miércoles, 25 de marzo de 2020

DANTE ALIGHIERI Y BEATRIZ PORTINARI, DEL AMOR IMPOSIBLE A LA DIVINA COMEDIA


El amor imposible de Dante fue Beatriz Portinari a quien inmortalizó en su obra: La Divina Comedia y en sus sonetos de la Vita Nuova. Algunos piensan que fue un amor inventado , otros creen que Beatriz tuvo realidad histórica .
Dante nos descubrió una nueva forma de amar, sin egoísmo, sin correspondencia, sin esperanza. Un amor idealizado ( platónico ) , que le permite seguir viviendo con Beatriz como musa de su obra.
                                

Dante
          
                                                

               
Beatrice, 1895
El lienzo está basado en la obra autobiográfica de Dante, la VITA NUOVA  en la cual describe su amor por Beatriz Portinari . El poeta italiano ocultó su amor pretendiendo estar atraído por otras mujeres. La pintura presenta un incidente en el que Beatriz, tras oír estos chismes, lo ignora y se rehúsa a hablar con él. La escena se desarrolla en el Puente de  la Santa Trinidad de Florencia  y Beatriz, que está vestida con un atuendo blanco, camina acompañada por dos mujeres, su amiga Monna  Vanna, a su lado, y su sirvienta, unos pasos atrás.
El tema de Vita Nuova  es el amor platónico de Dante por su amada Beatriz. Dante encuentra por primera vez a Beatriz a los nueve años y se enamora de ella en el acto. Vuelve a encontrarla nueve años después, a los dieciocho de edad, y compone un soneto en honor suyo. Desde ese momento, siente por Beatriz un amor platónico, y su mayor felicidad es ser saludado por ella. Sin embargo, oculta cuidadosamente el amor que tiene por Beatriz cortejando abiertamente a otra dama.
Llegado esto a oídos de Beatriz, ella le niega el saludo. Se le aparece el Amor, y en su discurso, que el poeta no comprende, profetiza la muerte de Beatriz Portinari. Dante toma como objetivo de su vida expresar a través de la poesía su amor por ella. Muere el padre de Beatriz y, poco después, Dante cae gravemente enfermo. Durante su enfermedad tiene una pesadilla que es un presagio de la muerte de Beatriz, que se relaciona con el número 9 .
Dante se cree enamorado de otra dama, pero vence esta falsa pasión, y una visión le muestra a Beatriz, vestida de rojo, en la gloria de los cielos, por lo cual el poeta decide no amar a otra mujer y consagrar su vida al recuerdo de su amada, aunque no escribirá sobre ella hasta que no sea capaz de encontrar la forma adecuada de hacerlo.
En el ámbito universal se conoce a Beatriz como una de las más grandes Musas de la historia. Fue esta mujer quien inspiró a Dante para escribir una de las más grandes obras de la literatura.      
Holiday (imagen del comienzo) quería asegurarse de que su lienzo fuera una digna representación histórica de los hechos . Para ello viajó en 1881 a Florencia y así llevar a cabo su investigación. En su viaje descubrió que durante el siglo XIII, Lungarno, o la calle al norte del río Arno, entre el Puente Viejo y el Puente Santa Trinidad, estaba pavimentada con ladrillos y que habían negocios en el área, los cuales están representados en la pintura. También reveló que el Puente Viejo fue destruido por una inundación en 1235, y que entre 1285 a 1290 estaba en reconstrucción, razón por la cual en la pintura se lo puede ver cubierto con andamios.




EL ENCUENTRO DE DANTE CON BEATRIZ (1915) - JOHN WILLIAM WATHEROUSE 


Cuando Dante tuvo 12 años, se comprometió con Gemma, hija de Messer Manetto Donati, con la que se casó en 1291. Los matrimonios negociados a edades tan precoces eran entonces frecuentes y constituían una ceremonia importante, que exigía actos oficiales firmados ante notario. Dante tuvo varios hijos con Gemma. Como es frecuente, algunas personas se hacen llamar hijos naturales de algún personaje célebre, lo mismo ocurrió con Dante, y es probable que Jacopo, Pietro o Antonia fueran sus hijos reales. Antonia se hizo monja adoptando el nombre de Hermana Beatrice.
Es difícil entender lo que este amor comprendía en realidad, pero algo sumamente importante para la cultura italiana . Era en nombre de este amor que Dante dio su impresión al Dolce Stil Nuovo   que influenciaría a escritores y poetas a descubrir el tema del "amor", que nunca antes había sido tan acentuado. El amor por Beatriz, al parecer, era la razón de su poesía y de su vida, junto con sus pasiones políticas.


