El año 69 de nuestra era, fue caótico para el Imperio. El ente fundado por Octavio Augusto poco menos de un siglo antes, se desmoronaba. Las provincias estaban en caos, los generales se rebelaban, y pocos confiaban ya en la figura del emperador. Entonces llegó Vespasiano.
Parecía que Otho traería la ansiada estabilidad el Imperio, y el Senado lo aceptó como Emperador el mismo día que tomó el poder. Sin embargo, otro general insatisfecho, Aulus Vitellius, nombrado Gobernador de germania por Otho, se rebeló. La Guardia Pretoriana, pagada por Vitellius, asesinó a Otho (u Othón) en el Foro.
Mientras tanto, Vespasiano acababa con la rebelión en Judea al tiempo que seguía con tristeza los caóticos eventos en la Ciudad Eterna. Para entonces, Vespasiano era ya el general más poderoso, admirado y respetado de Roma, y a mediados del 69, se decidió a actuar.
Cuando hablamos de Vespasiano debemos hacerlo desde la perspectiva de que fue el primer princeps (duradero) después de los Julio Claudios, la dinastía impuesta tras la muerte de Augusto. Su llegada al poder, como hemos podido comprobar, se produce en una época convulsa, llena de pretendientes que con más o menos apoyos, deciden un buen día declararse “Padres de la Patria” e incluso llegan a acuñar moneda para hacer valer sus pretensiones.
Tras llegar al poder, al ser el único que gobernó durante unos años, pudo desarrollar una política de redistribución de las provincias occidentales (véase el ejemplo de Hispania),aunque no tan radical como en tiempos de Mario u Augusto, e incluso una reforma de la ciudad de Roma, abandonando el viejo sueño neroniano de la Domus Aurea y devolviendo parte de los terrenos a las personas a las que se las había despojado de los mismos para hacer realidad el sueño del último de los Julio-Claudios. Entre esas familias figura la de los Lamia, que anduvieron por Hispania desde tiempos de Augusto y a los que se les habían arrebatado los Horti Lamiarum. De esa familia tenemos noticias en nuestra península pues parece ser que precisamente en época flavia se construyen algunos de los edificios termales en ciudades del ámbito hispano, como en Valeria. Tras la conquista de Jerusalén en 70 d.e.c. comenzó la reedificación de Roma. Al igual que casi cien años antes había hecho Augusto, Vespasiano apoyado en su hijo Tito, realiza obras en la ciudad para hacer ver a la población que con él llega de nuevo la Paz y de esa manera asentarse en el poder. Así, se construyó el llamado Templo de la Paz
Emperador romano del 69 al 79. Nació en Falacrinae (cerca de Rieti) en el año 9, y murió en Cutilia (Sabina) en el 79.
Era de la región de la Sabina, zona cercana a Roma y asimilada a ésta desde el principio del imperio. En su familia, de clase media, la tradición hizo que iniciase su carrera en el ejército y en la administración. Su padre, Flavio Sabino, era banquero y publicano. Su madre, Vespasia Polla, era hermana de un senador. Se cuenta de ella que influyó, con sus encantos, en la carrera política tanto del padre como de los hijos. Ambos pertenecían a un grupo que se oponía a la aristocracia senatorial, el conocido por los "hombres nuevos". Su hermano, T. Flavio Sabino, llegaría a prefecto de Roma (62-69).
Vespasiano fue primeramente tribuno militar en Tracia, cuestor en Creta y Cirenaica, edil y pretor en tiempos de Calígula. Se casó con la hija de un caballero, con la que tuvo dos hijos, Tito y Domiciano, que también serán emperadores. Éstos, junto con su padre, formaron la dinastía de los Flavios (69-96). Con Claudio, estuvo al mando de una legión en Germania en 43-44 y luego en Bretaña, donde desempeñó un brillante papel al apoderarse de la isla de Wight. Recibió el triunfo y en el 51 fue cónsul sufecto. Entre el 62 y el 65, en época de Nerón, llegó a procónsul de África. Acompañó a Nerón a Grecia y, en el 66, como procónsul, recibió el mando para reprimir la revuelta de Judea. En Jerusalén, los judíos habían expulsado la guarnición romana y Vespasiano se encargó de restablecerla disciplina en el ejército derrotado. Reconquistó gran parte de la provincia: comenzando por la costa, fue ascendiendo hacia el norte hasta llegar a los accesos de Jerusalén, a la que sitió (66-68).
Allí estaba cuando, tras la muerte de Galba, se produjo la lucha entre Otón y Vitelio. Dejó que su hijo Tito prosiguiera el asedio a Jerusalén y, debidamente sostenido por Tiberio Julio Alejandro, prefecto de Egipto, y por Cayo Licinio Muciano, el gobernador de Siria, y apoyado por su ejército, dirigió el pronunciamiento del ejército de Egipto, seguido por el de Judea (11 de Julio del 69). Tras éste, sus tropas le reconocieron Emperador. Ocupado Egipto, cortó el suministro de trigo a Roma. Muciano, por otro lado, emprendió el camino de Italia. Las tropas de Panonia y Mesia, capitaneadas por Antonio Primo, ocuparon Aquileya y el valle del Po y establecieron su cuartel general en Verona. Al poco, estas mismas tropas vencieron a Vitelio en Bedriac (Betricum), cerca de Cremona, y llegaron sin combatir a Narni. El hijo de Vespasiano, Domiciano, y su hermano Flavio, prefecto de Roma, intentaron llegar a un acuerdo con Vitelio para conseguir que abdicara y poner fin a la guerra civil en diciembre del 69. Sin embargo, un motín en Roma acabó con la vida de Flavio y de muchos partidarios de Vespasiano (18-19 diciembre). Al fin el 20 de Diciembre Antonio Primo ocupó Roma, tras vencer la enorme resistencia de los pretorianos. Vitelio fue muerto por el pueblo y Vespasiano reconocido como emperador por el senado. Durante los primeros meses, Domiciano, ya nombrado César, gobernó en Roma, mientras Vespasiano, por razones desconocidas, permaneció en Egipto hasta agosto del 70.
