domingo, 30 de junio de 2019

MINAS DE COLTÁN...VIAJE AL INFIERNO


El infierno está a la vuelta de la esquina, en medio de un paraíso verde, aunque no es fácil acceder a él. En Congo no hay nada sencillo pero tampoco imposible. El dinero abre las puertas de la casa del diablo. El destino es la gran mina de coltán de Rubaya, cuna de los minerales que alimentan nuestros móviles y tabletas en el primer mundo. En el camino que va de la ciudad de Goma hacia la zona montañosa de Masisi, donde está la cantera, se puede uno encontrar  con varios checkpoints de militares que piden su mordida para poder atravesar las barreras. 
Al dejar atrás Goma el horizonte gris se vuelve verde, con colinas de pastos que recuerdan al paisaje suizo. Solo que esto es Congo, el país con una de las tierras más fértiles de África y donde, sin embargo, la población pasa más hambre. Tres horas después lestá Rubaya, en la provincia de Masisi, el 'far west' congoleño. El polvo y la niebla cubren este lugar de madera y barro, haciéndolo casi fantasmal.
"Este pueblo empieza a conocer el desarrollo. Es una mezcla entre el pasado y el futuro. Parece congelado en el tiempo, pero aquí hay dinero porque es de donde salen los minerales. Por eso esta región se la disputan varios grupos armados". Como los poblados de los buscadores de oro en el lejano oeste americano, no hay ley ni nadie que la aplique. Todos buscan enriquecerse rápido aunque muy pocos lo consiguen.
Miles de personas trabajan a diario en esta mina, parte a cielo abierto, parte en profundas galerías. Era de propiedad pública hasta que sus explotadores se agruparon en cooperativa para gestionar mejor sus recursos. Aunque de sus entrañas sale mucho dinero, en Rubaya no hay hospitales ni colegios. Tampoco luz ni electricidad. En temporada de lluvias la montaña se derrumba y engulle con ella a muchos de los esclavos. Si observamos la montaña se pueden ver unos puntos blancos,que parecen árboles...(son una hilera de mineros descendiendo con antorchas). Cada día mueren aproximadamente 40 personas...
El pueblo minero de Rubaya, desde la montaña. 
La niebla no permite ver toda la explotación, pero se intuye. El suelo es negro como la roca de coltán. Miles de figuras se mueven con palas y picos cubiertos de barro, algunos adolescentes, muchos de ellos descalzos y reventados por el esfuerzo. Parecen zombies en una danza fantasmal. Algunos llevan a la espalda sacos de mineral cuesta arriba y abajo. No importa si no tienen botas, lo que importa es lo que son capaces de arañarle a la tierra. Todo es cráter y lluvia.
No hay tierra firme. Para los que no están habituados a moverse en arenas movedizas es peligroso. "Es época de lluvias y a menudo se producen desprendimientos en la montaña y caen con ella muchos mineros", 
Trabajan de sol a sol por un dólar, que compran comida en mercados improvisados en su interior, o en las zonas más bajas de la cantera, donde aún hay algunas casas en medio de la ladera. Muchos mineros desaparecen sin que nadie vuelva a saber de ellos, como si la bruma los engullera. Son las reglas de la mina, una picadora de hombres.
En la zona donde criban el mineral,el río que baja de la cantera fluye rojo. Varias cuadrillas de hombres separan con mallas de metal el coltán de la escoria. Aunque es un trabajo penoso, parece menos duro del que se hace arriba en la mina.

Hasta ahora han muerto aproximadamente tres millones y medio de congoleños en las minas.

