miércoles, 13 de noviembre de 2019

LA MEDICINA Y LA FARMACIA EN LA EDAD MEDIA


Durante estos cinco siglos a los que me refiero, los cambios que se viven en la sociedad europea van a ser muy profundos, y van a dar lugar a una auténtica transformación de ésta. Estos cambios se van a deber principalmente a los siguientes acontecimientos:
Con respecto a la Baja Edad Media van a seguir las guerras en la mayor parte del territorio europeo, con sus secuelas de destrucción, hambre y muerte. Y van a seguir las epidemias. De hecho, la peor que se ha desatado nunca en Europa producida por la Yersinia Pestis, tuvo su punto de mayor virulencia entre 1348 y 1350. Asimismo, enfermedades como fiebres exantemáticas, tisis, disenterías, lepra, etc. condicionaron la manera de vivir del europeo medieval en su intento de defenderse de ellas. La sífilis también estaba muy extendida, aumentando la mortandad de la población. Como resultado, la densidad de población europea va a ser muy baja en esta época.
Pero también hubo aspectos positivos de esta época, el hombre laico europeo despegará a lo largo de estos cinco siglos, en su vida intelectual , lo que va a traer consigo:
• Desarrollo de las escuelas capitulares, paso previo a la aparición de las Universidades.
• Fin de las cruzadas. Cuando los soldados que han participado en ellas regresen a sus tierras de origen , traerán consigo la cultura oriental.
• Fin del feudalismo.
• Potenciación de la vida en las ciudades: nacimiento de los gremios, y de la sociedad burguesa.
• Paso de una sociedad absolutamente mediatizada por la lglesia a una capaz de pensar por si misma, que se laiquiza progresivamente.
• Aparición de una postura critica frente a la Autoridad- que se va a ir desarrollando hasta el Renacimiento y que alcanzará su plenitud en la Revolución Francesa.
• Cambios en el Cristianismo: nacimiento de las órdenes mendicantes: dominicos y franciscanos.
Paralelamente el desarrollo del mundo científico se hizo de la forma siguiente:
Siglo XII: Aparición de las Escuelas de Medicina de Bolonia- Paris y Montpellier. La escuela médica de Montpellier se convertirá en el centro medieval más importante de la ciencia médica en la Europa Occidental.
Cuando en el siglo XIII nazcan las Universidades, la enseñanza de la medicina se convertirá desde el inicio de éstas en una de sus principales Facultades. En ellas se va a enseñar la medicina clásica greco-romana que- a través de las escuelas de Salerno y de Toledo, ha regresado al mundo europeo de la mano de la en ese momento, deslumbrante ciencia médica árabe. Avicena y Averroes nos van a devolver a Dioscorides y Galeno.
También va a regresar la Filosofía griega, lo que supondrá el regreso de Platón y Aristóteles en el mundo cristiano medieval.
La primera Universidad que se creo en Europa fue la de Bolonia (Italia) en el siglo XII. A lo largo del siglo XIII se van a fundar Universidades en Salerno, Padua, Paris, Oxford y Cambridge. En 1347 se fundo la de Praga. En España las pnmeras fueron las de Palencia (1192), Salamanca (1200) y Sevilla( 1250).
En este ambiente intelectual surgieron pensadores como Alberto Magno (siglo XII-XIII). Roger Bacon (XIII), Amaldo de Villanova (XIII), Raimundo Lullio (X[II-XIV), Saladino de Ascoto (XV) y Pedro Benedicto Mateo (XV), fundamentales para el desarrollo de la ciencia medica y farmacéutica medieval. También van a aparecer dos obras literarias fundamentales: un texto químico llamado en su época de Gebery un Grabadin – conocido como seudo-Mesué, o de Mesué hijo. Del Geber hoy día se sabe que fue escrito por varios autores occidentales, del siglo XIII, y fue llamado así en honor del alquimista árabe Jabir ibn Hayyan (que vivió en los siglos VIII y y IX, y fue autor de un tratado de química titulado el Corpus Jabirianum), seguramente porque los autores cristianos basaron su obra en esta obra de aquél.




