PINTURA DEL QUATTROCENTO: FRA ANGÉLICO
SU PROLIFICA OBRA INTEGRA,DESCRIPCION Y UBICACION ACTUAL
Beato Angélico o Fray Juan de Fiésole. Beatificado por Juan Pablo II en 1984. Giorgio Vasari dice de él que "nunca levantó el pincel sin decir una oración ni pintó el crucifijo sin que las lágrimas resbalaran por sus mejillas",
parece que fue el propio Vasari quien le dio el nombre de “Angélico”
aunque al parecer ya se le denominaba así en 1469 pocos años después de
su muerte. El hecho de ser fraile y artista le dotan de un carácter
personal y original que le diferencian del resto de pintores
renacentistas. Es un hombre profundamente religioso y de elevada
espiritualidad y esto quedará reflejado en su obra.
Su
carrera se desarrolla en Florencia donde trabaja para franciscanos y
dominicos, así como para los Medici, pero también acude a Roma, donde
trabaja para el Vaticano.
En
1418 entra en el Convento de los Dominicos de Fiésole tomando el nombre
de Giovanni da Fiésole. No se conoce quién pudiera ser su maestro, pero
si que inició su carrera como iluminador de libros religiosos. De ahí
paso a realizar retablos y frescos.
En
1436 se traslada junto con otros frailes al Convento de San Marcos de
Florencia, recién restaurado por Michelozzo, es allí donde realiza sus
frescos más importantes, decorando las paredes de las celdas de todos
los frailes.
Los últimos años de su vida los pasa en Roma, donde fallece. Se encuentra enterrado en la Iglesia de Santa María Sopra Minerva
Sus
inicios se enraízan con el Arte Gótico, por ello utiliza el pan de oro y
realiza una pintura lineal preocupada por el dibujo y la iconografía
propia del Gótico. Muestra gusto por las formas curvas, en lo que
descubrimos influencia de la Escuela Sienesa del Treccento, y
concretamente de Simone Martini.
Pero
inicia el Renacimiento en la Pintura al dar gran peso a la ambientación
y a un modelo de paisaje naturalista. La anatomía estudiada a través de
los ropajes y el volumen cobra importancia, así como el estudio de la
perspectiva lineal.
Las
composiciones son cerradas, en ocasiones parecen inscritas en formas
circulares u ovoides. Las ambientaciones muestran una arquitectura
plenamente renacentista.
Tiene
un carácter optimista y busca la belleza y la armonía sobre todo, a
penas realiza obras de temática trágicay cuando lo hace trata de
llenarlos de un halo de paz.
Sus figuras son estilizadas, buscando la belleza y la suavidad de formas. Son en conjunto elegantes y ligeras.
Utiliza
un color limpio y brillante, con tonos pastel como el rosa y el azul,
destacando el tono lapislázuli, pero sigue usando profusamente el pan de
oro. Con ellos acentúa la espiritualidad y la expresividad en los
rostros.
Pinta al fresco y también sobre tabla, usando pastel o témpera.
Influye
sobre el resto de pintores renacentistas, pero su principal influencia
es sobre Fra Filippo Lippi, Lorenzo Mónaco y Benozzo Gozzoli.
“Madonna de la Humildad”
(Témpera
y pan de oro sobre tabla, 1418, El Hermitage, San Petersburgo, Rusia). Se trata de una de las primeras obras del artista, muy influenciada por
Lorenzo Mónaco, siguiendo un estilo plenamente gótico. La Virgen muestra
su humildad al estar sentada directamente sobre el suelo en lugar de
estar entronizada.
“Madonna de la Humildad
” (Témpera sobre tabla, 1419, Museo Nazionale di San Matteo,
Pisa, Italia).
De nuevo repite el tema muy apreciado en la época por
encargo de la familia florentina de los Giugni, lo que nos indica que el
pintor empezaba a ser muy considerado entre la sociedad florentina. Se
trata de un panel perteneciente a un retablo mayor que fue desmembrado.
“Crucifixión con la Virgen, María Magdalena, San Juan Evangelista”
(Témpera y pan de oro sobre tabla, 1419-1420, Colección particular). Se
puede apreciar la influencia de Lorenzo Mónaco sobre Fray Angélico en
la manera en que realiza la anatomía de Cristo al tiempo que da
movimiento al paño de pureza, pero añade de su propia maestría al jugar
con la postura de los dolientes mediante los que busca la perspectiva.
“Crucifixión”
“Adoración de los Magos”
“Retablo de Santo Domingo”
(Témpera y pan de oro sobre tabla, 1423-24, Convento de Santo Domingo, Fiésole). Se
trata de la primera obra importante realizada por el artista.
Representa a la Virgen y el Niño junto con santo Tomás de Aquino -el más
grande estudioso de la Orden-, San Bernabé, -patrón de Barnaba degli
Agli, benefactor del convento, a quién se dedicó la iglesia,- Santo
Domingo -fundador de la Orden- y San Pedro Mártir -primer mártir de la
Orden y su predicador más elocuente-. Originalmente se trataba de un
tríptico, pero fue remodelado por Lorenzo di Credi convirtiéndose en una
sola tabla en 1501.
La
imagen de la Virgen con el niño se sitúa en el centro, rodeada por ocho
ángeles que enmarcan el trono. Su vestido cae de forma ondulada con un
suave estudio de los pliegues, utiliza para él un tono azul que
caracteriza el manto de gloria. El Niño, desnudo, está en movimiento
para tomar las flores que su madre lleva en la mano. Los nimbos de
santidad están realizados en pan de oro y marcados con un ligero
relieve.
Otras tablas de santos, hoy sueltas se relacionan con el retablo original:
“San Marcos” (Musée Condé, Chantilly, Francia) casi con seguridad era parte del retablo de San Lorenzo antes de su reforma.
“San Juan Crisóstomo” (Metropolitan Museum of Art, Nueva York), se cree que también formaba parte del Retablo de San Lorenzo.
“San Jerónimo Penitente”
(Témpera y pan de oro sobre tabla, 1424, University Art Museum,
Princeton, EEUU). Los escudos de armas de los donantes, Zanobi di de
Agnolo Gaddi, descendiente de los pintores Agnolo y Taddeo Gaddi y de su
esposa, Maddalena Niccolò Ridolfi, están pintados en las esquinas
inferiores del panel. Se trata de una pintura sencilla, destinada a la
devoción privada, que destaca la figura del santo en actitud mística y
que forma el eje central.
“La Madonna de la Estrella”
(Témpera sobre tabla, 1424, Museo de San Marcos, Florencia). Llamada
así porque la Virgen luce una estrella sobre su cabeza. Aparece
abrazando a su hijo cariñosamente. En la parte superior la imagen de
Cristo hombre entre dos ángeles se inclina hacia su Madre a la que
corona.
“La Madonna de las uvas”
(Témpera sobre tabla, 1425, Barbara Piasecka Johnson Foundation,
Princeton, EEUU). Se inspira en la “Maddona con el Niño y Santa Ana” de
Masaccio y Masolino.
“Retablo de San Pedro Mártir” (Témpera
sobre tabla, 1427-1428, Museo de San Marcos, Florencia). Muestra en la
parte superior escenas de la vida de San Pedro Mártir y en el Centro la
Virgen con el Niño rodeada por santo Domingo, San Juan Bautista, san
Pedro Mártir y Santo Tomás de Aquino. De nuevo Cristo hombre corona la
escena junto con dos ángeles.
