viernes, 1 de noviembre de 2019

LA MONEDA EN EL REINO DE ARAGON


Hasta bien entrada la Edad Media los reinos cristianos seguían utilizando las monedas romanas, visigodas y musulmanas. Sin embargo, el creciente desarrollo económico exigió la creación de nuevas monedas y el recién creado Reino de Aragón no tardó en comenzar a emitir sus propias piezas. ¿Cómo eran las monedas de Aragón? ¿Cómo funcionaban las monedas medievales? Vamos a hacer un breve resumen para conocerlas.
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Moneda de Jaime II de Aragón. 
En la Edad Media las monedas eran muy escasas y la economía se basaba en intercambios de carácter natural mediante trueque. Sólo en los grandes pagos podía ser utilizada alguna moneda antigua de oro o plata. A partir del siglo XI, el aumento de la producción agrícola generado por un fuerte auge poblacional, el desarrollo del fenómeno urbano a raíz de la celebración de ferias y mercados, y la afluencia de peregrinos hacia Santiago de Compostela, trajo consigo un rápido crecimiento económico en el pequeño Reino de Aragón que hizo necesario el restablecimiento de una economía monetaria.
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Puestos de un mercado medieval en el siglo XV.
 Los monarcas aragoneses comenzaron entonces a acuñar plata en forma de monedas de vellón (aleación de cobre y plata) con el fin de favorecer el comercio, aunque los intercambios en especie no se extinguieron y siguieron siendo muy abundantes en los mercados locales. Para los grandes pagos no se hizo necesaria todavía la acuñación de moneda ya que se solucionaban con el oro musulmán que afluía a al Reino en forma de parias.
Moneda de plata (dirhem) de la taifa de Zaragoza
Moneda de plata (dirhem) de la taifa de Zaragoza. 
 La facultad de emitir moneda era una prerrogativa exclusiva de los monarcas, así como un símbolo de su poder, pero lo cierto es que, al igual que ocurría con otros monopolios de carácter feudal, la acuñación podía ser vendida o cedida, por ejemplo, a ciudades y monasterios.
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Taller (ceca) de fabricación de monedas.
Las primeras emisiones aragonesas se producen en torno al año 1085, durante el reinado de Sancho Ramírez. Son las denominadas monedas jaquesas por haber sido acuñadas en Jaca. Se trata de dineros de vellón y medios dineros, llamados meajas, contabilizados según el sistema carolingio. La base ponderal del sistema carolingio era la libra, de aproximadamente 409 gr , y su unidad era el dinero de plata. Cada libra se dividía en 20 sueldos y cada uno de ellos en 12 dineros. Lo que daba lugar a la acuñación de 240 dineros de 1.7 gr por cada libra. Se les llamaba monedas cuaternales, es decir, con cuatro dineros de ley, un tercio de plata en la aleación del vellón.
Sancho Ramírez
Dinero de Sancho Ramírez. 
 Libra y sueldo eran exclusivamente monedas de cuenta, no eran físicas, y no llegaron a acuñarse piezas equivalentes hasta varios siglos después. Aunque excepcionalmente sabemos que se acuñaron en Jaca algunos mancusos de oro. Quizá para el pago de los tributos tras la infeudación del Reino a la Santa Sede.
Los primeros dineros de Sancho Ramírez representan en el anverso la cabeza del monarca desnuda de perfil y en el reverso el Árbol de Sobrarbe. La cantidad de variantes en la representación del árbol es enorme ya que en estas piezas la marca del taller (ceca) lo constituye el tipo del reverso y no los epígrafes. Solo ocasionalmente aparecen inscritos topónimos específicos como IACCA, MONSON, NAIARA, y otros genéricos como ARAGON o NAVARA. Las meajas presentan las mismas características, pero existen emisiones que no incluyen el árbol y sólo representan una cruz.
Dinero Sancho Ramírez IACCA
Dinero de Sancho Ramírez acuñado en Jaca (IACCA).
