Neuschwanstein, situado en Baviera, Alemania, es uno de los castillos neoclásicos más conocidos. Mandado construir por Luis II de Baviera, conocido como el rey loco, en el año 1866, originalmente conocido como el nuevo Hohenschwangau, en honor al lugar donde el rey pasó gran parte de su infancia, su nombre fue cambiado tras la muerte del rey. Se podría traducir por "el nuevo cisne de piedra".
El castillo de Neuschwanstein se construyó en una época en la que los castillos y las fortalezas no eran necesarias desde el punto de vista estratégico. En lugar de ello, nació de la pura fantasía: una bella y romántica composición de torres y muros en perfecta armonía con las montañas y los lagos. La combinación de varios estilos arquitectónicos y la artesanía interior ha inspirado a generaciones de adultos y niños. Este castillo es un gran tributo a la fantasía y la imaginación.
El rey exigió dos condiciones en su construcción: primero, que fuera edificado por trabajadores bávaros y con materiales bávaros, sin apenas excepciones, lo que favoreció la creación de una poderosa artesanía en Baviera, que ha hecho de ella uno de los mayores enclaves industriales de Alemania. Y segundo, que por fuera se asemejase a los castillos de los cuentos de hadas que tanto admiraba en su juventud, mientras que por dentro contuviera todos los avances tecnológicos de la época.
Así, ambas exigencias se cumplieron: el castillo asemejó tanto los relatos tradicionales alemanes que fue elegido por la Disney como modelo para el castillo de La bella durmiente , el cual es el principal símbolo (de hecho, hay una réplica en este parque) del Disneyland Resort Paris o Eurodisney.
Por dentro, además de continuas referencias a estos cuentos o a diversas leyendas y personajes medievales (Tristán e Isolda, Fernando el Católico), contiene una completa red de luz eléctrica, el primer teléfono móvil de la historia (con una cobertura de seis metros), una cocina que aprovechaba el calor siguiendo reglas elaboradas por Leonardo da Vinci, y maravillosas vistas y paisajes a los Alpes, incluyendo una encantadora cascada que podía contemplarse desde la habitación del monarca.
PATIO DE ACCESO PRINCIPAL
En los bosques de Baviera y en medio de los riscos alpinos a casi 1000 m de altitud se eleva una fortaleza inverosímil, una maravilla arquitectónica que ha sido llamado el castillo de los cuentos de hadas. Neuschwanstein fue la primera de las residencias concebidas por un joven Luis II de Baviera, y al que seguirían otras como Herrenchiemsee o LInderhof.
El castillo se alza a unos poco cientos de metros de la fortaleza de Hohenschwangau, donde Luis creció y desde donde observaba la construcción de su delirio. Tras una infancia de aislamiento en la corte, el joven príncipe se refugió en la literatura romántica tan en boga en su época, llenándole la cabeza de heroicas hazañas de caballeros que lo alejaban de la realidad. Pocos años después conocería a Wagner, al que Luis protegió y que con su música haría revivir todos eso héroes.
Neuschwanstein (textualmente “El nuevo cisne” pues en la mitología alemana este ave ocupa un lugar preponderante) es en gran medida un sueño compartido de Wagner y Luis, un intento de revivir las épocas pasadas y los héroes y caballeros que protagonizaban las ópera del compositor, como si de un verdadero monumento al romanticismo se tratara.
La primera inspiración le llegó a Luis durante su viaje a Francia, donde visitó el castillo de Pierrefonds (Francia, su arte e historia serán una fuente inagotable para la imaginación de Luis), al cual quiso darle una lectura bávara en un estilo neogótico. Siguiendo su propia idea, contó para ello con el arquitecto C. Jank que aportó la soluciones técnicas, mientras que la decoración y teatralidad de que goza le fue aportada por el escenógrafo E. Riedel. La primera piedra se colocó en 1869 y la construcción se prolongó durante 17.
Ya en el interior, las salas son un recordatorio constante a las obras de Wagner, y prueba de ello es la sala de los cantores, la mas grande de todas y concebida para representar las obras de este compositor. Decorada con escenas del poema épico y opera Parsifal en sus paredes, dispone de un pequeño estrado y su escenario representa un jardín encantado. Lamentablemente nunca llegó a representarse las obras de Wagner.
La escalera principal, objeto de muchas leyendas, está decorada con un cielo estrellado, en donde la columna central representa una palmera cuya copa parece sostener la bóveda celeste.