La
predela de este retablo se encuentra en la Courtauld Gallery de Londres
separada de la tabla principal y muestra en el centro la representación
de Cristo muerto flanqueado por medallones que contienen las figuras
de un santo y cinco santas. El retablo debió concebirse para un convento
femenino, ya que las figuras de las cinco santas mujeres servirían de
inspiración a las monjas que oraran de rodillas frente a él.
“Retablo de los Franciscanos”
(Témpera y pan de oro sobre tabla, 1429, Museo de San Marcos,
Florencia). Muestra una Virgen entronizada junto a San Jerónimo, San
Juan Bautista, San Francisco y San Onofre. Encargado por la Fraternidad
Penitencial Franciscana en 1429 para el convento de la Santa Croce de
Florencia, hoy es parte de la colección de la orden Dominica a la que
pertenecía el pintor.
La predela fue también separada en cinco tablas y se encuentra en diferentes museos: En el Museo Lindenau de Altengurg (http://www.lindenau-museum.de/), Alemania se encuentra la representación de la “Prueba de fuego” de san Francisco.
En
la Pinacoteca Vaticana se encuentra “San Francisco recibiendo los
estigmas”, con una decoración de los fondos aún muy gótica y acartonada.
En el Staatliche Museen, de Berlín se encuentran las tres tablas restantes: “El encuentro de San Francisco con Santo Domingo”,
la “Aparición de san Francisco en Arles”, destaca por el estudio de la luz y la perspectiva.
“Tabernáculo relicario” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1430, Isabella Stewart Gardner Museum,
Boston, EEUU). Se trata de uno de los cuatro relicarios realizados
para la Iglesia de Santa María Novella de Florencia por el artista, los
otros tres se encuentran en el Museo de San Marcos en Florencia. Muestra
dos escenas de la Virgen María, en la parte inferior el tránsito de la
Virgen, en cuyo centro se encuentra Cristo con la imagen de su madre
niña en los brazos. En la parte superior la Asunción de la Virgen
mientras que Jesucristo acude a recibirla en la parte más alta de la
tabla.
“La Virgen entronizada con doce ángeles” (Témpera sobre tabla, 1430, Staedel Museum,
Frankfurt, Alemania), Nos muestra la maestría conseguida por Fray
Angélico a la hora de estudiar los espacios y la luz. Este estudio del
espacio lo consigue mediante la colocación del trono sobre una
estructura escalonada y cubierta por un baldaquino que permite el juego
de luces y sombras. El tipo de arco que utiliza es aún gótico al igual
que la profusa utilización de pan de oro en el fondo que impide el
estudio de la perspectiva, pero el conjunto muestra ya algo más que un
paso hacia el Renacimiento.
“La Anunciación” (Témpera
y pan de oro sobre tabla, 1430-1432, Museo del Prado, Madrid) Este
retablo se encontraba originalmente en la Iglesia de Santo Domingo de
Fiesole, fue vendido y llevado a España en 1611. La pintura principal es
la Anunciación que repite el diseño que también realiza Fra Angelico en
la Anunciación de Cortona y en otro que se encuentra en la escalera de
los dormitorios del Convento de San Marcos en Florencia. Las cinco
representaciones de la predela representan
la historia de la Virgen. La obra ya muestra aspectos renacentistas en
la utilización del marco arquitectónico y el estudio de la perspectiva,
pero aún muestra la herencia medieval en la utilización del pan de oro.
El suelo de la estancia porticada imita el mármol, y las bóvedas de
crucería que lo cubren están pintadas de azul lapislázuli del mismo tono
que el manto de la Virgen. Las figuras de María y el Arcángel Gabriel
parecen estar enmarcadas en un círculo, que muestran el gusto de Fra
Angélico por las composiciones y formas curvas. El conjunto es un claro
ejemplo del gusto por el dibujo que caracteriza al autor, que en
ocasiones utiliza la línea de contorno tal y como se hacía en el arte
Gótico. El detallismo se muestra en los nimbos dorados y decorados, en
las cintas que decoran las vestimentas, en la decoración de candelieri
en la parte alta del pórtico,... La perspectiva la estudia en el pórtico
y en la puerta abierta al fondo que deja ver un banco en diagonal,
jugando con luces y sombras. El Arcángel San Gabriel muestra unas alas
como las alas de las rapaces. Una columna del pórtico separa las figuras
del Ángel y de María.
A
la izquierda de la escena principal un paisaje de exuberante vegetación
muestra la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. El simbolismo es
evidente: María es la nueva Eva que con su “si” hace posible la venida
del Mesías que salvará al hombre de la condenación por el pecado que
acompaña al hombre desde el pecado original cometido por Adán y Eva. La
realización de la ambientación vegetal se atribuye a un discípulo que
aún mantiene una técnica arcaica, propia del siglo XIV.
El detalle de la predela muestra los desposorios de María y José con una ambientación que nos recuerda a la fachada de Santa María Novella. En la predela aparecen
también la visitación, la adoración de los magos, la presentación de
Jesús en el Templo y la muerte de la Virgen. No hay seguridad de que la predela fuera realizada por Fra Angélico, hay expertos que opinan que la realizó un discípulo.
“La Anunciación” (Témpera sobre tabla, 1430s, Santa Maria delle Grazie,
San Giovanni Valdarno). La autoría de esta obra estuvo en debate
durante largo tiempo, pero tras su restauración quedó claro que se trata
de una obra de Fray Angélico. La predela muestra
cinco imágenes de la vida de la Virgen: Los desposorios de la Virgen,
la Visitación, la Adoración de los Magos, la Presentación en el Templo y
la Dormición.
“El Arcángel san Gabriel en la Anunciación”, “La Virgen de la Anunciación” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1431-1433, Institute of Arts, Detroit, EEUU). Junto
con la tabla que representa a la Virgen María en el mismo momento forma
un conjunto. Es evidente que ambas tablas fueron cortadas de una
estructura mayor. http://www.dia.org/
“El Juicio Final” (Témpera sobre tabla, 1431, Museo de San Marcos,
Florencia). Realizada para la Iglesia de Santa María degli Angeli en
Florencia, para estar situada a la derecha del coro. El conocimiento de
teología, arte y literatura permitieron a Fra Angélico realizar esta
obra con la temática del Juicio Final de forma muy completa. Así
encontramos alusiones a los Profetas del Antiguo Testamento que ya
hablaron del tema, a San Mateo que nos narra el episodio del Juicio
Final en boca del mismo Jesucristo, del Apocalípsis de San Juan y de la
obra de Dante Alghieri “La Divina Comedia”. En esta monumental pintura
aparecen más de 270 personajes, individualizados y cargados de
expresividad, y nos muestran a un pintor que es capaz de realizar las
obras más sencillas y simples y las más monumentales y profundas. Nos
muestra en ella su dominio del espacio y de la narrativa. Es probable
que la mayoría de las figuras de la muchedumbre de salvos y condenados
fueran realizadas pos sus colaboradores en el taller.
Elevado
en el cielo azul profundo y rodeado por anillos concéntricos de
querubines y Ángeles, Cristo se sienta en un trono de nubes para juzgar
al mundo enmarcado por la almendra mística o mandorla de tradición
románica. Está flanqueado por las figuras intercesoras de Juan Bautista y
la Virgen. A cada lado de Cristo aparecen sentados en filas santos y
profetas, que se identifican por sus atributos distintivos, cada
expresión es diferente y destacan por el colorido de sus mantos. Estas
figuras parecen suspendidas en el aire. Así como en la parte inferior
del cuadro hay una intención de dar profundidad a las escenas, en la
parte inferior la disposición semicircular de las figuras alrededor de
Cristo hacen que éste sea el fondo y centro de la escena.