El Grabadín de Mesué fue escrito en el norte de Italia en el siglo XIII, tomó el nombre del módico árabe, director de "la Casa de la Sabiduria " creada en Bagdad en el siglo IX, y fue obra de referencia obligada sobre la composición de medicamentos para todas las farmacias europeas durante siglos.
La separación definitiva entre medicina y farmacia se produjo en el siglo XlI, y vino provocada por tres factores:
  1. Necesidad de una especialización dada la complejidad de cada una de las dos ciencias.
  2. Prohibición a los religiosos de ejercer la medicina pero no la farmacia.
  3. Aparición de personas que, profesionalmente, sólo les interesaba dedicarse a comerciar con drogas y preparar medicamentos que pudieran vender a los médicos. A estas personas en Francia , Italia y España se es llamó "especieros".
El dato más antiguo que tenemos es de Venecia, en Italia, en donde se creó un cuerpo encargado de recetar y vender los productos y de regular el comercio farmacéutico, controlando la calidad y el precio de las drogas. Un siglo después (1252), estos justicias pasaron a ser los "Justicia Nova" y publicaron un estatuto, el de "Medici Speciali", dedicado a aquellos que primero comerciaban con especias y más tarde con drogas medicinales, por el que se reguló el ejercicio de este comercio. En este estatuto se contemplaba la prohibición expresa al médico y al farmacéutico de formar sociedad, y así recetar y vender los productos más caros, y se ordenaba al farmacéutico que preparase los medicamentos siguiendo los principios expuestos en los tratados de medicina y en los Antidotarios.



En 1221 apareció el gremio de farmacéuticos de Verona. A finales del siglo XIV, lo hizo en Roma bajo el nombre de Universitas Armatarium. Mas tarde, en el siglo XV, por medio de una bula del papa Martín V. esta institución adoptó unos nuevos estatutos que la convirtieron en el Nobile Collegio degii Aromatari. En estos estatutos se contemplaba:
  1. La obligación de prestar auxilio a los compañeros enfermos y pobres.
  2. El derecho a examinar a los que quieran ejercer la profesión.
  3. La obligación de los nuevos farmacéuticos de inscribirse en este colegio.
  4. Se regula la apertura de nuevas farmacias, teniendo en cuenta la distancia entre ellas.
  5. Se estipulan los precios de medicamentos, alimentos, licores, cuyo comercio estaba controlado por este colegio.
En Milán se creo el gremio de farmacéuticos hacia el año 1.300. En sus estatutos se acordaba que nadie podía ejercer la profesión si no había sido previamente examinado y aprobado por sus compañeros: el gremio de Florencia se llamó el "Tribo dei medici e degli speciali ", a él perteneció el Dante. En la Italia del siglo XIV los gremios de farmacéuticos controlaban el comercio en régimen de monopolio de unos dos mil artículos diferentes, desde libros hasta velas, y también solían ejercer como enterradores.
En Francia, en el siglo XII, todavía aparecen juntas ambas profesiones en su ejercicio, pero al que se dedica sólo al comercio y preparación de medicamentos se le llama “pigmentario”, por ser también comerciante de especias. El gremio que empezó a funcionar en París a partir del siglo XIII, englobó a especieros, boticarios, drogueros, herbolarios y cereros, lo que da idea de lo variado de la profesión. Esta corporación tuvo entre sus principales tareas, la de organizar funciones religiosas. Su patrón fue San Nicolás. Otro cometido mas acorde con su naturaleza fue el de guardar los sistemas de pesas usados como patrón en la fabricación de medicamentos, así como la vigilancia de las pesas empleadas por todos los comerciantes de la villa. Los miembros de este gremio también se ocuparon de asegurar la calidad de sus medicamentos y de establecer los precios y controlar la formación profesional de los aprendices y de regular el ascenso dentro de la profesión. El examen de entrada en el gremio consistía en la preparación de una pieza maestra y se hizo obligatorio a partir de 1484.