El coltan o coltán no es un mineral propiamente dicho sino la abreviatura de dos minerales: columbita, una mena de columbio, o niobio, y tantalita, una mena de tántalo (elemento).
El coltan está formado, pues, por la mezcla de columbita, que está compuesta por óxidos de niobio, hierro y manganeso [(Fe, Mn) Nb2O6], y tantalita que está compuesta por óxido de tántalo, hierro y manganeso [(Fe, Mn) Ta2O6] en cualquier proporción.
Estos óxidos constituyen una solución sólida en ambos minerales. El coltán es de color gris metálico oscuro. De él se extrae el metal tantalio.
Son escasos en la naturaleza y dan un claro ejemplo de materiales que han pasado de ser considerados simples curiosidades mineralógicas a cruciales para el avance tecnológico debido a sus nuevas aplicaciones.
El principal productor de coltan es la República Democrática del Congo con cerca del 80% de las reservas mundiales estimadas, si bien existen mayores reservas probadas o en explotación en Brasil con el 5% de las reservas, Tailandia con otro 5% y Australia, esta última con el 10% de las reservas mundiales estimadas.
Según informes de agencias internacionales de prensa, la exportación de coltan ha ayudado a financiar a varios bandos de la Segunda Guerra del Congo, un conflicto que ha resultado con un balance aproximado de más de 5 millones de muertos.
Ruanda y Uganda están actualmente exportando coltan robado del Congo a occidente (principalmente a los Estados Unidos), en donde se utiliza casi exclusivamente en la fabricación de condensadores electrolíticos de tantalio. Es utilizado en casi la totalidad de dispositivos electrónicos: teléfonos móviles, GPS, satélites artificiales, armas teledirigidas, televisores de plasma, videoconsolas, ordenadores portátiles, PDAs, MP3, MP4…
La principal producción del tántalo se lleva a cabo en Australia,3 donde el mayor productor, Sons of Gwalia, opera dos yacimientos. Este mineral también se explota en Canadá, Brasil, China y en la República Democrática del Congo. También se produce en Tailandia y Malasia como subproducto de la minería y de la metalurgia del estaño.
La mayor cantidad de reservas se encuentra en las zonas orientales de la República Democrática del Congo. También se encuentra y a veces se produce en Etiopía, Nigeria, Zimbabwe, Mozambique, Namibia, Sudáfrica y Egipto.Recientemente, se ha descubierto un gran yacimiento de coltan en Colombia.Igualmente se ha descubierto en Venezuela al sur del Río Orinoco .
Se trata de un recurso estratégico, imprescindible en la fabricación de componentes electrónicos avanzados. El tántalo se usa principalmente en la elaboración de condensadores.El condensador electrolítico de tántalo es en la actualidad un tipo bastante común de condensador presente en gran cantidad de dispositivos electrónicos, como en teléfonos móviles, ordenadores, pantallas de plasma, cámaras digitales… o proyectos de alta tecnología como, por ejemplo, los satélites artificiales enviados al espacio.
Estos dispositivos son cada vez más pequeños, delgados y fiables gracias en gran parte al uso de los condensadores electrolíticos de tántalo que han ido sustituyendo a los condensadores electrolíticos tradicionales.
Aunque la mayoría de los dispositivos electrónicos pueden funcionar con condensadores electrolíticos normales, los condensadores electrolíticos de tántalo tienen valores de capacidad eléctrica más exactos, soportan mayores temperaturas y son muchísimo más pequeños.
Esto los hace ideales para las exigencias actuales de miniaturización de los dispositivos electrónicos. La gran demanda de estos condensadores ha disparado el precio del tántalo. Un condensador de tántalo cuesta mucho más que un condensador electrolítico normal de las mismas características.
La República Democrática del Congo posee el 80% de las reservas mundiales estimadas de coltan, este mineral está considerado altamente estratégico y por ello existe una guerra en el Congo desde 1998.


Según las Naciones Unidas, el Ejército Patriótico Ruandés ha montado una estructura para supervisar la actividad minera en Congo y facilitar los contactos con los empresarios y clientes occidentales. Traslada el mineral a Ruanda donde es tratado antes de ser exportado.
Los destinatarios finales son EEUU, Alemania, Holanda, Bélgica y Kazajistán. Esta guerra, directamente relacionada con la explotación inmoral de este mineral, arroja un saldo de más de 5,5 millones de víctimas, lo que supone el mayor número de muertes desde la segunda guerra mundial.
Ruanda y Uganda, han sido acusados en varios informes internacionales, del expolio y tráfico de estas riquezas minerales del Congo. Siendo varios países occidentales los principales beneficiarios, la ayuda económica y militar continúa durante el conflicto.
Se firmaron planes de apoyo y cooperación entre Estados Unidos y estos dos países, los cuales además de enriquecerse con el tráfico del mineral, vieron cómo parte de sus deudas externas fueron canceladas y se los consideró como modelos de desarrollo económico de la región.
Entre las empresas más importantes con intereses en la región, ha sido mencionada la American Mineral Fields, en la que George Bush, padre del expresidente norteamericano George W. Bush, tiene notables intereses. Durante los años transcurridos hasta hoy han disputado la guerra dos bandos: de un lado Ruanda, Uganda y Burundí, apoyados por EEUU y los créditos del FMI y el Banco Mundial, y del otro lado Angola, Namibia, Zimbabue, Chad y las milicias hutu y Mai Mai.
La explotación del coltan, especialmente en Congo, ha ocasionado diversas polémicas sobre las posibles consecuencias a nivel social y ambiental. La explotación de este recurso ha alimentado conflictos armados entre facciones locales, apoyadas, en algunos casos, por gobiernos extranjeros como el de Uganda.
Esto plantea un dilema moral similar al de la comercialización de diamantes de guerra. Otras preocupaciones derivadas de la extracción del coltán pasan por la explotación laboral de los trabajadores que participan en la misma o la destrucción de ecosistemas, pues los principales yacimientos coinciden con los hábitat de gorilas en peligro de extinción.
La ocupación ruandesa del este del Congo ha significado que la República Democrática del Congo haya sido incapaz de explotar este recurso en beneficio propio. Un informe reciente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha reportado que una gran cantidad de este mineral está siendo explotado de forma ilegal y trasladado de contrabando a través de las fronteras por milicias de las vecinas Uganda, Burundi y Ruanda.