En
la parte inferior, el eje central lo forma una larga fila de tumbas
abiertas que conducen al lejano horizonte, y que divide el valle en dos.
A la izquierda de la imagen que se corresponde con la derecha de
Cristo, los salvos se arrodillan en adoración, sus rostros radiantes se
elevan al cielo, mientras un grupo de ángeles danzan en círculo en un
ambiente idílico que simboliza el Paraíso. Rayos de luz de oro
atraviesan las puertas abiertas de la ciudad de Dios e iluminan los
vestidos blancos de dos ángeles.
A
la izquierda los condenados que son conducidos por demonios a la boca
del infierno que se encuentra en el interior de una montaña. Los
tormentos que les esperan son representados dentro de círculos
llameantes, donde los condenados desnudos sufren por sus transgresiones.
Los demonios son representados en ocasiones como serpientes.
“Frescos de piso superior del Convento de San Marcos, Florencia”
(Fresco, 1432-1450), se trata de un conjunto de frescos realizados en
cada celda para acompañar la meditación y oración de los monjes. Por
ello los realiza con sobriedad, destacando las figuras centrales y con
gran espiritualidad. También realizó pinturas en las zonas comunes, pero
estas estaban llenas de colorido y muestran las escenas evangélicas más
alegres.
- Celda 1: “Noli me tangere”, representa a Cristo resucitado portando la palma del martirio que se aparece a María Magdalena junto a la tumba, y le pide que no le toque ya que aún no ha ascendido al Padre. La escena se ambienta en un paisaje luminoso, plagado de árboles y flores.
- Celda 2: “El entierro de Cristo”, Las santas mujeres ungen y envuelven el cuerpo del Señor bajo la atenta mirada de san Juan y de santo Domingo.
- Celda 3: “La Anunciación”, para algunos se trata de una obra realizada por sus colaboradores, no por el maestro directamente, dada la sobriedad de la representación. Aparece san Pedro Mártir en el extremo izquierdo.
- Celda 5: “La Natividad”, la Virgen y san José contemplan al niño Jesús que se encuentra sobre el suelo del establo, junto a ellos san Pedro Mártir y Santa Catalina de Alejandría. Probablemente fuera realizada por los ayudantes de Fray Angélico.
- Celda 6: “La Transfiguración”, destaca la figura central de Cristo dentro de la almendra mística o mandorla, con los brazos abiertos prefigurando la Cruz y un porte poderoso que nos hace pensar en la resurrección. Se eleva sobre una roca a cuyos pies se encuentran san Pedro, Santiago y san Juan, en diferentes actitudes, de adoración mística y de asombro. A cada lado de la figura central de Cristo en la parte superior Moisés y Elías. Y en el centro a cada lado de Cristo la Virgen María y santo Domingo.
- Celda 7: “La Flagelación”, junto con la Transfiguración muestran el deseo del pintor de acompañar la oración de los monjes mediante la representación de las escenas de la forma más sencilla y expresiva posible. Para ello carga la escena de simbolismo, de modo que no representa la flagelación como tal, sino que sitúa la imponente figura de Cristo vestido con una luminosa túnica blanca y coronado de espinas en el centro, sentado y rodeado de los objetos de su martirio que parecen pintados sobre un lienzo detrás de la figura del Señor: las manos que colocan la corona, las que le abofetean, el soldado que le escupe, la mano que porta el flagelo. Cristo aparece con los ojos vendados, portando un cetro de madera símbolo de la cruz y el orbe que simboliza el Universo en su mano izquierda. Esta pintura la realizó junto con su pupilo Benozzo Gozzoli.
- Celda 8: “La Resurrección de Cristo y las mujeres en la tumba”, Cristo en la parte central superior de la escena aparece dentro de la almendra mística o mandorla, al estilo medieval, en la esquina izquierda santo Domingo en oración, mientras que la Magdalena contempla el sepulcro vacío acompañada por un ángel. La representación de las tres mujeres de la derecha fue realizada por Benozzo Gozzoli.
- Celda 9: “La Coronación de la Virgen”, se trata de una de las representaciones más repetidas por Fray Angélico. La escena, en el centro y rodeada por una orla de luz muestra a Cristo coronando a su madre mientras que Santo Tomás, San Benito, Santo Domingo, San Francisco, San Pedro Mártir y San Marcos acompañan la escena en la parte inferior, pero a pesar de su actitud de recogimiento y adoración, no parecen contemplar la escena directamente. Probablemente fuera uno de los primeros frescos que realizó en el convento.
- Celda 10: “La Presentación de Jesús en el Templo”, Aparecen en la escena la Sagrada Familia (María, José y el niño Jesús) junto con Simeon, tal y como narra san Lucas en su Evangelio. La escena la completan San Pedro Mártir y la Beata Villana de Botti que fue terciaria dominica.
- Celda 17: “Crucifixión”, se trata de una de las escenas cumbres del Evangelio. A los pies de Jesús se encuentra santo Domingo en oración. A partir de esta celda la mayoría de las representaciones fueron realizadas por Benozzo Gozzoli y otros colaboradores de Fray Angélico. En este caso que nos ocupa se trata ya de una obra del colaborador del pintor.
- Celda 20: “Crucifixión con santo Domingo flagelándose”, obra de Gozzoli que realizó la pintura en tan solo dos días al igual que en el caso de la celda 17.
- Celda 25: “Crucifixión con la Virgen, María Magdalena y Santo Domingo”, no parece realizada por Fray Angélico sino por sus colaboradores.
- Celda 31: “Cristo en el limbo”, se trata de una de las celdas destinadas a los hermanos legos, y a diferencia de las dedicadas a frailes y novicios, las escenas muestran diferentes narraciones del Evangelio de san Mateo. Destacan por una ambientación más profusa, indicada para religiosos menos contemplativos y más activos. Representa el descenso de Jesús a los infiernos, la puerta aparece tirada sobre el cuerpo de un demonio, mientras que Cristo recoge a las almas para llevarlas al cielo, así vemos a Abraham, Adán y Eva, Moisés, etc.
- Celda 35: “Institución de la Eucaristía”, realizado por uno de los colaboradores del pintor. Se trata de otra de las celdas para los legos, y destaca por estar ambientada en el refectorio del convento. La institución eucarística era una de las principales celebraciones para los dominicos.
- Celda 36: “Cristo clavado en la Cruz”, también situada en una de las 7 celdas destinadas a los hermanos legos. Mientras que las imágenes de Cristo en la cruz situadas en las celdas de los frailes son más místicas, para los legos se eligen escenas más visuales, que introduzcan a la meditación de la Pasión del Señor.
- Celda 37: “Cristo crucificado entre los ladrones”, aparece la Virgen junto con otra doliente y Santo Domingo y Santo Tomás de Aquino. Parece que se trataba de la celda destinada a las reuniones de capítulo de los hermanos legos con el prior. De nuevo se aprecian las manos de los colaboradores del pintor.
- Celda 38: “Crucifixión con la Virgen María, San Cosme, san Juan Evangelista y san Pedro Mártir”, ocupa la celda final del corredor destinado a los hermanos legos, lo que hace pensar que por su gran tamaño era ocupada por un personaje importante, se trataba de Cosme de Médici que era patrono de la comunidad dominica. Se trata de una celda doble, ya que une la celda 38 con la 39 mediante una pequeña escalera. Está más profusamente decorada que el resto, ya que junto a la puerta de la celda 38 Fray Angélico pintó una crucifixión elevada sobre un suelo de lapislázuli.