En 1336, se dictan unas ordenanzas en las que se dispone que decanos y maestros de la Facultad de Medicina de París, inspeccionen la calidad de los medicamentos de sus farmacias. Mas tarde son Guardias Jurados de la corporación farmacéutica los que harían esta inspección, acompañados por dos médicos elegidos por el decano de la facultad de medicina y por dos boticarios elegidos por el Preboste de París La unión entre boticarios y especieros duró hasta el siglo XVII en el que se firmó el Colegio de Farmacéuticos de París. Entre 1162 y 1202 se dieron los Estatutos de la Villa de Arles, en los que se prohíbe que el farmacéutico regale nada a un médico, para que éste no se sienta obligado a mandarle clientes. En 1242, en los Estatutos de Avignon, se indica la obligación de los especieros y sus ayudantes de jurar fidelidad en el ejercicio de su oficio, se prohíbe la asociación entre el farmacéutico y el médico, así como el intercambio de regalos entre ellos. En el año 1180, en Montpellier, se exige un juramento a los épeciadors o apothecaires. En el Reino Unido no se definió la profesión hasta el siglo XlX siendo hasta entonces el medico a la vez boticario o, simplemente, podía auto-titularse boticario el que lo tuviera por conveniente, pero ya en el siglo XIV se creó en Londres la Comunidad de los Pimenteros que agrupó a especieros, boticarios y pimenteros, y, en general, a todos los que se dedicaban al comercio de drogas, cualquiera que fuese su fin, en lo que se llamó Company of Grocers. A partir del siglo XlV, los boticarios formaron un grupo aparte dentro de ella y en 1617, ya lograron independizarse. También entre sus cometidos estaba la custodia del sistema oficial de pesas. Su patrón fue San Antonio. En Alemania entre 1.231 y 1.242 fue dictada la llamada Carta Magna de la Farmacia por el emperador Federico II; aunque solo se dictó para ser aplicada en el Reino de las Dos Sicilias, que entonces le perteneció tuvo una gran influencia en amplias áreas de la Europa Occidental. Sus puntos fundamentales eran:
  1. Prohibición expresa de que el medico prepare o entregue medicamentos. Los medicamentos deben ser preparados por los farmacéuticos.
  2. Obligación de obtener un permiso oficial para poder establecer una farmacia.
  3. Obligación de ejercer la farmacia siguiendo las normas de un libro oficial.
  4. Las tarifas de cobro se estipulaban también oficialmente, serie de características de cada medicamento, siendo las más importantes su tiempo de conservación y el trabajo que suponía fabricarlo.
  5. Las farmacias debían abrirse en sitios previamente determinados y debían cumplir determinados requisitos.
Esta carta está considerada como el punto de partida de la oficina de farmacia como tal, y en ella se contienen las dos normativas básicas para asegurar el bienestar económico de los farmacéuticos establecidos: la limitación del número de farmacias y la fijación del precio de los medicamentos según tarifas previamente controladas. En cuanto al funcionamiento de sus gremios, parece ser que los boticarios alemanes medievales no se unieron entre si, sino que se englobaron en otras corporaciones más poderosas. En el siglo XIII ya existían oficinas de farmacia como tales en la cuidad de Colonia. En Nuremberg, (siglo XIV) se prohibió a los médicos la preparación de medicamentos y se declaro ilegal la asociación entre médicos y farmacéuticos En el siglo XIII, los boticarios de la ciudad suiza de Basilea se unieron a la muy poderosa "Comunidad del Azafrán " de dicha ciudad. La profesión se ejercía muy limitadamente, siendo generalmente un privilegio concedido de por vida a un ciudadano relevante y a veces también a sus herederos.