Tan honesta parece y tan hermosa
mi casta Beatriz cuando saluda,
que la lengua temblando queda muda
y la vista mirarla apenas osa.
Ella se va benigna y humillosa
y oyéndose loar, rostro no muda
y quien la mira enajenado duda
si es visión o mujer maravillosa.
 Muéstrase tan amable a quien la mira
que al alma infunde una dulzura nueva
que solo aquél que la sintió la sabe.

Cuando Beatriz murió en 1290, Dante trató de encontrar un refugio en la literatura latina . Entonces se dedicó a estudios filosóficos en escuelas religiosas, como Santa maria Novella .
Esta pasión "excesiva" por la filosofía sería criticada más tarde por el personaje de Beatriz en el Purgatorio, el segundo libro de la la Divina Comdia .

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DANTE Y BEATRIZ EN EL PURGATORIO

                          


Encuentro entre Dante y Beatriz en el Purgatorio , según una ilustración de Salvador Dalí para La Divina comedia 


El Purgatorio, situado en las antípodas de Jerusalén, en el hemisferio austral, tiene la forma de una montaña de pan de azúcar.
Después de haber atravesado su base formada por una playa circular, los viajeros prosiguen hacia arriba por una pendiente escarpada, el antepurgatorio, lugar de espera donde se expía la negligencia tanto política como religiosa.
Aquí renace la esperanza. La lujuria, la cólera, la envidia, la gula han traído aquí a una humanidad que no ha insensibilizado con sus faltas; es el arrepentimiento lo que trae aquí a los pecadores en el camino a la salvación.
Escalan entonces siete cornisas cruzadas circularmente sobre su flanco y que corresponden a cada uno de los pecados capitales.
El Purgatorio está plagado de invectivas políticas con Catón de Utica. Se encuentra con Manfredo, el desafortunado heredero de Federico II, la feroz descripción moral del valle del Arno (XIV), la acusación de de Hugo Capeto contra la monarquía francesa (XX).
En la cumbre de esta montaña, Dante se vuelve a encontrar a Beatriz, dispuesta a conducirle al Paraíso, que pronuncia por una sola y única vez el nombre de Dante, mientras que Virgilio se eclipsa.
Pero aquella que antaño fuera una mortal tiernamente amada, asume en esta ocasión una cara muy diferente: desde ahora desencarnada, se convierte en una alegoría, el símbolo de la Verdad, una figura mediadora, a semejanza de la Virgen, sin la ayuda de la cual, el pecador que es Dante no sabría acceder al reino de los cielos.

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Dante y Beatriz a orillas del Leteo (1889), obra del pintor venezolano Cristóbal Rojas

Giovanni Boccaccio , en su comentario sobre la Divina Comedia, hace referencia explícita a los jóvenes.
Folco Portinari era un banquero muy rico  , nacido en Portico di Romagna . La familia se trasladó  a Florencia, donde vivieron  en una casa cerca de Dante . Tuvo seis hijas ( Beatriz fue una de ellas ).Folco tuvo el mérito de fundar lo que hoy es el hospital principal en el centro de la ciudad , el Hospital de Santa Maria Nuova.
Parece que Beatriz , era un año menor que el poeta , se casa muy joven , a penas una adolescente con Simone di Bardi , miembro de una familia de banqueros muy rica e importante .
Dante se prendó de "la gloriosa señora de sus pensamientos", de quien hizo la razón de su existir. La sonrisa y el leve saludo que Beatriz le prodigaba a Dante cuando casualmente se encontraban, bastaban para satisfacer el profundo amor que el poeta le profesaba. Beatriz contrajo nupcias con un rico banquero y Dante buscó consuelo en el maravilloso mundo de la poesía, dando rienda suelta a su imaginación, produciendo nuevas rimas, todas ellas reflejando el amor que sentía por su dama.