- Celda 39: “Adoración de los Magos y Cristo varón de Dolores”, forma parte de la celda doble de Cósimo de Medici, por el estilo apreciamos la mano de Benozzo Gozzoli.
Corredores:
“La
Anunciación” Fresco situado en el corredor norte de las celdas del
convento de san Marcos. Realizado por el maestro, es uno de los frescos
que se hicieron en último lugar, probablemente en 1450. Tiene mucho en
común con la representación del retablo de Cortona. El pórtico que
cobija a la Virgen permite al pintor hacer un estudio detallado de la
perspectiva lineal, abriendo una puerta en el fondo que hace de punto de
fuga. Las alas del ángel con gran colorido son una herencia del gótico.
El conjunto muestra gran luminosidad, incluso bajo el pórtico que
debería permanecer en sombra. Bajo la pintura se puede leer: “Salve, Mater pietatis et totius triclinium Trinitatis nobile Maria!”, imagen de la devoción de Fray Angélico por la Madre de Dios.
“Crucifixión
y santos” ocupa el muro entero de la sala de capítulos del Convento de
San Marcos. Los Santos representados son, de izquierda a derecha: san
Cosme y san Damián, san Lorenzo, san Marcos el Evangelista, san Juan
Bautista, la Virgen y las piadosas mujeres; a la derecha de la
Crucifixión arrodillados: santo Domingo, san Jerónimo, san Francisco,
san Bernardo, san Juan Gualberto y san Pedro Mártir, de pie san Zenobio
(o quizás san Ambrosio), san Agustín, san Benito, san Romualdo y santo
Tomás de Aquino. Rodean el conjunto las representaciones de profetas y
sibilas, y sobre la cruz el pelícano que simboliza la salvación. Bajo la
pintura, haciendo de predela, las representaciones de los principales santos dominicos.
“Sacra
Conversación” o “La Madonna de las Sombras”, situado en otro de los
corredores del Convento de San Marcos en Florencia, se trata de uno de
los temas más repetidos por Fray Angélico. Es uno de las últimas obras
del beato, y muestra una profundidad espiritual acentuada por el
hieratismo de las figuras. Ya se muestra como un auténtico maestro de la
luz y el color, jugando con las sombras consigue dar profundidad y
volumen al conjunto. Es la conjunción del misticismo del artista con su
maestría ya plenamente renacentista. Los libros abiertos de los santos
muestran el deseo de Santo Domingo para su orden: “Tened caridad,
conservad la humildad, poseed el deseo de la pobreza voluntaria. Apelo a
la maldición divina para que sea minada la introducción de posesiones
en esta orden”.
“Cristo Crucificado”
(Fresco, 1433-1434, Sala Capitular, Santo Domingo, Fiesole). Para
mejorar su realismo conmovedor, el artista escorza la cabeza de Cristo y
así como el torso mirado desde la perspectiva de un adorador de
rodillas. El cuerpo esbelto e idealizado es anatómicamente detallista y
está bien modelado. Las inscripciones - en hebreo, griego y latín - en
el titulus de la Cruz identifican a Cristo como Jesús de Nazaret, rey de
los judíos.
“Retablo de los Linaioli” (Témpera
sobre tabla, 1433, Museo de San Marcos, Florencia) Se trata de un
encargo del Arte de Linaiuoli, el gremio de fabricantes de ropa,
realizado para la Residencia del gremio en la Piazza Sant Andrea de
Florencia. El marco de mármol, de 520 cm de alto y 270 cm de ancho, fue
diseñado por Ghiberti y ejecutado por tres artesanos en su taller.
La
tabla principal muestra a la Virgen y el Niño entronizados con San Juan
Bautista y San Marcos en las hojas laterales. En esta ocasión no vemos
la composición circular propia de las obras de Fra Angélico, las figuras
forman el eje central y el marco son dos grandes cortinajes dorados y
los ángeles los sitúa decorando el marco de arco de medio punto cantando
y tocando instrumentos. El niño aparece de pie sobre sus rodillas con
gesto de bendición, al modo de las representaciones bizantinas. Fra
Angélico se muestra como maestro a la hora de realizar el estudio de los
ropajes, con los pliegues bien diseñados y jugando con el claro-oscuro
que dan a las figuras un carácter tridimensional.
Los
reversos de las hojas representan las figuras esculturales de San
Marcos y San Pedro, sobre fondo oscuro que no intenta estudiar
perspectiva, pero si dota las figuras de carácter tridimensional por el
estudio de sus ropajes. San Marcos aparece con su símbolo a los pies: el
león, y san Pedro con las llaves del Reino.
“La Anunciación de Cortona”
(Témpera sobre tabla, 1433, Museo Diocesano de Cortona). Realizado para
la Iglesia de Santo Domingo de Cortona, durante la invasión francesa se
trasladó a la Iglesia de Il Gesu y hoy día está en el Museo Diocesano
de Cortona. Consta de una tabla central y siete pequeñas tablas que
forman la predela y
que son obra de sus colaboradores, siendo la imagen central obra del
Fraile que realiza la escena de forma casi idéntica a la Anunciación del
Prado, aunque las figuras de Adán y Eva aparecen al fondo y en pequeñas
dimensiones. La figura de Gabriel también muestra alas como las de las
rapaces, pero con mayor colorido que en la obra del Prado.
Como
en la mayoría de las representaciones de la Anunciación, se separa las
figuras de la Virgen y el Arcángel por algún medio, en este caso se
utiliza una de las columnas del pórtico. De la boca de Gabriel salen las
palabras “El Espíritu de Dios vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo
te cubrirá con su sombra”. Sobre María revolotea el Espíritu Santo en
forma de paloma. Ella se inclina ligeramente hacia el Ángel y responde
“He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Detrás de
ellos se abre una puerta que deja ver una cama cubierta por una
cortina. Los nimbos de ambos aparecen también decorados y realizados con
pan de oro. A
la izquierda se abre un pequeño jardín cercado por una empalizada,
símbolo de la virginidad de María, y tras ella la imagen de la expulsión
de Adán y Eva del Paraíso, al igual que en la obra del Prado. En un
tondo sobre entre los dos arcos aparece la imagen de Isaías, el profeta
que anunció que el Mesías nacería de una Virgen.
En la predela las imágenes de:
La Muerte de la Virgen
“Retablo de Annalena”
(Témpera y pan de oro sobre tabla, 1434, Museo de san Marcos,
Florencia). Realizado en origen para el convento de san Vinzenzo
d’Annalena, fundado por Annalena Malatesta, pero su ubicación cambió y
en principio se situó en la capilla de San Cosme y San Damián construida
por los Medici en la Basílica de San Lorenzo de Florencia, hoy día se
encuentra en el Convento de San Marcos de esta ciudad. Se trata de una
sacra conversación, escena muy común en las representaciones de la
época, en la que María con su hijo en brazos departe con varios santos,
en este caso con san Pedro Mártir, san Cosme, san Damián, san Juan
Evangelista, san Lorenzo y san Francisco. Las figuras aparecen
superpuestas, parecen figuras aisladas pegadas en el lienzo sin relación
unas con otras. Una franja paralela a las figuras realizada en pan de
oro impide el estudio de la perspectiva, esta franja aparecía también en
el fondo del Retablo de San Marcos, aunque sin uso del pan de oro. La predela fue realizada por Zanobi Strozzi y muestra escenas de la vida de san Cosme y san Damián, patronos de la familia Medici.