En España el documento más antiguo donde aparece la palabra "boticario" es de 1217,y en tal se ordena que nadie a excepción del boticario venda vino. Asimismo, en el Código de Las Siete Partidas de Alfonso X, escrito en el siglo XIII se dice que se aplicará la pena de homicida al boticario que venda drogas medicinales sin mandato del físico: también se aplicará idéntica pena al físico, especiero u otro que venda hierbas o ponzoñas a quien sepa quiere matar con ellas, o si enseña a alguien cómo matar con ellas. De este artículo, se desprende que en España, por aquella época, la separación entre ambas profesiones no era aún definitiva.
En otro punto se advierte de que cometerá falsedad el físico o especiero que teniendo que hacer jarabe o electuario con azúcar, lo haga con miel sin saberlo el físico que lo prescribe. En 1351, Pedro IV de Aragón en su carta de Perpignan, dice que los alcaldes deben elegir anualmente un físico, un mercader y un especiero que se encarguen de efectuar la visita oficial de las farmacias del lugar.
En 1370, en Barcelona, el Consejo de los Ciento ordena a los boticarios que guarden los venenos (ponzoñas) bajo llave, y se prohíbe entregar rejalgar u otro veneno a quien lo pida. Así mismo, ordena que sólo los boticarios con botica abierta preparen medicamentos. Finalmente, en Valencia, su rey Alfonso V, da la orden en 1.329, de que el gremio de boticarios sea el encargado de examinar a cualquier aspirante que quiera entrar en la profesión y se refiere a ella como "especiería".
¿Y cómo eran estas boticas? Las conocemos a través de dibujos, grabados, e, incluso, tallas y cuadros de la época. La botica era una tienda que daba al mercado. En su interior había un mostrador sobre el que se disponían los morteros con sus manos y la balanza, y en las paredes se colgaban repisas o anaqueles en donde se disponían los simples y los medicamentos ya preparados. Estos se guardaban en cajas, botellas, botes de cerámica, y bolsas de piel, etiquetados con nombres y algunos ya con marcas.
A lo largo del siglo XII, los que se dedicaron a comerciar con drogas y a preparar con ellas medicamentos tuvieron distintos nombres: en Italia se llamaron aromatari o apothecari, pero he de reseñar que como apothecari se conocía a cualquiera que en su trabajo se tuviera que refaccionar con el público, por ejemplo, había apothecari notan.
En Francia, primero aparecieron los apothecaries o religiosos que desempeñaban la función de farmacéuticos para su comunidad, y, ya en el siglo XIII, apareció la Apothec o lugar donde se almacenaban drogas así como el apothecair o persona que preparaba y vendía drogas y el especier o persona que solamente las vendía, es decir, el comerciante.

Obras de la Escuela de Salerno.

1.Régimen de la Escuela de Salerno.
Esta obra fue la base de toda la literatura médica hasta el Renacimiento. Escrita en verso, los médicos se la aprendían de memoria, y curaban las distintas enfermedades según sus instrucciones. No se sabe quien fue su autor, aunque, como en tantos casos, lo más probable es que fueran varios médicos poetas de la escuela salernitana y aún después de desaparecida esta escuela, otros siguiesen añadiendo mas versos. Arnoldo de Villanova nos da una recopilación que tiene 362 versos, pero posteriormente llegó a tener muchísimos más. Se han hecho unas 300 ediciones, publicadas a lo largo de varios siglos.
Es principalmente un tratado de higiene, que nos dice desde el régimen a seguir según la estación y el mes que sea; cualidades de los alimentos y bebidas; habla de los cuatro humores; de la correspondencia entre los signos del Zodiaco y las partes del cuerpo humano; normas terapéuticas: habla de drogas como azafrán, salvia, hinojo, eléboro, hisopo...; describe distintas prácticas médicas como sangrías; da recetas farmacéuticas para hacer tisanas, antídotos …
2. "De viribus herbarum" o "Pseudo-macis'". No se sabe quién es su autor. En esta obra se citan numerosos medicamentos.
3. "Alphita". Es una lista por orden alfabético de fármacos. Se llamó así, porque la primera que se describía era precisamente esa, y su interés radicó en que también daba sinonimias de drogas vegetales y animales.
La Escuela de Salerno decayó a principios del XIV y desapareció como tal en el XV.