La mayor carga simbólica encuentra su máxima expresión en el salón del trono, cuyo aspecto parece el de una verdadera capilla bizantina, con sus 20 metro de largo y su techo representando un firmamento estrellado del que pende una enorme lámpara que representa una corona real, la cual al estar sostenida por el techo pero a su vez estar sobre el suelo representa el poder mediador del rey entre el cielo y la tierra, entre Dios y los mortales. Este carácter se ve aumentado con la representación de Dios y los santos protectores del monarca en la bóveda que se encuentra en el extremo de la sala debajo de la cual debería estar emplazado el trono (el cual paradójicamente nunca existió). La lectura hay que verla en los conflictos del monarca con el parlamento, ya que quería dejar patente así que los reyes son protegidos y elegidos por Dios, y no por los hombres.
Como en otros palacios, Luis quiso también tener una pequeña gruta en sus aposentos. Construida con armazón metálico y cemento, representa fielmente una cueva y permitía a Luis aislarse del mundo y vivir en su mundo de mitos.
GRUTA
SALA DE CANTORES
Desafortunadamente, Luis no puedo ver su obra totalmente terminada, pues de las 80 estancias solo se pudieron terminar 15, y en total, las estancias del rey en el castillo no llegaron a 6 meses en total. Pocas semanas después, el palacio fue abierto al público, y hoy en día, para conservar la magia que el soberano le quiso dar, el acceso hasta el palacio se ha de hacer en carruajes, a la antigua usanza. En cuanto a Wagner, para el cual también constituía un sueño, nunca llegó a visitarlo.
Contrariamente a lo que pudiese parecer, Luis no vació las arcas del estado para llevar a cabo sus delirios, sino que empleó la cuantiosa fortuna personal de su familia. Para unos es recordado como un loco pero para otros, entre los que se encuentra su compatriotas, como el mecenas que a dado a Alemania las mas bellas construcciones que posee hoy en día. Lo que si es cierto es que este rey que adoraba las leyendas , termino el mismo convirtiéndose en un mito.
SALA DEL TRONO
Luis II se convirtió en el rey de Baviera tras la muerte de su padre, Maximiliano II, y desde su llegada al poder, luchó por reconciliarse con los estados Alemanes y por mejorar las relaciones con Prusia, a pesar de tener su familia ya firmada una alianza con Austria. Su vida política fue complicada y bastante irracional, gracias a lo que consiguió el sobrenombre de el rey loco.
A medida que se sucedieron los fracasos a lo largo de su reinado, Luis II se fue alejando de la capital, Múnich, dedicándose por completo a la que sería su gran obra, la razón por la que pasó a la historia. La construcción del Castillo de Neuschwanstein.
Luis II quería impregnar a su castillo de la obra de Richard Wagner y para ello recurrió a Christian Jank, un diseñador de escenarios teatrales para que esbozase la obra, que más tarde sería realizada por el arquitecto Eduard Riedel. Por razones técnicas, los restos de los castillos medievales situados en la colina no podían estar presentes en la obra final, por lo que se llevó a cabo la demolición de sus restos a lo largo de 1868.
Construcción del Castillo de Neuschwanstein (1875)
La primera piedra del castillo neogótico se puso el 5 de septiembre de 1869. La construcción fue rápida comparada con obras coetáneas, consiguiendo que en tan sólo tres años las bodegas estuvieran finalizadas, y tres años más tarde toda la primera planta. Al margen del edificio principal, también se construyó una garita que estuvo finalizada en 1873, permitiendo a Luis II que se mudara allí para seguir de cerca la construcción de su gran proyecto.
El castillo fue construido con ladrillo convencional, que más tarde fue revestido con otros tipos de roca para dotarle de esplendor. La parte frontal fue recubierta de caliza, los miradores y las portadas fueron recubiertas de arenisca y los arcos, columnas, ventanas y capiteles fueron recubiertas de mármol.
Construcción del Castillo de Neuschwanstein
Más de 200 trabajadores estuvieron implicados de forma continua en la construcción del impresionante Castillo de Neuschwanstein. Estos estuvieron dotados de un seguro por el cual quedaban cubiertos sus herederos si algún accidente fatal mataba al constructor o impedía continuar con su trabajo.
Primeramente se construyó la puerta fortificada, cuya fiesta de cubrir aguas se celebró el 11 de junio de 1872, y a finales de 1873 estaba preparada para ser habitada; el piso superior serviría de vivienda durante años a Luis II. Las obras del palacio comenzaron en septiembre de 1872; el tamaño deseado posteriormente por Luis II para la Sala del Trono exigiría por motivos de estática una técnica moderna, siendo dotada de una construcción de hierro revestida. La fiesta de la cubierta de aguas tuvo lugar el 29 de enero de 1880.
El castillo alcanzó su punto más alto en 1880, y cuatro años más tardes las dependencias internas estaban lo suficientemente avanzadas para que Luis II pudiera mudarse al edificio principal. Dos años más tarde, en 1886, cuando la estructura externa del castillo ya estaba muy avanzada, el cuerpo sin vida de Luis II fue hallado en el lago Starnberg.