“La Coronación de la Virgen”
(Témpera sobre tabla, 1434-1435 (1450?), Museo de Louvre, París). Fray
Angélico realizó numerosas tablas con este tema, esta fue realizada para
la Iglesia de Santo Domingo de Fiesole, y es una de las tablas más
famosas y de mayor calidad de Fray Angélico. Los colores vivos y frescos
dan luminosidad al conjunto, destacando el uso del azul para el cielo
abandonando el pan de oro. La predela muestra
imágenes de la vida del santo. El punto de vista de la escena es muy
bajo, lo que permite central la mirada en la escena principal de la
coronación de María. En la parte más baja un grupo de santos y santas de
rodillas contempla la imagen, cada uno de ellos lleva un objeto que
permite reconocerlos. En el eje central vemos a santa María Magdalena de
rodillas y de espaldas portando el frasco de perfume, a su lado santa
Catalina de Alejandría con la rueda y santa Inés con un cordero. En el
centro izquierda vemos a San Nicolás de Bari con la mitra de obispo y el
báculo, su capa muestra imágenes de la Pasión de Cristo, a su lado San
Francisco y san Antonio.
“Santiago el Mayor liberando al Mago Hermógenes” (Témpera sobre tabla, 1434-1435, Kimbell Art Museum, Fort Worth, EEUU). Se
trata de uno de los cinco paneles que con toda seguridad formaron parte
de la pedrella de un retablo que se ha perdido, así como una de las
tablas de la pedrella. El conjunto muestra escenas de la Virgen,
Santiago el Mayor, san Juan Bautista, santo Domingo y san Francisco.
Probablemente la tabla principal mostrara la figura de estos santos
junto a la Virgen María. La Influencia de Masaccio sobre Fray Angélico
en estas pinturas es clara, concretamente de los frescos de la Capilla
Brancacci.
“Zacarías pone nombre a Juan el Bautista”
(Témpera sobre tabla, 1434-1435, Museo de San Marcos, Florencia). Formó
parte del conjunto de 5 tablas que formaban la pedrella de un retablo
perdido al igual que la anterior.
“El entierro de la Virgen y la recepción de su alma en el Cielo” (Témpera
sobre tabla, 1434-1435, Museo de Arte de Filadelfia, EEUU). Formó parte
del conjunto de 5 tablas que formaban la pedrella de un retablo perdido
al igual que la anterior.
“El encuentro de San Francisco y Santo Domingo”
(Témpera sobre tabla, 1434-1435, Museo de Bellas Artes de San
Francisco, EEUU). Formó parte del conjunto de 5 tablas que formaban la
pedrella de un retablo perdido al igual que la anterior.
“La Coronación de la Virgen” (Témpera
y pan de oro sobre tabla, 1434-1435, Galleria degli Uffizi, Florencia).
Otra de las muestras del mismo tema realizada por Fray Angélico, pero a
diferencia de la que se muestra en el Louvre en esta de Florencia
predomina el uso del pan de oro. Fue realizada para la Iglesia de san
Egidio del Hospital de Santa María la Nueva de Florencia. Las imágenes
de Cristo y María aparecen flotando sobre una nube, mientras que a su
lado se sitúan el coro de ángeles músicos y bailarines junto con los
santos rodeando la escena, para lo que utiliza el método de disminuir el
tamaño de las figuras para dar perspectiva ya que no hay ambientación.
La predela de esta tabla se encuentra en el Museo de San Marcos de Florencia, y muestra “Los desposorios de la Virgen”
y
“La Dormición de la Virgen”, en la que aparece en el centro la imagen
de Cristo resucitado portando la figura de su madre niña en los brazos.
“La Virgen y el niño” (Fresco,
1435, Convento de santo Domingo, Fiesole). Muy deteriorado, ha sido
repintado, arrancado del muro original y trasladado a un soporte en
piedra exento.
“La Virgen y el niño con santo Domingo y santo Tomás de Aquino”
(Fresco, 1435, Museo del Hermitage, San Petersburgo). Originalmente se
encontraba en el Convento de santo Domingo en Fiesole, pero al cerrarse
el convento en el s. XIX fue arrancado del muro que cerraba las
escaleras de acceso a las celdas y vendido, hoy se encuentra transferido
a lienzo.
“La Virgen y el niño con santo Domingo y santa Catalina de Alejandría” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1435, Pinacoteca Vaticana).
“La Virgen de la Humildad”
(Témpera y pan de oro sobre tabla, 1435-1445, Fundación Colección
Thyssen-Bornemisza, Pedralbes, España). En este cuadro, la imagen de
María recuerda el ideal de belleza promovido en el arte gótico
internacional, aunque su pose y forma dan una tridimensionalidad y
solidez más cerca al arte de Masaccio. La Virgen se coloca, siguiendo la
iconografía tradicional de la Virgen de la humildad, sobre un cojín en
lugar de un trono. La pintura es notable por su paleta brillante y
luminosa, en el que se combinan armoniosamente rojos, azules y dorados.
También destaca la dulzura y espiritualidad de las caras de las figuras,
cuyas poses y gestos son representados con gran naturalismo.
“San Antonio tentado por una piedra de oro”
(Témpera sobre tabla, 1436, Museo de Bellas Artes de Houston, EEUU).
Probablemente sea obra de los artistas de su taller, más que del propio
maestro.
“Lamentación sobre Cristo muerto”
(Témpera sobre tabla, 1436-1441, Museo de San Marcos, Florencia).
Realizada para el Oratorio de la confraternidad Dominicana, cuya fachada
fue decorada con escenas de la pasión de Cristo. Muestra su maestría a
la hora de reflejar los profundos sentimientos de la Virgen, de María
Magdalena y otros Santos por la muerte de Jesús y su preparación para
enterrarlo. La parte inferior de la pintura está dañada.
“Políptico de Cortona”
(Témpera sobre tabla, 1437, Museo Diocesano de Cortona). Es el
resultado de la conjunción de tres tablas realizadas en diferentes
épocas y que se instalaron en la Iglesia de Santo Domingo de Cortona.
Sufrió muchos daños en la II Guerra Mundial. Los expertos consideran que
la imagen más antigua es la de la virgen y el Niño, que datan en 1434,
el resto en el año 1437. El conjunto fue restaurado entre 1946-1950. La parte alta del políptico muestra las representaciones de la Anunciación y la Crucifixión.
La
parte central muestra una Virgen entronizada flanqueada por San Juan
Bautista y san Juan Evangelista a la Izquierda y por San Mateo y Santa
María Magdalena a la derecha.
La predela muestra
escenas de la vida de Santo Domingo junto a otras imágenes de santos y
ángeles. A la izquierda con San Pedro mártir, seguido por las escenas
del sueño de Inocencio III en el que Santo Domingo levanta la Iglesia
caída, el encuentro de Santo Domingo y San Francisco y Santo Domingo
recibiendo el libro y el bastón de manos de los apóstoles Pedro y Pablo.
El
centro de la predela continúa con una representación de San Miguel
Arcángel y a continuación escenas de la curación de Napoleone Orsini, la
disputa de Santo Domingo y una representación de San Vicente.
En
el lado derecho de la predela vemos la escena de los Ángeles sirviendo
la cena a los frailes, la muerte de Santo Domingo y finalmente una
representación de Santo Tomás de Aquino.
“Retablo de la Santa Trinidad”
(Témpera sobre tabla, 1437-1440, Museo de San Marco, Florencia).