Desde el primer momento asoció al poder, como césares, a sus hijos Tito y Domiciano. Con ello intentaba establecer en el Imperio el principio de suesión hereditaria (dinastía Flavia). Premió a los jefes militares pero, al mismo tiempo, quiso retirarlos a la vida civil para evitar sublevaciones o que la gloria de ellos ensombrecieran la de sus hijos. La lex de imperio Vespasiani, ley que le sanciona en su puesto, le concedía la misma titulatura que a Augusto.
Con Vespasiano, la burguesía progresó, mientras la antigua nobleza senatorial vio decrecer su influencia: se creó un grupo adicto al senado con elementos de la burguesía itálica, gala e hispana que, con el tiempo, vendría a sustituir a la ya desgastada romana. Los caballeros y los provinciales también fueron favorecidos. Chocó con una fuerte oposición senatorial y tuvo que hacer frente a varias conjuraciones como la de Helvidio Prisco, senador influyente, que acabó ejecutado.
Mantuvo una postura y legislación moralizante y, en el terreno religioso, protegió los cultos egipcios y fue tolerante con el cristianismo.
Como Augusto, Vespasiano conocía casi la totalidad de sus dominios gracias a los numerosos viajes que realizó. Esto le sirvió a la hora de tomar decisiones muy acertadas respecto a las provincias. En el 73 ó 74, Hispania recibió el ius Latii (derecho latino), además de reducir los efectivos militares romanos en la misma, esto respondía tanto a un deseo de recompensar a las clientelas de los senadores hispanos, que tan firmemente le habían apoyado, como a un intento de incorporar a los indígenas a la vida romana. Varió el estatuto de algunas provincias, ya devolviéndolas al Senado o bien colocándolas bajo la administración imperial: durante su gobierno más de noventa ciudades de la Península pasaron a ser latinas. Las legiones se reclutaron desde entonces en las provincias y las cohortes pretorianas, reorganizadas y confiadas a Tito, se nutrieron sobre todo de italianos. En el problema judaico, mantuvo acertadamente en el poder a Julio Agripa II.
En la Galia, la revuelta del bátavo Civilis la resolvió mediante legados, aunque hizo falta ocho legiones; y la del lingón Sabino también fue reprimida (70). Se construyó una vía a través de los campos Decumanos. En Britania, Petilio Cerealis sometió a los brigantes (71-74) y Frontino a los siluros (74-77). Después de ellos, Agrícola prosiguió y organizó la conquista romana, consolidando Britania. Se reforzaron las fronteras del Rin y del Danubio, y en oriente el propio Vespasiano ocupó la Comagena (72), incorporándola a Siria. Menos importancia debió tener la lucha contra los partos en el 76, en la que participaron Trajano, padre, y su hijo, el futuro emperador.
El emperador restauró las finanzas, muy empobrecidas tras los excesos de Nerón y la larga guerra civil. En general, fue tachado de parco; sin embargo, la política económica no fue gravosa y la administración de las provincias fue especialmente honrada. También se preocupó de reparar las obras públicas en ruinas de Roma, pues aún perduraban los destrozos del incendio de Nerón: construyó el templo del Capitolio, dedicó el templo de la Paz, comenzó la construcción del gran anfiteatro flavio (el Coliseo). Además protegió las letras. A pesar de todas estas mejoras, tuvo medidas bastante impopulares como la supresión de donativos extraordinarios a los soldados o el hecho de que no aumentara sus pagas, la recuperación de tierras públicas o la reintrodución de los impuestos que Galba había abolido.
http://www.enciclonet.com/articulo/tito-vespasiano-flavio-emperador-de-roma/#
http://www.cienciahistorica.com/2017/08/06/vespasiano-rescato-al-imperio-romano/#Vespasiano_Emperador
https://www.ancienthistorylists.com/rome-history/top-10-greatest-emperors-ancient-rome/
http://historiaparanodormiranhell.blogspot.com/2011/12/cosas-de-romanos-el-emperador.html
https://www.celticwebmerchant.com/es/bookmark-emperador-vespasiano.html
https://es.slideshare.net/rnavarr7/imperio-romano-3125791
https://canconf.com/world-map-year-2/world-map-year-2-best-of-victoria-2-map-of-the-world-1914-prussia-game-imgur/
http://www.fuenterrebollo.com/Heraldica-Piedra/segobriga.html
https://www.tesorillo.com/altoimperio/vespasiano/1vespasiano.htm
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