Principales autores de la Edad Media.


Alberto Magno (1193-1280) nace a la orilla del Danubio; germánico e hijo de una familia noble, se dedica al estudio ordenándose dominico en Padua y como tal fue profesor en distintas ciudades de Alemania y Francia, haciéndose tan famoso por sus clases que en vida le concedieron el título de Doctor Universal.
Fue nombrado Provincial de la orden y destinado a Roma, desde donde se enfrentó a los ataques que la Universidad de París lanzó contra él. Después, fue nombrado obispo de Ratisbona, pero él no se quiso hacer cargo de un puesto que le impedía estudiar y, rodeado de honores, se retiró a un convento cerca de Colonia, donde murió. Se le considera uno de los máximos enciclopedistas de la Edad Media, pues trató prácticamente todos los temas, siendo sus obras principales las de teología, historia natural y física Fue un gran químico, partidario de la experimentación personal, hasta el punto de que se negó a aceptar ninguna teoría que él no hubiera comprobado. Escribió sus obras en el lenguaje sencillo y claro con el que impartía sus clases. Nunca fue alquimista, al contrario, denunció lo que él consideraba sus fraudes, y nunca creyó en la transmutación de metales. Fue el primero que aisló el ástato tratando oropimente con jabón; usó la palabra "afinidad" con el mismo sentido químico de hoy; llamó vitriolo al sulfato ferroso, y nos ha dejado descritas muchas sales de uso farmacológico, operaciones químicas y aparatos que usaba en sus experimentos. Estudioso de las plantas, comprobó que el zumo obtenido de sus distintas partes, tenía distintas propiedades; habló de virtudes medicinales de las plantas y de la aplicación de ciertos productos químicos en algunas enfermedades (azufre para la sarna...) pero como monje que fue, nunca ejerció la medicina.
Como filósofo, introdujo al cristianismo la obra de Aristóteles. Fue, por lo tanto, un seguidor del empirismo y como tal dio la máxima importancia a la observación y al experimento. Sus obras científicas mas representativas pueden ser "De vegetalibus et plantibus" (1250), en donde aparecen novedades clasificatorias de plantas, y un estudio comparativo entra ellas, sus distintas partes y sus formas, aceptando la posibilidad de mutaciones entre ellas, y "De animalibus" en la que hace observaciones sobre embriología de mamíferos y reproducción de insectos.




Roger Bacon (1214 -1294), monje franciscano, también de familia noble, nació en Ilchester (Inglaterra), estudió en Oxford, donde se gradúa como maestro en Artes y después va a la Universidad de París, donde estudia y da clases. Partidario del estudio experimental, creyó siempre en que la experiencia era la única manera de adelantar el conocimiento humano, luchó contra la superstición y la ignorancia de sus colegas científicos. Recomendó el estudio de las matemáticas como base de todas las ciencias. A partir de sus estudios astronómicos, demostró el error del calendario juliano respecto al año solar, por lo que fue atacado por otras órdenes y por la suya propia lo que le llevó a pasar encerrado en calabozos de su convento gran parte de su vida. Talló lentes para aumentar el campo visual, hizo pólvora con nitro, azufre y carbón, señaló, antes que Paracelso, que la química era una ayuda inapreciable para la medicina y que daría a ésta numerosos medicamentos. Gran soñador y profeta de la mecánica, para él experimentar era hacer variar los fenómenos naturales mediante la habilidad técnica. A esta ciencia experimental le dio tres cualidades: verificar las otras ciencias especulativas, ser un medio para prolongar la vida humana, y conocer el pasado, el presente y el futuro y construir máquinas asombrosas que cambiarían las condiciones de vida humana. Sus obras fueron “Opus Mayor”, “Opus Minor” y “Opus Tertium”.



