Con el Hannya Shingyo, el Sutra del Diamante es uno de los textos budistas más célebres y más condensados. Durante siglos permaneció oculto en una de
las cuevas de Mogao, en China, hasta que lo descubrió el arqueólogo
Aurel Stein
El 11 de mayo del año 868, el chino Wang Jie autorizó la impresión y distribución de El sutra del diamante, el libro impreso más antiguo del que se tiene conocimiento, que se estampó casi 600 años antes que la Biblia de Gutenberg. El sutra del diamante
no es el primer texto impreso de la historia, pero sí el más antiguo
que se conserva hasta la fecha. El término «sutra» proviene del
sánscrito, la antigua y sagrada lengua de la India, que es de origen
indoeuropeo. Un sutra es un texto que recoge las palabras de Buda. Sus
discípulos aprendían de memoria estos discursos y los transmitían de
generación en generación.
Al final de El sutra del diamante,
Subhuti, un discípulo de Buda, le pregunta a éste cómo debería titularse
el sermón, a lo que Buda le responde que deberá ser conocido como «El
Diamante Cortador de Sabiduría Trascendental» porque «la enseñanza es
fuerte y afilada como un diamante que corta a través de los malos
enjuiciamientos y la ilusión».
La British Library conserva la copia
British Library
El texto original de El sutra del diamante,
escrito en sánscrito, fue traducido al chino, alrededor del año 400,
por un monje erudito indio llamado Kumarajiva. La copia china que se
conserva, del año 868, fue hallada en 1907 por Aurel Stein (1862-1943),
un arqueólogo húngaro-británico. Este precioso pergamino, de unos cinco
metros de largo, había permanecido oculto, junto a otros 40.000 libros y
manuscritos, en una cueva cercana a Dunhuang, una ciudad importante en
la antigua Ruta de la Seda. La gruta forma parte de un conjunto sagrado
de varios centenares de templos excavados en un precipicio arenoso,
conocido como las cuevas de Mogao o las cuevas de los Mil Budas. Esta
biblioteca secreta fue sellada alrededor del año 1000, en una época en
que esta región sufrió la amenaza del Imperio tangut. En 1900, un monje
descubrió la entrada sellada de la cueva, en cuyo interior se habían
conservado perfectamente los pergaminos de papel y seda gracias al aire
seco del desierto. La Biblioteca Británica (British Library) conserva la copia
Como comenté al principio,con el Hannya Shingyo, el Sutra del Diamante es uno de los textos budistas más célebres y más condensados. Ambos son resúmenes del Prajnaparamita Sutra, y a veces al Sutra del Diamante también se le llama Prajnaparamita Sutra en trescientos versículos, que podría traducirse más literalmente de este modo: El Sutra de la Sabiduría del alcanzar-la-otra-orilla en trescientos versículos, que suena algo mejor.
Que por cierto es lo que también pensaban los antiguos maestros chinos como Konin y Eno y, desde entonces, el Sutra del Diamante
no ha dejado de figurar entre los textos centrales del Zen en todo el
mundo. Sin embargo, cuando nosotros, europeos del siglo veintiuno,
tratamos sinceramente de leerlo en su totalidad, a menudo nos resulta
aburrido e incluso exasperante por las numerosas repeticiones de este
supuesto “resumen”. Y hasta podríamos preguntarnos si no alcanzaríamos
un poco más rápidamente la otra orilla, si nos ahorrársenos un contenido
tan repetitivo. Pero ¿sería en verdad el caso?
Pareciera que este acceso multifacético fuese, por el contrario, una
advertencia contra nuestra facilona opinión, que nos llevaría a pensar
que «el mensaje es demasiado obvio como para detenerse en él». Me
acuerdo de una monja que me decía que, desde su punto de vista, el Sutra del Diamante
era tan evidente que no valía la pena comentarlo. Pero es perfectamente
posible que este sutra haya sido redactado exactamente de esa manera
para conducirnos a fin de cuentas a la opinión contraria. Cuando dirigí
los talleres del Dharma sobre el Sutra del Diamante en Maredsous y
La Gendronnière, no llegamos ni siquiera a adentrarnos en la mitad de
su significado. El sutra está lleno de fervor por la Vía de Buda, y cada
pasaje imparte su luz como la faceta de un diamante magníficamente
tallado, y no deja de regalarnos su mensaje desde un ángulo renovado
cada vez.
Otros textos esenciales del Mahayana, como el Sutra del Loto y el
Sutra Avatamsaka, hacen uso del folklore, de la poesía, de cuentos y de
la mitología para llevarnos a romper con nuestro modo ordinario de
pensar y nuestro mental rutinario. En cuanto al Sutra del Diamante,
digamos que emplea una aproximación cubista para llevarnos a abandonar
todos nuestros enquistados puntos de vista acerca de lo que para
nosotros es tan obvio en nuestra vida, en las enseñanzas de Buda, y
acerca de lo que creemos indigno de consideración para nuestra propia
práctica de zazen.
No pretendo presentar una exégesis o un análisis histórico “exacto” de
este texto. Este artículo no representa ninguna otra cosa más que una
tentativa de articular todas esas facetas del diamante con nuestra
práctica, con nuestra vida, con nuestras posibles tendencias equivocadas
de querer negociar con el Dharma. Me percato de que esto, en sí mismo,
es pretencioso, y que este artículo no es más que el plano sucinto de un
estudio que por cierto exige más elaboración y que quizá requiera de
correcciones. Teniendo en mente todas estas consideraciones, he aquí una
de las posibles lecturas de este sutra...
Frontispicio de "El sutra del diamante", el libro impreso más antiguo del que se tiene conocimiento, publicado supuestamente el 11 de mayo del año 868.
https://www.abzen.eu/es/ensenanza/451-comentario-al-sutra-del-diamante
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/el-sutra-diamante-libro-impreso-mas-antiguo_7258
https://www.labrujulaverde.com/2019/02/sutra-del-diamante-el-libro-impreso-y-fechado-mas-antiguo-anterior-a-la-imprenta
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