma diferente.
http://www.icarito.cl/2009/12/242-4157-9-gutenberg-johannes.shtml/#:~:text=Herrero%20alem%C3%A1n%2C%20inventor%20de%20la,42%20l%C3%ADneas%20o%20de%20Mazarino.
También conocida como la Biblia de 42 líneas o Biblia de Mazarino , es una versión impresa de la Vulgata , que fue impresa por Johannes Gutenberg en Maguncia , Alemania, en el siglo XV. Aunque no es, como se dice a menudo, el primer libro impreso mediante el sistema de tipos móviles (fue el « Misal de Constanza », en 1449), fue su mayor trabajo, y tiene el status de icono como el comienzo de la «Edad de la Imprenta».
El formato es posiblemente una imitación del manuscrito de Maguncia , también llamado Biblia gigante de Maguncia , cuyas 1.300 páginas fueron escritas a mano.
El nombre «Biblia de 42 líneas» se refiere a al número de líneas impresas en cada página, y es usada para diferenciarlo de la edición de 36 líneas posterior.
La preparación para esta edición comenzó después de 1450, y las primeras copias estaban disponibles para 1454 ó 1455. Fue realizada usando una prensa de impresión y tipos movibles. Una copia completa tiene 1.282 páginas y la mayoría fueron encuadernadas en al menos dos volúmenes.
Esta Biblia es uno de los más famosos incunables , y su producción dio comienzo a la impresión masiva de textos en Occidente. Se cree que fueron producidas alrededor de 180 copias, 45 en pergamino y 135 en papel . Luego de impresas, fueron rubricadas e iluminadas a mano, trabajo realizado por especialistas, lo que hace que cada copia sea única.”
Sobre su contenido, se trata de una versión latina de las Escrituras de san Jerónimo y, para su impresión, fue preciso fundir casi cinco millones de tipos, editándose 120 ejemplares en papel y 20 en pergamino, de los que se conservan unos 45. Las ilustraciones de cada ejemplar de esta Biblia fueron pintadas a mano y los tomos se embellecieron cada uno de forma diferente.
http://www.icarito.cl/2009/12/242-4157-9-gutenberg-johannes.shtml/#:~:text=Herrero%20alem%C3%A1n%2C%20inventor%20de%20la,42%20l%C3%ADneas%20o%20de%20Mazarino.
https://es.wikipedia.org/wiki/Johannes_Gutenberg
https://www.bbc.com/mundo/noticias-50832104
https://www.bibliopos.es/la-biblia-de-42-lineas/
https://bib.us.es/machado/fondo_antiguo/biblia
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