domingo, 24 de noviembre de 2019

EL ARTE EN LA CALLE,LYON


De mi visita a Lyon guardo (y guardaré) muy buenos recuerdos. La ciudad de la seda, patrimonio nacional de la Unesco y capital gastronómica del mundo alberga en su interior numerosos tesoros para descubrir.
Como reza el dicho “para muestra, un botón”, en esta ocasión quería compartir con ustedes algunos ejemplos de arte a pie de calle que me parecen maravillosos. Pequeños fragmentos que te atrapan y permanecen nítidos en la retina mucho tiempo después.
Una ilusión como una suerte de espejismo en el desierto que, desde luego, no está provocado por nuestra mente sino por un artista capaz de recrear una escena perfecta casi en tres dimensiones.
                     
Me refiero a los trampantojos (o a los trompe a l´oeil en su versión francesa). Se trata de una técnica pictórica a través de la cual se pretende engañar la vista (de ahí la idoneidad del nombre “trampa al ojo”) utilizando para ello la perspectiva y el claroscuro (juego de luces y sombras).
                     
Monreal y Haggar lo definen en Diccionario de términos de arte como “un subgénero del ilusionismo” ya empleado por los antiguos griegos y romanos y muy frecuente a partir del Renacimiento para generar sensación de profundidad.
En definitiva, un engaño intencionado al espectador para hacerle creer, a través de representaciones muy fieles, que ve algo que realmente no existe.
                      
Testigos mudos que no solo visten y embellecen las fachadas sino que conforman  “la piel de los habitantes” y una manera de contar historias tal y como lo definen los artistas de Cité Création, una de las señas de identidad de la ciudad en lo que a creación artística se refiere y autor de más de 578 frescos desde su creación en el año 1978.
                     
“Una (re) conquista del espacio y el refuerzo del sentimiento de pertenencia”  que se refleja en estas pinturas que rescatan recuerdos, momentos de la vida y subrayan la identidad y personalidad que hacen único a cada lugar.
                  
Así, dar un paseo tranquilo por Lyon se convierte en una experiencia inolvidable en la que, en el lugar más inesperado, encontrar un trampantojo.

La bibliothèque de la cité (esquina rue de la Platière et quai de la Pêcherie) en la cual libros y escritores como Rabelais, Reverzy o Louisé Labé entre otros se dan cita en esta fachada de 400 metros cuadrados que simboliza el patrimonio literario de la ciudad.

Le mur des Canuts (Boulevard des Canuts) Con dos versiones diferentes que datan de 1988 y 1998 respectivamente y una tercera a punto de ser terminada representa la actividad de la ciudad en su estado puro. Considerado el mural más grande de Europa, sus 1200 metros cuadrados sirven para reproducir el entorno de los canuts (trabajadores de la seda) y su actividad.


Fresque des lyonnais (esquina quai St.-Vincent et rue de la Martinière). Como si  de un teatro se tratase, en él  encontramos hasta 30 personalidades famosas lionesas, históricas o contemporáneas, como los hermanos Lumière, St-Exupéry, Paul Bocuse o Tony Garnier entre otros, que representan lo más granado de la ciudad.
                    
Como ven, una verdadera galería a cielo abierto es la que conforman estos ejemplos (y muchos más) que podran admirar en Lyon.



Hasta entonces podemos conformarnos con los que tiene la ciudad de Madrid dando, por ejemplo, una vuelta por la calles Álvarez Gato, Montera, de la Cruz o la carrera de San Francisco,los que visitaremos en breve...
https://www.salirconarte.com/magazine/los-murales-de-lyon-una-ventana-al-arte-y-a-la-historia-de-obligada-visita/

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