Batalla de Garellano: Enfrentamiento bélico entre las tropas francesas y españolas que tuvo lugar en 1503 durante las guerras de Italia de comienzos del siglo XVI por el dominio de Napoles y Sicilia
Antecedentes
Un mes y medio después del último intento de los franceses por cruzar el rio Garellano, y tras haber sido reforzado con 3.000 soldados italianos al mando de Bartolomé Albiano, jefe de los Ursinos, el Gran Capitán decidió llegado el momento de asestar un golpe definitivo al ejército francés acampado frente a él en la orilla derecha del río Garellano.
El sencillo plan concebido por el Gran Capitán Fernando Fernández de Córdoba
consistía en un ataque al campamento francés tras haber cruzado el río
por un puente que habría que tenderse unas cuatro millas aguas arriba
del puente de barcas construido por los franceses en la jornada del 6 de noviembre. El nuevo puente fue tendido con todo sigilo la noche del 27 al 28 de diciembre. Al día siguiente los españoles se pusieron en movimiento.
Organización de las tropas
Bartolomé Albiano iba en vanguardia con la caballería ligera. Pedro Navarro iba a continuación con el cuerpo de infantería española,donde marchaban García de Paredes, Zamudio, Pizarro y Villalba.
Le seguía Próspero Colonna con los hombres de Armas. Cerraba la marcha
el Gran Capitáncon el resto del ejército. Las tropas de Albiano y Pedro
Navarro sorprendieron un destacamento normando y de caballería francesa
en Suio y lo arrollaron a su paso.
Desarrollo de la Batalla
En vista del mal tiempo reinante desde hacía un mes y medio y de que las lluvias no cesaban, el marqués de Saluzzo, nuevo jefe del ejército francés, decidió retirarse a Gaeta a pasar el invierno,
por creer imposible realizar ninguna operación militar en aquellas
condiciones climatológicas. Ya había tomado acciones para iniciar esta
retirada, pues había embarcado la artillería para que la llevasen por el
río hasta el golfo de Gaeta,
pues su traslado por aquellos empantanados caminos habría impedido la
marcha del ejército francés. Por tanto, su sorpresa fue grande cuando
los supervivientes del ataque a Suio le anunciaron la llegada inminente
de los españoles. El marqués ordenó la inmediata retirada a Gaeta. Cuando las tropas de Albiano y Pedro Navarro llegaron al campamento francés lo encontraron vacío.
La caballería de Albiano y Colonna se adelantó y alcanzaron a los
franceses cuando pasaban por un puente sobre el lecho de un corto río
que hay antes de llegar a Mola di Gaeta, y les obligaron a hacerles
frente, cosa que el marqués de Saluzzo hizo para evitar que la retirada
se convirtiera en una desbandada. Al llegar al lugar el grueso del
ejército del Gran Capitán, la infantería de Pedro Navarro y de García de Paredes atacó con tal ímpetu que los franceses atravesaron el puente y se refugiaron en Mola dispuestos a pernoctar aquella noche.
El Gran Capitán ordenó a Pedro Navarro y a García de Paredes que
marcharan fuera de caminos hasta colocarse detrás del pueblo para cortar
la retirada al enemigo y atacarles de flanco y por su retaguardia. Al
amanecer del día siguiente, los franceses salieron de Mola. Les siguió
el grueso del ejército español y cuando les alcanzaron, las tropas de
Pedro Navarro y García de Paredes atacaron de flanco y por la
retaguardia, provocando el colapso de los franceses, que se desbandaron e
iniciaron una desordenada huida perseguidos por la caballería de Colonna, abandonando la artillería que llevaban consigo,banderas,
equipajes y carros de transporte. Los supervivientes de aquel día se
refugiaron en Gaeta, mientras que el ejército vencedor acampó aquel día
en Castiglione, frente a Gaeta.
Los franceses sufrieron entre tres y cuatro mil muertos, y otros tantos desaparecidos y prisioneros. Ese día el caballero Bayardo se distinguió por su valor, peleando como un bravo y perdiendo tres veces su caballo. La destrucción del ejército francés fue total, de manera que el 1 de enero se efectuó la capitulación de Gaeta y el abandono de los franceses del reino de Nápoles.
Consecuencias
La derrota francesa fue de tal envergadura que provocó la capitulación de Gaeta el 1 de enero de 1504. El Gran Capitán hizo su entrada triunfal en Nápoles por segunda vez, donde el pueblo y las autoridades locales le recibieron con mayor entusiasmo que cuando la victoria de Ceriñola.
En Francia,
la noticia del desastre de Garellano y la capitulación de Gaeta
sumieron al rey, la Corte y la nación en un profundo abatimiento.Todo
ello, unido a la derrota sufrida en el Rosellón, convencieron a Luis XII de la inutilidad de continuar la lucha. Abiertas las negociaciones con España,se concluyó un tratado de paz el 11 de febrero de 1504, que fue ratificado por los Reyes Católicos en Santa María de la Mejorada en el mes de marzo. En virtud del tratado, el reino de Nápoles pasó a poder de España.
Pocos meses después murió la reina Isabel la Católica, valedora de El Gran Capitán.
Consideraciones
Si en la primera campaña El Gran Capitán dió excelentes muestras de
liderazgo y organización, en su segunda campaña brilló su genio militar.
En Calabria, Barletta, Ceriñola y Garellano
permaneció a la defensiva inicialmente observando y estudiando al
enemigo, estorbándole con audaces reacciones ofensivas y maniobrando
para llevarle a su terreno, hasta estar en condiciones de asestar el
ataque definitivo. Siempre evitó aceptar un batalla hasta no tener
seguridad en la victoria o en obtener un mal menor que no entablando el
combate.
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