viernes, 20 de marzo de 2020

LOS TARTESSOS


En la actualidad se considera que Tartessos fue una cultura local  lo suficientemente adelantada y organizada para que pudieran influir en ella las colonias fenicias  del círculo del estrecho (con Gadir como principal capital) que se instalaron hacia el siglo VIII a C.
Sobre esta hipótesis la mayoría de los arqueólogos sitúan Tartessos en el Bajo Guadalquivir, aunque con una potente fuerza de influencia que llegaría hasta Extremadura (como demostraría el palacio de Cancho Roanoo Linares, en el Norte de Andalucía

                        

Posible ubicación de Tartessos en relación con fenicios (Gadir) y su expansión interior


Esta zona que ocupa hoy Doñana sería, en el I Milenio, un gran lago cerrado (Ligur o Aoron) en torno al cual se desarrollaría la zona más rica de esta civilización.
Ante su capital (nunca encontrada) los especialistas se dividen en dos posibilidades.
Unos apuestan por una localización hacia el este (que podría corresponder con la actual Sevilla o con Jerez de la Frontera-Puerto de Santa María). Esta zona sería especialmente rica en pastos, por lo que la agricultura, y especialmente la ganadería sería la principal actividad de Tartessos.




A favor de esta hipótesis se encontraría las leyendas de Gerión, las de los toros de Hércules o la de los cultos relacionados con el toro que se relacionarían con el mundo micénico.


                                                      Minas de Rio Tinto. Estado actual
Otros, sin embargo, prefieren una localización al oeste del lago, cercana a la actual Huelva.
Los que así piensan hablan de la importancia que tuvieron las minas de de cobre y estaño de Río Tinto, posible objetivo del comercio fenicio.
                                        Candelabros de Lebrija. Museo Arqueológico de Madrid
   
También alegan la importancia que tuvo la orfebrería en el arte tartessico, con ejemplos como el Carambolo , el tesoro de la Aliseda o los candelabros de Lebrija

Probablemente ambas actividades se complementaran, creando una sociedad bastante jerarquizada en donde una nobleza o un rey (según opiniones) controlaría la producción y el comercio con los fenicios.
Para esta clase social (probablemente para sus enterramientos) se realizarían las obras de orfebrería antes mencionadas, pues serían los únicos con capacidad de riqueza, ya que el pueblo estaría sometido a una especie de servidumbre casi feudal



Esta nobleza ya habría aparecido antes incluso de los contactos con los fenicios, como demuestra las numerosas estelas del periodo arcaico (geométrico) de Tartessos. En ellas se reflejan de una forma sumamente simplificada a guerreros portadores de espadas, carros, cascos y escudos, que serían los símbolos de su poder
                          
                 
Escritura Tartessa (Herdade da Abobada)

Lo que también sería probable es la existencia de una clase noble no guerrera parecida a los escribas egipcios. Su poder estaría en el conocimiento de la escritura (de la que posiblemente derivará el íbero), y según autores podrían ser sacerdotes de los principales templos tartésicos (a cielo abierto, muy parecido a los fenicios).

Otra de las evidencias cada vez más claras es que Tartessos (además de productor de materias primas) se encargó del comercio entre fenicios y castreños (costa gallega), creando así lo que en la actualidad llamamos camino de la Plata.                
Sin embargo, esta civilización hizo crisis en torno al siglo VI,derrumbándose por completo. Las causas no están nada claras y existen numerosas teorías, desde el control fenicio (o cartaginés temprano) de la zona, ya fuera militar, o puramente económico,la caída de la ciudad fenicia de Tiro a manos de Nabucodonosor en el 573 que estranguló el comercio,problemas internos dentro de los Tartessos al desaparecer los filones más superficiales de metal en las minas o por la propia desforestación y contaminación generada por la actividad metalúrgica,segun la oponión de unos y otros, incluso, hablan más de un cambio interno que de un verdadero colapso. Según Almagro o Ruiz y Molinos se produciría un cambio de centralidad hacia la Alta Andalucía (Linares) que poco a poco se iría iberizando, perdiendo su carácter monárquico por otro aristocrático y restringiendo la actividad comercial.