Originalmente pensada para la Iglesia de la Trinidad de Florencia por
encargo de Palla Strozzi fue iniciada por el pintor Lorenzo Monaco, que
murió habiendo realizado solamente los pináculos. Cuando Fra Angélico
hereda la realización del trabajo comprobó que estaba diseñado con un
estilo plenamente gótico, pero supo adaptarse y realizar una de las
pinturas más excelentes de su obra. El diseño de los tres pináculos que
se corresponden con tres arcos plenamente góticos halló continuidad en
la pintura mediante la disposición de los personajes en tres grupos. El
conjunto está lleno de emotividad, luminosidad y belleza.
El
arco central se corresponde con la altura de la cruz sobre la que se
apoyan dos escaleras por las que suben los hombres que bajan a Cristo de
la cruz. Todo ello lleva al espectador a dirigir sus ojos a la figura
central de Cristo que es bajado delicadamente y cuyo cuerpo tiene forma
sinuosa, al gusto de Fra Angélico. La cruz queda cortada por el arco que
la enmarca, pero deja leer una parte de la leyenda “Este es el Rey de
los judíos”. El cuerpo de Cristo muestra la sangre provocada por la
flagelación y por la llaga de su costado. También la sangre recorre la
cruz hacia sus pies regando el Gólgota que está representado por un
pequeño montículo en la base de la cruz. La cabeza de Cristo está en
posición horizontal, con un gesto inexpresivo. Vassari afirma que una de
las figuras que bajan a Cristo de la Cruz es el retrato de Michelozzo,
que en aquellas fechas se encontraba realizando reformas en el convento
de San Marcos. Al
fondo aparece la ciudad de Jerusalem representada como una ciudad de la
Toscana. Lo mismo ocurre con el paisaje que rodea la escena. Los fondos
llenos de construcciones y vegetación son un instrumento para el
estudio de la perspectiva. Los arcos laterales enmarcan una torre y un grupo de árboles respectivamente.
El
grupo de mujeres que lamentan la muerte del Salvador se representa con
un dolor contenido, interior, no a la manera de plañideras propia de
otros artistas. La Magdalena toma los pies de Cristo y los besa. La
Virgen aparece silenciosa, con gesto de dolor interior pero gran
dignidad, es el centro del grupo que se dispone a su alrededor en forma
circular.
A
la derecha de la cruz se muestra el tercer grupo de personajes, con uno
de ellos de rodillas correspondiéndose con la Magdalena al otro lado de
la Cruz. Se ha sugerido que se trata de Alessio degli Strozzi, hijo
fallecido del mecenas. Junto a él cinco hombres que también hacen luto
por Cristo muerto, uno de ellos muestra a los otros los clavos con los
que fue crucificado y la corona de espinas. Rodean la escena central figuras de santos de cuerpo entero y bustos en forma de medallón.
“Retablo de San Marcos”
(Tempera sobre tabla, 1438-1440, Museo de San Marcos, Florencia). Fue
desmontado y desmembrado en el siglo XVII durante la renovación de la
iglesia perteneciente al convento de San Marcos y dedicada a los dos
Santos médicos, Cosme y Damián. Además de la pintura principal que
representa a la Virgen y el Niño entronizados con Ángeles y Santos,
había nueve tablas en la predela, siete en la parte central y dos en los
laterales. Sólo dos de las pinturas de la predela permanecieron en el
convento, todas las demás están ahora en diferentes museos (en
Washington, Munich, Dublín y París). El
retablo, uno de los más grandiosos de los del Quattrocento, fue
ejecutado tras la decisión de Cosme de Médici en 1438 de transferir a
Cortona el tríptico que servía de altar mayor de la Iglesia del
convento, también de Fra Angélico y del que también hemos hablado.
Representa a la Virgen y el Niño entronizados en sacra conversazione con
un grupo de santos, en la parte delantera, a san Cosme y san Damian de
rodillas, en la segunda fila, desde la izquierda: San Lorenzo, san Juan
Evangelista, san Marcos, santo Domingo, san Francisco y san Pedro
Mártir. Se supone que la figura de San Cosme es el retrato de Cosme de
Médici. En la parte inferior central puede verse una Crucifixión con
fondo dorado.
Ocho imágenes de la predela representan
la vida de San Cosme y San Damián mientras que la tabla central se
dedica al entierro de Cristo. En esta imagen de la National Gallery of
Art de Washington, que fue colocada en la parte lateral izquierda de la
predela, se muestran dos episodios consecutivos. A la izquierda, los dos
santos médicos árabes efectuan una cura milagrosa; a la derecha San
Damián, contrariamente a sus votos, acepta un regalo involuntariamente.
En
esta tabla de la Alte Pinakothek de Munich asistimos a tres escenas
diferentes: la oración de los Santos a Dios, el ataque de los demonios
al juez, el martirio y la salvación de los santos por Ángeles, están
representadas a diferente escala lo que indica diferentes momentos en el
tiempo. La perspectiva es estudiada mediante la utilización de los
tonos de color, siendo el primer plano más nítido y el fondo más
brumoso.
La tabla que muestra la condena de San Cosme y San Damián pertenece al lateral izquierdo de la predela, junto a la tabla central, y se encuentra en la National Gallery of Ireland, Dublin.
La
tabla central de la pedrella que representa el entierro de Cristo se
encuentra en la Alte Pinakothek, Munich. No está conectado a las escenas
a ambos lados de la misma, que muestran la vida de san Cosme y san
Damián, aunque como en ellas la luz va de derecha a izquierda. Esta
escena hace referencia directamente a la crucifixión de la base del
retablo que, cuando la predela estaba in situ, se encontraba
inmediatamente por encima de ella. El Cuerpo de Cristo es sostenido por
Nicodemo, y sus manos son agarradas y besadas por la Virgen y San Juan.
Cristo tiene un aire ingrávido parece que se eleva, ya que las tres
figuras no parecen sostenerlo. La sábana en la que le envolverán se
encuentra estirada formando un rectángulo. Detrás se abre la oscura
entrada rectangular de la tumba. La dispersión y la sencillez de la
composición, el espacio firmemente cerrado por las rocas de la tumba y
el uso extensivo de blanco en este panel, son también característicos de
los frescos de Fra Angélico en San Marcos.
La
Crucifixión y lapidación de San Cosme y San Damián (Alte Pinakothek,
Munich), en encuentran a la derecha de la imagen central de la predela.
La
decapitación de San Cosme y San Damián (Museo de Louvre, París). Esta
imagen es la segunda desde la derecha en la predela. La leyenda de san
Cosme y San Damián, hermanos gemelos que fueron famosos por no cobrar
por sus servicios como médicos, se esboza en los paneles de la predela
de este retablo de San Marcos. Tras varios intentos de matarlos de los
cuales salían vivos milagrosamente, consiguen matarlos mediante la
decapitación, que es la escena que contemplamos. Aparece enmarcada por
uno de los mejores paisajes de Fra Angélico. Ambientada fuera de una
ciudad fortificada semejante a Jerusalén en su disposición, los dos
Santos esperan para unirse a las tres figuras sin cabeza que yacen en el
suelo en primer plano. El mayor énfasis recae sobre quien se arrodilla
delante de una fila de cinco cipreses que corre paralela al plano de
imagen. Los árboles simbolizan los cinco mártires a los que se está
ejecutando.
El extremo derecho de la predela representa
a Justiniano que duerme mientras san Cosme y san Damian le sanan
sustituyendo su pierna herida por otra sana. La habitación es espartana
pero Fra Angélico juega con ello mediante la luz para acercar la escena
al espectador y subrayar lo importante de la narración. El contenedor
colgado de un clavo en el lado de la cama, el vidrio y decantador, las
zapatillas y el simple taburete de tres patas, todo proporciona un
bodegón cuidadosamente observado. Los focos de luz son múltiples, la
ventana de la izquierda, la puerta de la derecha, otro foco de luz que
parte del espectador hacia el interior de la estancia,...