En los reinados posteriores las variaciones tipológicas son mínimas. En las monedas de Pedro I la cabeza del anverso da paso a bustos frontales y de perfil tocados con moño. En las de Alfonso I la cabeza ofrece un peinado ondulado.
Dinero de Alfonso el Batallador
Dinero de Alfonso I el Batallador. 
 Tras la muerte del Batallador, los acontecimientos políticos que se produjeron dieron lugar a diversas emisiones monetarias con tipos y leyendas especiales. Al separarse Aragón y Navarra, ambos reinos comenzaron a acuñar moneda con motivos propios empiezan a aparecer piezas con letras y marcas que diferencian unos talleres de otros.
Las monedas Alfonso II continúan incluyendo el árbol y representan el busto del rey diademado, pero a partir del reinado de Pedro II los monarcas aparecen coronados.
Pedro II de Aragón
Dinero de Pedro II de Aragón. 
 Con la llegada de Jaime I al trono dejó de acuñarse el árbol del Sobrarbe y en su lugar se introdujo la cruz patriarcal o pontifical de doble travesaño llamada vulgarmente jaquesa. Un motivo que venía reconocer la autoridad que el pontífice tenía sobre el Reino de Aragón en virtud de la renovación de la infeudación o vasallaje que realizó su padre Pedro II.
Dinero Jaime I
Dinero de Jaime I.
 Las emisiones de este tipo de dineros fueron declaradas perpetuas y continuaron hasta finales del siglo XV, pero los monarcas los devaluaron continuamente y ya en el reinado de Fernando II los dineros pesaban 0.809 gr y tenían una ley de 1.87 dineros, es decir, tan sólo contenían 0.12 gr de plata.
La tendencia de crecimiento económico continuó en los siglos XII y XIII impulsada por la conquista de nuevos territorios y las mayores exigencias de un mercado en continuo desarrollo obligaron a introducir numerario de oro y plata. Esta vez siguiendo sistemas ponderales más modernos basados en el marco. Aunque el sueldo se mantuvo como moneda de cuenta para el vellón y convivió con otras referencias surgidas a raíz de la necesidad de compatibilizar el numerario cristiano y musulmán. En la Edad Media era raro que circulase una moneda única. Lo frecuente era que las especies circulantes fuesen de más de una variedad o especie. Por lo tanto era necesario contar con distintas monedas de cuenta que relacionasen a todas las monedas conforme a un cambio fijo.
Florín de Pedro IV acuñado en Zaragoza anverso
Anverso del florín de Pedro IV acuñado en Zaragoza. 
 Las primeras monedas de oro se emitieron en época de Pedro IV, quien acuñó una serie de florines en Zaragoza en 1369, pero ya no se conocen más emisiones en reinados posteriores. Las siguientes monedas de oro de la ceca zaragozana fueron ducados desde 1477.
Forín de Pedro IV reverso
Reverso del florín de Pedro IV acuñado en Zaragoza. 
La moneda de plata del Reino de Aragón fue el real, con un peso de 3.20 gr. No comenzaron a emitirse hasta el año 1475 cuando Juan II, al término de la guerra en Cataluña, mandó que fuesen labrados en Zaragoza. Anteriormente, las fuentes nos informan de la acuñación de unas piezas conocidas como dinerales.
Real de Juan II de Aragón acuñado en Zaragoza
Real de Juan II de Aragón acuñado en Zaragoza.
Las monedas de oro y plata aragonesas se caracterizan por llevar en el anverso el busto del rey coronado de frente, y en el reverso el escudo barrado del Reino, con una cruz en cima en los reales y con corona en el ducado. Además, en estas monedas aparecen a ambos lados del monarca marcas de taller y de los monederos reales en forma de letras y símbolos como peces y leones.
                                Ducado aragonés Juan II de Aragón

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https://identidadaragonesa.wordpress.com/2015/11/03/la-moneda-en-el-reino-de-aragon/#:~:text=La%20moneda%20de%20plata%20del,que%20fuesen%20labrados%20en%20Zaragoza.
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2245430.pdf





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