Se estima que el ejército ruandés ha tenido un beneficio de como poco 250 millones de dólares en unos 18 meses de venta de coltan. Sin embargo, estas estimaciones son difíciles, puesto que Ruanda tiene sus propios depósitos de coltan, haciendo que el mineral adquirido mediante el contrabando sea difícil de identificar.
El contrabando de coltan también se ha identificado como la mayor fuente de ingresos para la ocupación militar del Congo. Debido a la dificultad de distinguir entre la explotación legítima y la ilegítima, algunos fabricantes de aparatos electrónicos han decidido, por motivos éticos, dejar de lado esta zona del mundo como fuente de coltan, y dirigirse a otras fuentes.
Los tres países identificados por las Naciones Unidas como contrabandistas de coltan han negado estar involucrados. El periodista austriaco Klaus Werner ha documentado los vínculos entre compañías multinacionales y el tráfico ilegal de coltan.
Ha habido una caída significativa en la producción y venta de coltan y niobio de las minas africanas desde que hubo un drástico incremento de precios en 2000, debido a la especulación en las llamadas empresas “.com” y los grandes pedidos. Esto está confirmado en parte por la cifras de la United States Geological Survey.
El Centro de Estudio Internacional del Tantalio-Niobio en Bélgica (un país con vínculos tradicionales con el Congo), ha recomendado a los compradores internacionales que eviten el coltan de la región del Congo por motivos éticos:
Una de las mayores empresas que fabrican condensadores de tantalio han hecho un llamamiento a sus proveedores de coltan de que certifiquen la procedencia de los minerales con el fin de evitar que provengan de la República Democrática del Congo.
Y acabar con el contrabando ilegal de las regiones de Centroáfrica y evitar el seguir financiando a las guerrillas.
“Los países centro-africanos de la República Democrática del Congo y Ruanda y sus vecinos solían ser la fuente de tonelajes significativos. Pero la guerra civil, saqueando los parques nacionales y exportando los minerales, diamantes y otros recursos naturales para financiar las milicias ha obligado al Centro de Estudio Internacional del Tantalio-Niobio a hacer una llamada a sus miembros para que tengan cuidado de obtener las materias primas de fuentes legales.
El daño, o el peligro de provocar un daño, a la población local, la vida animal salvaje o el medioambiente es inaceptable.”

Un trabajador congoleño normal gana alrededor de (10$) mensuales. Un trabajador que trabaja en las minas extrayendo coltan, gana entre 10$ y 40$ semanales. El kilo de coltan se cotiza en el mercado a 400$. El método de extracción es arcaico, es muy parecido al método con el que extraían oro antiguamente en EEUU.
Trabajan en condiciones de semiesclavitud. Un buen trabajador puede sacar un kilo de coltan diario. Además de coltan aparecen otros minerales radiactivos con similares características, elementos como el uranio, torio y radio entre otros. Debido a la exposición de los trabajadores ante estos minerales, ha habido una gran cantidad de enfermos por radiación.
Sin embargo, también se puede observar un cambio por motivos económicos en lugar de éticos, desde fuentes tradicionales como Australia, hacia nuevos proveedores como Egipto. Esto podría haber llevado a la bancarrota de uno de los proveedores más grandes del mundo, Australia’s Sons of Gwalia Ltd., si bien la compañía continúa produciendo y exportando mineral.
A nivel económico, hay determinadas multinacionales que, como grandes compradoras de este mineral, no están interesadas en que los conflictos sociales derivados de la extracción del mineral salgan publicados en los medios de comunicación. Estos últimos, a su vez, se ven condicionados por el temor a perder los importantes ingresos publicitarios.
Hasta ahora han muerto aproximadamente tres millones y medio de congoleños en las minas.

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