Otras
tablas sueltas formaron parte de este retablo, se trata de varias
figuras de santos que están dispersas en diferentes museos. En esta
vemos a San Jerónimo, que se encuentra en el Lindenau-Museum, Altenburg (Alemania) junto con las tablas de San Roque y San Bernardo.
La tabla de san Pedro Mártir es parte de la Royal Collection, Hampton Court de Gran Bretaña.
“Crucifixión con santo Domingo”
(Fresco, 1440-1445, Museo de Louvre, París). Pintado originalmente para
el refectorio del Convento de Santo Domingo de Fiesole, se inspira en
el que ya había pintado en San Marcos de Florencia.
“San Francisco recibiendo los estigmas” (Témpera
sobre madera, 1440, Museos Vaticanos). Rodeado de un paisaje compuesto
por rocas cortantes, evocando el campo rugoso que rodea la ermita de
Verna, San Francisco se arrodilla en éxtasis ante Cristo que se aparece
en forma de ángel. De las heridas de Cristo salen los rayos que
imprimen los estigmas en las manos de Francisco, en sus pies y su
costado. A la derecha, el hermano León sentado con sus hombros contra
las paredes de la capilla, que es despertado por la luz cegadora de la
aparición. Se supone que este panel de origen desconocido fue parte de
una predela.
“Lamento por la muerte de san Francisco” (Témpera sobre madera, 1440s, Staatliche Museen, Berlín). Este panel formó parte probablemente de la predela del
retablo de Pontassieve. Otras tablas de la predela representando la
vida de San Francisco están en Berlín (la aparición en Arles), en el
Vaticano (recibiendo los estigmas) y en Altenburg (San Francisco ante el
sultán).
“Cristo crucificado con la Virgen María, san Juan Evangelista y el Cardenal Juan de Torquemada” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1440-1442, Fogg Art Museum,
Harvard University, Cambridge, EEUU). Esta pintura fue originalmente el
panel central de un tríptico. Los brazos de la Cruz se extienden a
través del panel, como si pretendiera sujetar su marco. La extremidad
superior del madero toma la forma de un árbol floreciente, una posible
referencia a la leyenda popular de la Vera Cruz que afirmaba que la
madera utilizada para la crucifixión provenía originalmente del árbol de
Jesé. En las ramas del árbol se sienta un pelícano que se hiere para
que fluya su sangre y así alimentar a sus crías, símbolo de Cristo dando
su vida para la redención del mundo. Arrodillado frente a la cruz y con
su sombrero cardenalicio en el suelo, el inquisidor Juan de Torquemada,
dominico español de renombre. El fondo de pan de oro elimina la
posibilidad de estudio del paisaje y la perspectiva.
“San Pedro Mártir” (Fresco, 1441-1442, Convento de San Marcos, Florencia). Se sitúa en el tímpano de la entrada a la Iglesia del Convento.
“La Adoración de los Magos”
(Témpera sobre madera, 1445, Galería Nacional de Arte de Washington,
EEUU). La documentación indica que este tondo pudo haber pertenecido
originalmente a Lorenzo de Médici, gobernador de Florencia y mecenas de
artistas del Renacimiento. La imagen muestra a los tres magos frente a
una espléndida procesión, que simboliza a todas las razas de la
humanidad, que espera para rendir homenaje al Cristo recién nacido. El
pavo real es símbolo de la resurrección. Algunos estudiosos creen que
Fra Angelico pintó a la Virgen y el niño y por lo menos algunas de las
figuras en la parte superior derecha; y su socio y compañero monje Fra
Filippo Lippi completó la obra.
“Tríptico de Perugia” (Témpera sobre madera, 1447, Galleria Nazionale dell'Umbria, Perugia y Museos Vaticanos). Este
retablo fue pintado para la capilla de San Nicolás en la Iglesia de San
Domingo en Perugia. Hasta hace poco se creía era un encargo de
Benedetto Guidalotti (1388-1429), arzobispo de Recanati. Una nueva
investigación, por el contrario indica que fue su hermana Elisabetta
Guidalotti la responsable del proyecto. Muestra la admiración de ambos
hermanos por la orden dominicana, sobre todo por su empeño en la
educación, lo que queda patente en las pequeñas imágenes de santos
portando libros que enmarcan el conjunto. El tríptico fue desmembrado en
el siglo XVIII y actualmente se muestra sin su marco original en la
Galleria Nazionale dell’Umbria en Perugia, excepto dos paneles de la
predela que se encuentran en la Pinacoteca Vaticana. Las tablas
conservadas en Perugia fueron montados en una estructura nueva a
principios del siglo XX, insertaron copias de las dos obras que se
encuentran en el Vaticano. Los
paneles laterales representan a la izquierda a Santo Domingo y San
Nicolás de Bari, se echa en falta la monumentalidad escultórica del
retablo de Linaiuoli, los representa aquí de manera más suave y más
difusa y no se enmarcan en un nicho oscuro. Coloca las figuras delante
de una larga mesa, cuyo final puede verse detrás de San Nicolás de Bari,
sobre la que ha puesto su Mitra, a sus pies tres bolsas de monedas que
hacen referencia a la historia del santo, que arrojó tres bosas con
monedas por la ventana de una casa permitiendo así a las tres mujeres
que vivían en ella contar con una dote y poderse casar y evitando que
cayeran en la prostitución. Esta historia aparece relatada en la predela. San
Juan Bautista y Santa Catalina de Alejandría aparecen de la misma
manera que san Nicolás y santo Domingo, delante de una larga mesa. La
cruz que porta san Juan está tapada por su nimbo y el extremo inferior
se dirige al espectador pero ni esto ni su mano en escorzo consiguen
recrear la impresión de tridimensionalidad que consiguió en el retablo
de Linaiuoli. De su boca salen las palabras “he aquí el cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo” (Juan 1, 29). Santa Catalina tiene menos
cualidades escultóricas todavía. A su lado hay una rueda rota referida a
la máquina diabólica en la quesufrió martirio. Algunos críticos ven en
estas dos figuras la mano de los asistentes en lugar de la mano del
maestro.
El
panel central representa a la Virgen y el Niño entronizados con cuatro
Ángeles. En comparación con el retablo de Linaiuoli, esta Virgen es
menos monumental y el niño más sinuoso y carnoso. Fra Angelico vuelve a
la distribución circular de los Ángeles para crear un sentido adicional
de profundidad, pero aquí los dos que cerrarían el círculo delante del
trono han sido reemplazados por tres jarrones de flores. El trono de la
Virgen tiene estructura clásica con estructura de arco de triunfo,
rematado con un friso de guirnaldas. El fondo es plano y con
proliferación del pan de oro.
Las
tres escenas de la predela representan la historia de San Nicolás. La
primera, a la izquierda, muestra el nacimiento del santo, la vocación y
la escena en que arroja las monedas por la ventana de la casa de las
tres muchachas pobres.
A la derecha, la predela muestra
la escena del encuentro de San Nicolás con el enviado del Emperador, el
salvamento milagroso del barco, la liberación por san Nicolás de tres
hombres condenados y la muerte del santo.
“Cristo Juez” (Fresco, 1447, Capilla de San Brizio, Duomo, Orvieto).
En el verano de 1447 el pintor se traslada a Orvieto a trabajar en la
catedral junto con otros pintores de la época, más tarde Luca Signorelli
terminará la decoración de la catedral gótica. Fra Angélico se encargó
de esta imagen de Cristo en el Juicio Final que decora la parte superior
del altar.