Durante siglos, Tartessos,fue el mito fundacional que daba los orígenes a lo español.
Toda la información provenía de textos griegos (los famosos nostoi o poemas de los retornos de los héroes de la guerra de Troya cuyo ejemplo más conocido sería la Odisea de Ulises) o los míticos trabajos de Hércules (en especial el de las Columnas de Hércules, como se conocía Gibraltar en la Antigüedad, los toros de Gerión o el de las manzanas de las Hespérides).
También la Biblia mencionaba a Tarsis, así como los posteriores historiadores y geógrafos grecolatinos (Herodoto, Estrabón, Plinio)


Con la lectura de todos estos fragmentos Tartessos aparecía como un reino rico y equilibrado, en las cercanías de la desembocadura del Guadalquivir, regido por reyes legendarios (Gerión, el de las tres cabezas, Gárgoris, descubridor de la miel, o su nieto Habidis, que les dejó agricultura, el urbanismo y las leyes. Tal vez sólo se podía suponer histórico a Argantonio, amigo de los helenos, aunque sus 180 años de longevidad le quitaban un tanto de crédito
En esto se quedaba todo. La feliz idea de una primera Edad de Oro hispana que se extinguiría de la misma forma que nació, en la más completa oscuridad.
Sin embargo, el 30 de septiembre de 1958 ocurrió, por puro azar, un accidente que lo cambió todo. En unas instalaciones de tiro al pichón muy cercanas a Sevilla, en el llamado cerro del Carambolo, unas obras de ampliación sacaron a la luz una vasija con veinte piezas de oro, exquisitamente trabajadas.
Entre ellas aparecían collares, brazaletes y unos curiosos objetos que los investigadores han pensado que se tratarían de pectorales.

                   

Aunque últimamente se ha propuesto una nueva hipótesis que se vincularía a bueyes que transportarían carretas rituales hacia algún tipo de santuario (curiosamente una imagen que, de ser cierta, podríamos vincular directamente con las peregrinaciones del Rocío, que no deja de ser una cristianización de Astarté/Tanit fenicia.
Sea  cual fuera la interpretación, lo cierto es que la técnica y motivos utilizados tienen una clara influencia del mundo fenicio que tan íntimamente se encuentra vinculado con Tartessos                        
A su vez, esta orfebrería será básica para el mundo íbero, tal y como se pueden observar en piezas conservadas (Tesoro de Jávea) o en los adornos de las famosas Damas, profundamente influenciados por estas piezas

                      

Tesoro del Carambolo. Collar. Como todas las piezas anteriores custodiadas en el Museo Arqueológico de Madrid


Este tesoro hallado en la Aliseda (Cáceres) se ha emparejado al del Carambolo, siendo una prueba más  de los amplios límites que tuvo Tartessos o al menos su influencia directa(que en el caso de Extremadura eran sumamente lógicos, pues por ella pasaba la ruta de la plata y el estaño que comunicaba Tartessos con Galicia o las islas Casitérides .


Por otra parte, este tesoro ha sido fuerte objeto de polémica entre los especialistas, pues mientras unos la adjudican directamente a Tartessos(o a talleres gaditanos fenicios), otros hablan de un producto importado desde oriente (tal vez Chipre) por los fenicios. Y es que no hay que olvidar que los siglos VII y VI antes de Cristo conocieron una primera globalización artística denominada periodo orientalizante que influyó en artes tan dispares como el etrusco, fenicio o griego, caracterizada por una exuberancia decorativa.
Si nos referimos al propio tesoro, éste está realizado totalmente en oro a través de las técnicas de la filigrana y el cincelado. Se compone de una supuesta diadema , una pulsera, dos pendientes, dos anillos y un cinturón.
Se ha supuesto un ajuar de una tumba femenina de clase alta, relacionada con el rey.
Algunos de los temas que aparecen en él son típicos en todo el Mediterráneo y tendrán una larga historia.