Arnaldo de Vilanova nació en Cervera (Lérida-1.235) de origen humilde se educó con los dominicos, y después estudió en Barcelona, París y Montpellier. Incluso llegó a oír a maestros salernitanos. Estudió filosofía, ciencias naturales, teología, medicina y lenguas: habló francés, latín, árabe, hebreo y griego. Viajó mucho. Ejerció como médico y fue estupendo, llegando a serlo de reyes y papas, para los que en algunos casos actuó de consejero y de embajador. Sus ideas teológicas le enfrentaron al clero, pero su amistad con los papas le salvaron de éste. Hombre muy independiente, se permitió criticar a Galeno y a Avicena, dudar de la autoridad de los escritores antiguos, lo que le puso en contra de las escuelas de Francia e Italia, que los seguían sin osar el poner en tela de juicio sus enseñanzas. Al final de su vida se arrepintió de las ideas heréticas de su juventud, y se ordenó sacerdote. Se cree que murió en una travesía de Sicilia a Avignon, en 1313.
Y estas fueron las principales características de su personalidad: su afán de viajar y su independencia de ideas. Como médico, en sus escritos demuestra ser un gran conocedor de venenos y medicamentos. Tradujo al latín y comentó "El régimen de la Escuela de Salemo"; escribió un "Régimen de Sanidad" y un "Brevarium" que se considera la mejor fuente para conocer la historia de la medicina de la Edad Media.
Como farmacéutico dio las reglas para la preparación de medicamentos conocidas como los Cánones de Arnaldo, estudiadas primero y seguidas después por todo aquél que quisiese ejercer de farmacéutico en España. Escribió sobre vinos intentando analizarlos, dio recetas de pomadas, normas sobre la preparación de mercuriales, prohibió la preparación de medicamentos en vasijas de cobre; fue el primero en preparar alcohol de romero, en los formularios se llama "agua de la reina de Hungría", porque una de ellas, Isabel, la usó mucho. Inventó dos medicamentos que se van a usar mucho: la Benedicta Purgante y la Confección Anacardina.
Se dedicó también a la alquimia, y a la química: experimentó reacciones para purificar metales, destiló un alcohol al que llamó "agua de la vida", obtuvo aceites esenciales y enseñó sus aplicaciones.
Se dice que fue muy supersticioso, de hecho él llevaba -y recomendaba- una plancha de oro encima de la cabeza como amuleto para preservar y aumentar la inteligencia, y a él se le atribuye la primera receta para obtener oro líquido (oro potable). Pero fue un gran analista, que investigó muy intuitivamente la potabilidad de las aguas, e incluso, dio un método muy empírico para conocer la cantidad de principios minerales que contenían. También trató de analizar medicamentos, pero en este campo su labor fue muy pobre.