“Profetas” (Fresco, 1447, Capilla de San Brizio, Duomo, Orvieto).
Pintados por el artista rodeando a la imagen de Cristo juez, se trata
de aquellos que profetizaron la llegada del Mesías. Entre ellos podemos
ver al rey David tocando el arpa como autor de los Salmos, y a Moisés
portando las tablas de la alianza escritas en hebreo.
“Capilla Nicolina”
(Fresco, 1447-1449, Palacios Pontificios, Ciudad del Vaticano). Muestra
varios frescos distribuidos en las paredes y entre las originales
ventanas de este pequeño oratorio privado del Papa Nicolás V en el
palacio Vaticano. Durante el pontificado de Nicolás V (1447-1455) se
realizaron numerosas obras de embellecimiento de Roma y Fray Angélico
recibió el encargo de realizar las pinturas al fresco de esta estancia
situada en la segunda planta del palacio, para ello contó con la ayuda
de sus colaboradores directos, entre los que destaca Benozzo Gozzoli que
probablemente realizó la decoración de las bóvedas. Las pinturas están
dedicadas a san Esteban y san Lorenzo, mártires que trabajaron como
archidiáconos para la Iglesia en los primeros tiempos.
Todos
las representaciones se enmarcan en monumentales ambientes
arquitectónicos clásicos y se distribuyen en tres franjas horizontales,
las pinturas de la franja superior que se enmarcan por los arcos
(lunetas) fueron casi con seguridad realizadas por Benozzo Gozzoli en su
mayor parte, de forma que Fray Angélico se dedicó principalmente a las
escenas que aparecen en la franja intermedia. Los colores utilizados son
claros y luminosos y se utiliza de forma suave el claro-oscuro, lo que
permite estudiar el volumen y la perspectiva, ayudándose por los marcos
arquitectónicos que dan profundidad al conjunto. La lectura de los
frescos se inicia en la pared oeste, sigue en la pared sur y culmina en
la pared este. Los frescos de la pared sur fueron destruidos, pero según
Vasari representaban el entierro de Cristo.
Frescos
de la pared oeste: Divide la pintura en tres franjas horizontales que
se ven limitadas por dos ventanales de original diseño. La franja
inferior recorre toda la estancia y está decorada con motivos heráldicos
sobre fondo rojo, en el centro del muro que nos ocupa tiene el escudo
del Papa Nicolás V, la segunda franja muestra al papa Sixto II
consagrando a san Lorenzo como diácono rodeados por numerosos miembros
de la Iglesia, a cada lado de la pintura se abre una ventana cuyo marco
se decora con motivos florales que enmarcan retratos de profetas y
sibilas. La franja superior o luneta muestra la consagración de san
Esteban de manos de san Pedro, el primer papa y a su derecha una segunda
escena que muestra a Esteban repartiendo alimentos entre los
necesitados. Las vestimentas rojas del santo son un presagio de su
muerte en martirio.
Frescos
de la pared norte: La franja superior o luneta muestra a san Esteban
predicando a la izquierda y a la derecha la disputa con el sanedrín que
le condena a muerte. La franja intermedia muestra a san Sixto II
encomendando los bienes de la Iglesia a san Lorenzo y a su derecha el
santo reparte alimentos a los pobres. La franja inferior contiene dos
puertas de entrada y la misma decoración heráldica que en los demás
muros.
Frescos
de la pared este: Muestran el martirio de los dos santos. En la luneta
vemos dos escenas, Esteban conducido al martirio a la izquierda y a su
derecha la lapidación del santo, en esta escena aparece Pablo (Saulo)
como espectador de la lapidación portando las capas de los ejecutores.
La franja intermedia muestra la condena de san Lorenzo por el emperador
Valeriano y a su derecha vemos el martirio de san Lorenzo, que fue
quemado sobre una parrilla. Estas dos escenas del martirio de san
Lorenzo están separadas mediante la colocación de una estructura
arquitectónica en la que se abre una ventana, en su interior vemos a san
Lorenzo dialogando con san Hipólito, jefe de la cárcel, que se
convirtió por mediación del santo.
En
la cubierta abovedada de la estancia se pintaron las imágenes de los
cuatro evangelistas: Mateo (hombre), Marcos (león), Lucas (toro) y Juan
(águila), que flotan sobre nubes, fueron probablemente realizados por
Benozzo Gozzoli.
“Retablo del convento de Bosco ai Frati”
(Témpera y pan de oro sobre tabla, 1450, Museo de san Marcos,
Florencia). Realizado en origen para el convento franciscano de Bosco ai
Frati en Mugello, fue un encargo de Cósimo de Medici que encaró la
reforma de dicho convento. De nuevo vemos el tema de la sacra
conversación, con la Virgen y el niño en el centro y a su lado san
Antonio de Padua, san Luis de Tolouse y san Francisco a la izquierda, y
san Cosme, san Damián y san Pedro Mártir a la derecha. Al igual que en
los ejemplos anteriores, el marco arquitectónico cierra la escena,
destacando en el centro un nicho de gran tamaño que simula un ábside con
lo que la imagen de la Virgen queda resaltada frente al resto. El juego
de planos al elevar a la Virgen sobre el resto mediante un escalón
permite estudiar levemente la perspectiva. En la predela aparece la figura central de Cristo resucitado rodeado de santos.
“Tríptico del Juicio Final”
(Témpera y pan de oro sobre tabla, 1450, Staatliche Museen, Berlín).
Obra tardía, su autoría se encuentra en debate, para muchos se trata de
una obra de Zanubi Strozzi, uno de sus colaboradores que se dedicaba a
la decoración de manuscritos. En origen se trataba de una sola tabla que
fue cortada tardíamente.
“Armario de la Plata”
(Témpera sobre tabla, 1451-1452, Museo de San Marcos, Florencia). Se
trata de un armario destinado a contener los objetos sagrados de plata
de la Iglesia Santissima Annunziata de Florencia, la iglesia de los
Servitas renovada en la década de 1420 por Michelozzo. El encargo fue
importante ya que la orden de los Servitas era la única cuyo origen es
florentino, fundada en siglo XIII por San Filippo Benizzi. Fray
Angélico concibió 40 tablas de igual tamaño (38,5 x 37 cm) y otra de
doble tamaño para decorar el armario, 6 de ellas se han perdido y de las
35 que quedan 3 se atribuyen al pintor Baldovinetti, el resto son obra
de Fray Angélico. El tema de las pinturas es la vida de Jesucristo.
Tanto en la parte superior como inferior de cada imagen se añadió
posteriormente el texto evangélico correspondiente a cada escena.
En este panel podemos ver: La Rueda mística, la
Anunciación, la Natividad, La Circuncisión, la Adoración de los Magos,
la Presentación en el Templo, la Huída a Egipto, la Matanza de los
Inocentes y Cristo entre los doctores.
En
este panel podemos ver: La Resurrección de Lázaro, la Entrada en
Jerusalén, La Última Cena, el Pago a Judas, el Lavatorio de los pies, la
Institución de la Eucaristía, la Oración del Huerto, la Traición de
Judas, el Prendimiento de Jesús, Cristo ante Caifas, la Burla ante Jesús
y Jesús en la Columna.
En
el último panel podemos ver: Cristo carga con la Cruz, Jesús despojado
de las vestiduras, la Crucifixión, el Descendimiento, el descenso de
Cristo a los Infiernos, las mujeres piadosas ante la tumba, la
Ascensión, Pentecostés, el Juicio Final, la Coronación de la Virgen y el
“Lex Amoris” (Ley del Amor).
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