Así, en el collar encontramos símbolos lunares que en Mesopotamia se asimilaban a Tanit/Astarté y que el cristianismo tomará para su imagen de la Inmaculada.

En los pendientes (tan voluminosos que necesitan una cadenita que los sustenta por encima de la oreja) aparece el árbol de la vida, de origen mesopotámico y posteriormente muy utilizado en el arte islámico.

Entre sus ramas aparece la palmeta y pájaros picoteando que tanto éxito tendrá en el mundo romano y  paleocristiano como representación del alma(algunos especialistas han hablado de un símbolo de resurrección)

La diadema , verdaderamente exquisita, se realiza por medio de pequeñas placas articuladas con formas de roseta y un fleco de filigrana que sustentan pequeñas bolas. Se conservan aún los pequeños huecos que (en un caso) se engarzan turquesas que crearían un efecto aún más rico y barroquizante (y que veremos volver a aparecer, al menos su efecto, en la orfebrería bizantina y visigoda).
Este modelo de diadema tendrá un gran éxito como lo confirmará el tesoro de Jávea íbero.


El cinturón posee en las bandas exteriores (con el dibujo repujado por la parte trasera y el fondo decorado con un exquisito granulado) la figura repetida de un hombre con un león y un grifo rampante que recuerda el tema de Gilgamesh mesopotámico, Melkart fenicio o el del Hermes/Hércules del mundo clásico, que volveremos a ver reaparecer en Bizancio o en el mundo islámico habitualmente vinculado a la realeza (un símbolo de valor del rey).







Aunque no exista unanimidad entre los especialistas, este jarro de bronce realizado a la cera perdida bien podría pertenecer a la cultura tartéssica (aunque probablemente tardía)


De pequeñas dimensiones y forma globular destaca su boca, creada por la cabeza de ¿un felino? con la lengua fuera que, en su partición, sirve para el paso del líquido.
El asa se convierte en un nuevo animal, serpiente, en la unión superior con esta cabeza zoomorfa, mientras que su engarce con la parte inferior se refuerza por medio de una palmeta (forma muy habitual en este mundo tartessico)


Ambas formas animalísticas se encuentran mucho más relacionadas con el mundo etrusco que con la tradicional influencia fenicia (este hecho es el que ha desconcertado a algunos investigadores).
Sobre el cuerpo principal de la jarra se sucede la decoración geométrica realizada por medio de incisiones poco profundas realizadas a mano alzada (de ahí sus irregularidades)



Según Bendala (investigador de esta civilización),la fecha seria el siglo VI a C, interpretando estos motivos animalísticos y vegetales como una alusión a la divinidad de la naturaleza y de la muerte relacionada con la divinidad fenicia de Astarté .         
En el siglo VI antes de Cristo y en relación con la crisis de Tartessos que hizo cambiar la centralidad hacia el norte, se encuentra este monumento extremeño que representa (por el momento) la arquitectura más antigua conservada en la península.
Sus orígenes pudieron ser anteriores (existen al menos 5 fases distintas en el yacimiento), pero el edificio actual, sobre un podio elevado, presenta una forma de U.
Poco se sabe de sus usos, aunque los especialistas se inclinan a un a doble función religiosa (templo en la terraza central, al aire libre y, posiblemente, con algún tipo de estatua o piedra sagrada) y política (palacio de aristocracia local que también funcionaría como almacén para excedentes de la zona para su posterior redistribución o comercialización con el exterior) que controla una rica zona agrícola (con abundantes acuíferos) y, lo que es más importante, el trayecto de conexión entre Gadir,la costa gallega y su estaño.
https://www.abc.es/historia/abci-misterio-tartessos-rica-civilizacion-iberica-desaparecio-forma-abrupta-201901140151_noticia.html
https://www.red2000.com/spain/primer/1tartessos.html
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/tartessos-busca-reino-perdido_6233
https://www.nubeluz.es/antigua/tarteso.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Mitolog%C3%ADa_fenicia
https://www.lugaresconhistoria.com/tartessos-huelva-sevilla-cadiz
https://elcorreoweb.es/extra/donde-estaba-tartessos-JE6017128




































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