 Raimundo Lulio nace en la isla de Palma de Mallorca (España-1232) de familia noble, recibió educación en armas, poesía y música, pero muy joven abandona sus estudios y se da a una vida de... perdónenme, pero no resisto la tentación de contarla, porque ríanse ustedes de los culebrones de la televisión. Permiso:
… Abandona sus estudios y lleva una vida de ocio y de lujuria. Su padre y el rey de Mallorca, absolutamente escandalizados por el comportamiento del mozo, le obligan a casarse, pero a pesar de esto, él sigue dando escándalos que llegan a atemorizar a la isla; un día entra montado a caballo tras una mujer casada de la que está enamorado en una iglesia mientras se está celebrando misa y por esta mujer sigue cometiendo barbaridades hasta que ella accede a darle una cita y en esta cita le enseña el pecho carcomido por un cáncer. Ante esta visión, mas unos sueños que ha tenido, abandona la vida que lleva, le da sus bienes a su esposa y se hace monje, dedicándose al estudio de lenguas orientales, con la idea de poder convertir infieles. Hace múltiples viajes, buscando medios económicos, funda un colegio en Mallorca para la enseñanza de las lenguas, que es autorizado por el rey Jaime 11 y para el que logra la aquiescencia papal.
Viajó por Francia, Italia y Alemania, buscando poder formar una armada para ir a luchar contra los infieles y reconquistar los Santos Lugares.
En estos viajes funda más escuelas para la enseñanza de las lenguas y él mismo es profesor en Montpellier y en París, donde se le apoda "Ramón el Barbudo" y, más tarde, "el doctor Iluminado", seguramente porque el rey español Felipe el Hermoso le había llamado "el grande e iluminado doctor" y donde polemizó contra los averroistas. Con el hábito de San Francisco, visitó Oriente y el norte de África, Egipto, Marruecos, y las tierras del Magreb, donde predica el cristianismo, intentando convertir a musulmanes. Le hacen prisionero, le condenan a muerte, pero él consigue escapar. Murió como consecuencia de unas pedradas que le dieron en Bujia (1315), durante el viaje de regreso a España.
Racionalista por temperamento, conoció a Aristóteles a través de los árabes. Se le considera uno de los mejores alquimistas de la historia y un gran químico, pero he de reseñar que, para algunos autores, el Ramón Llull, teólogo y filósofo y el Ramón Lluli alquimista son dos personas diferentes, y se ha pensado también en la posibilidad de que las obras de alquimia atribuidas a las siglas R. LI. sean en realidad de Raimundo de Tárraga, llamado también Raimundo LIuIl. Estas obras son muchas y, por ellas, sabemos que el autor sabía obtener y purificar el alcohol al que llama "aqua ardens vitae" del que indicó que servía para curar el cuerpo y conservarlo, aunque no para prolongar la vida, ya que esto solo es competencia de Dios. Con este aqua vitae, prepara las quintaesencias (o tinturas), tratando raíces, leños, hojas, y flores de diversas plantas, de las que estudia su acción medicamentosa. Obtiene sulfúrico, carbonato de amonio de la orina, lo sublima y lo llama sal volátil o "espúitus mercurialis anúnalis", acetato potásico tratando cenizas con vinagre, purifica el mercurio, etc.


Saladino de Ascolo vive en el siglo XV y es el último autor de la escuela salernitana. Médico, escribió la primera obra dedicada solamente a farmacéuticos: Compendium Aromatariorum. En ella se explica:
• Qué es la profesión de farmacia.
• Condiciones que ha de tener un hombre para ejercerla:
ni viejo ni joven
ni altivo ni orgulloso
ni mujeriego
será religioso, trabajador, justo y caritativo
conocedor de los secretos de su arte
siempre dispuesto a ejercerlos
deberá pedir el justo precio por sus medicamentos, sobre todo a los pobres
no cometerá fraudes, ni venderá abortivos ni venenos
• Obras que ha de tener en su oficina de farmacia: las de Avicena, Mesué, Serapion y Nicolás.
• De nombres de medicamentos y los diferencia según su actividad
• De pesos y medidas que debe usar y sus equivalencias
• De normas para la recolección y conservación de simples y compuestos, describiendo las características de los recipientes que conviene en cada caso
• Describe los utensilios que debe contener una botica
Se dice que esta obra fue escrita a ruegos de sus compañeros boticarios y desde luego fue manual para el examen.
Después de este tratado, se escribieron, dedicados solamente a la profesión de farmacéuticos, muchos más. Por ejemplo, una que se llamó "Lutninare majus" de Manlius de Bosco (1.494).