Para aquel entonces Luis II ya había sido declarado incapaz de gobernar Baviera y estaba bajo atención psiquiátrica. El 13 de junio de aquel año, Luis II había pedido dar un paseo por las inmediaciones del castillo, para lo que fue acompañado de su psiquiatra. Ambos aparecieron ahogados en el lago, generando sospechas sobre cómo murió realmente.
Las obras del castillo de Neuschwanstein se paralizaron durante seis años, reanudándose en 1892. El diseño original del castillo fue simplificado para poder ser finalizado, ya que la construcción del mismo había dejado a la monarquía de Baviera cerca de la bancarrota
Si hay algún edificio que podamos identificar con los cuentos de hadas, princesas y dragones es sin duda el fantástico castillo de Neuschwanstein, en la región alemana de Baviera. Su nombre también parece sacado de una leyenda medieval, ya que significa, literalmente, “castillo de la nueva piedra del cisne”.
Si pensáis que estáis seguros de haber visto un castillo parecido en alguna película de dibujos animados, no os equivocáis. Walt Disney lo eligió como modelo para el castillo de la película La bella durmiente. De hecho, existe una réplica en el parque de atracciones de Disneyland.
El príncipe Luis II de Baviera concibió su construcción en 1868, buscando el lugar más idílico e inalcanzable de todos sus dominios. En aquella época, ya no existía la necesidad defensiva de castillos, pero él lo mandó construir pensando en su propio retiro.
Luis murió antes de verlo completamente finalizado. Para continuar con los tintes legendarios de la historia, el príncipe fue declarado demente y detenido, probablemente por conspiraciones de su propia familia, cansada de ver cómo se dilapidaba su dinero en proyectos fantasiosos como Neuschwanstein. Poco más tarde, Luis murió ahogado en su cautiverio, en extrañas circunstancias.
La idea del príncipe era construir un castillo que recordara al de los antiguos caballeros alemanes. Desde luego su espectacular arquitectura, con sus apuntadas torres, y su pintoresca localización, nos ayudan a transportarnos a esa época. Su interior (que no se permite fotografiar) también es espectacular. Es curioso saber que a pesar del aspecto ‘vintage’ del edificio, fue uno de los primeros en contar con electricidad desde el primer momento.
La decoración fue personalmente supervisada por Luis, y está inspirada en la obra del compositor Richard Wagner. El propio nombre de Neuschwanstein procede de Lohengrin, el caballero-cisne de la mitología alemana protagonista de una ópera de Wagner.
Luis no permitió visitas al castillo mientras estuvo vivo. Sin embargo, tras su muerte, la familia comenzó a permitir visitas, entre otras cosas para sufragar las deudas de su construcción. Hoy en día, pertenece al estado de Baviera y es una de las principales atracciones turísticas de Alemania, con cerca de millón y medio de visitantes anuales
Realmente el castillo de Neuschwanstein se construyó en una época en que los castillos y las fortalezas ya no eran necesarios desde el punto de vista estratégico. Nació como una pura fantasía romántica, una composición de torres y muros que pretendía armonizarse con las montañas y los lagos. Capricho excesivo para algunos, homenaje a la imaginación para otros, combina eclécticamente varios estilos arquitectónicos y su interior alberga múltiples piezas de artesanía no menos fantásticas. Su diseño no es funcional, sino estético, siendo en buena medida el producto de la mente de un escenógrafo teatral.
Por dentro, además de continuas referencias a leyendas y personajes medievales como Tristán e Isolda o Fernando el Católico, contiene una completa red de luz eléctrica, el primer teléfono móvil de la historia (con una cobertura de seis metros), una cocina que aprovechaba el calor siguiendo reglas elaboradas por Leonardo da Vinci y vistas a los paisajes a los Alpes, incluyendo una cascada que el monarca podía contemplar desde su habitación.
El rey Luis II dejó la capital, Múnich, y se instaló permanentemente en el castillo en 1884 para supervisar su construcción. Ignoró las amenazas por parte de la banca extranjera de embargar sus propiedades, y en 1886 fue incapacitado. Murió ahogado en el lago de Stanberg en Múnich, en extrañas circunstancias.
Los descendientes de Luis II vendieron el castillo al gobierno bávaro, pasando más tarde al alemán. La cantidad por la que fue vendido equivale a los ingresos anuales actuales que el castillo obtiene de los turistas que acuden a visitarlo.
El palacio es propiedad del Estado de Baviera..
https://www.ecured.cu/Castillo_de_Neuschwanstein
http://www.myguiadeviajes.com/2014/10/castillo-de-neuschwanstein-el-sueno-de-luis-ii-el-rey-loco/
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/castillo-neuschwanstein_11234
https://www.hola.com/viajes/galeria/20200415165734/castillo-neuschwanstein-alemania-maravillas-desde-mi-pantalla/1/
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