Pedro Benedicto Mateo de Barcelona; su obra "Libro para examen de boticarios y también para enseñanza de muchos adolescentes", escrita en 1497 y publicada en 1521, es semejante a la obra de Ascolo: también define la profesión, habla del examen teórico y práctico; describe los simples, dando procedencia etimológica, a variedades comerciales; habla de la elaboración de medicamentos compuestos, triaca, mitridato; formas farmacéuticas; pesas y medidas; y obras que ha de tener un boticario en su botica: Dioscórides, Mesué, ;Avicena, Rhasís, Arnaldo...
Un año después de esta obra, se publica la primera farmacopea conocida en la historia (1498), titulada "Recettario di dottori dei arte e di medicina dei Collegio Fiorentino all instancia delli signoti consoli della Universita delli speciali". Este Recetario Florentino fue redactado por el colegio de médicos de Florencia a instancias de los farmacéuticos, y, aunque, sólo tuvo validez legal para esta ciudad, ya reunió todas las características -estuvo redactada, aprobada y aceptada por una comisión mixta de médicos y farmacéuticos- de manera que ha sido considerada una verdadera farmacopea.

No quiero terminar este capítulo sin hacer mención de tres exóticos y popularísimos remedios de la época. Me refiero al cuerno del unicornio, la mandrágora y las piedras preciosas.
El unicornio era un animal mítico, feroz y que sólo podía capturarse con la ayuda de una joven virgen de noble cuna. Sus usos medicinales eran los siguientes: el que bebía en un vaso hecho con este cuerno quedaba protegido contra las enfermedades, las heridas de guerra, el fuego y los venenos. El que lo tomaba pulverizado no padecía de epilepsia, ni de impotencia, ni de esterilidad, ni podía contagiarse de peste, viruela, lepra ni lombrices. Estuvo en las farmacopeas hasta el siglo XVIII. Pero, por supuesto, lo que no podía estar en las boticas era el cuerno de un animal que no ha existido jamás, así que los boticarios, que no dudaban de sus propiedades, debieron tener tremendos cargos de conciencia "adulterándolo" con cuerno de rinoceronte, ciervo, alce, orix y especialmente colmillo de narval.
A la mandrágora , es decir a su raíz, también se le atribuían poderes misteriosos. Por su extraña forma, que a veces recordaba a la de un ser humano, se la consideró un afrodisíaco y un remedio contra la esterilidad. Sus principales usos, sin embargo, fueron como anestésico y como sedante. También se usaron como amuletos, sobre todo en Alemania, donde surgió la costumbre de tallar unos muñecos con ellas (los Alraune), que podían hacer invisibles a sus dueños, enriquecer al pobre, conceder favores amorosos, y curar cualquier enfermedad. La raíz de mandrágora se usó hasta el XVII.
Las antiguas civilizaciones ya concedían propiedades mágicas a ciertas piedras preciosas. Durante la Edad Media, se siguió creyendo en ellas: como amuletos, podían preservar la vida, como medicamentos, podían curar numerosas enfermedades. Un obispo francés, Marbode, escribió una lista de sesenta gemas con propiedades curativas. Su obra se titula "De lapidibus", y fue escrita en el siglo XI.
En resumen, durante estos cinco siglos que duró la segunda etapa de la Edad Media, la vida en la Europa Occidental siguió siendo muy dura, aunque se vio matizada por la capacidad de las personas de reaccionar intelectualmente ante la adversidad. Al miedo y la ignorancia se superpusieron los conocimientos médicos de la cultura clásica revertida por los árabes, más el afán de superación por el camino de la experiencia seguido por los científicos medievales. La farmacia realizó enormes progresos en esta época, consolidándose como una ciencia independiente, practicada por unos profesionales, reconocidos socialmente por su saber y por su ética.

https://elglobal.es/hemeroteca/farmacia-un-viaje-desde-la-edad-media-al-siglo-xxi-gyeg_448284/
http://historiadelafarmacia.perez-fontan.com/cap_7.html
https://es.slideshare.net/jhonrestrepo123/edad-media-historia-de-a
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7067013

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