 Purgatorio, Canto XXX. Grabado de Gustave Doré.


Los jóvenes florentinos difundían las poesías de Dante, al recitarlas en las reuniones y, Beatriz al escucharlas se reconoció en ellas. Ella, dama virtuosa y además casada, se sintió lastimada en su dignidad, por ser la inspiración de un amor insano y, desde entonces, cuando solía encontrarse con Dante, aquel breve saludo con el que contaba el poeta para iluminar su existencia, le era negado.
La muerte de Folco Portinari, padre de Beatriz, impresiona y oscurece la mente del poeta, que reflexiona: “Necesariamente sucederá que Beatriz se muera alguna vez”. Dice entonces: “Comencé a sufrir como una persona frenética y a imaginarla de esta manera: en un principio aparecieron unos rostros de mujeres desmelenados que me decían: ‘También tú morirás’. Y después de esas mujeres aparecié    ronme unos rostros de horrible aspecto, los cuales me decían: "Tú estás muerto"… Me parecía ver que había unas mujeres que iban desmelenadas por una calle maravillosamente triste, y parecíame que el sol se oscurecía y que las estrellas mostraban un color que me hacían creer que lloraban; y parecíame que los pájaros que volaban por el aire caían muertos y que nos espantaban grandísimos terremotos. Muy maravillado de semejante fantasía y con mucho espanto se me ocurrió que un amigo veníame a decir: ‘Qué ¿no lo sabes? Tu admirable dama ya ha salido de este mundo…’ Yo imaginaba que miraba el cielo, y me parecía ver multitud de ángeles, los cuales volvían hacia arriba y tenían ante ellos una nubecilla blanquísima… Entonces me parecía que el corazón donde había tanto amor me dijese: "Es verdad que muerta yace tu señora.”
Este sueño, que es el germen de La Comedia, revela un ansia de trascendencia que en Dante es el motor inicial, y que lo lleva a inmiscuirse de tal forma en su obra que será él mismo quien, guiado primero por Virgilio, recorra el Infierno y el Purgatorio y luego, guiado por Beatriz y San Bernardo, el Paraíso. La misma Beatriz que desciende del Cielo al Purgatorio “en una nube de flores” para buscar al poeta (Purgatorio, Canto XXX) y lo llama “Dante”, único momento de la obra en que el autor consigna su propio nombre.
Las congojas de Dante no terminarían ahí, poco tiempo después Beatriz cayó enferma, contagiada de la peste negra o bubónica, y en 1290, la muerte hizo acto de presencia y el fiel enamorado sólo pudo seguir de lejos el cortejo, acercándose a la tumba de la amada cuando todos se habían retirado. Dante, hundido, trocó su vida en un constante disfrute de placeres, prodigándose múltiples amantes.
En La Divina Comedia .  Dante  pide a Beatriz que le conduzca a su lado:



Beata Beatrix, óleo de Dante Gabriel Rossetti (1828-1882)


"Beatriz, guíame hacia el paraíso, ya que Virgilio ya cumplió su misión.Nuestro amor no es terrenal, porque este sentimiento es tan inmenso que no lo supera el amor de Dios por la humanidad ".



En la Divina Comedia, Beatriz ( Bienaventurada ) se somete a un proceso de espiritualización y es reconocida como una criatura angelical . Ella representa la Fe, que acompaña a los peregrinos en el Paraíso , convirtiéndose en guía y protectora celestial.
Destrozado por la noticia de la muerte de su amada en 1290 ( se cree que de peste bubónica  ), Dante se lanza a un desenfreno sexual con un buen número de amantes .
Tres años más tarde, contrajo matrimonio con Gemma Donati, la joven que su padre le había escogido para esposa, a la cual no amaba, lo que no impedía que ella le brindara su ternura y admiración, comprendiendo que su esposo no era como los demás hombres. Gemma hizo posible que Dante gozara de un breve tiempo de paz y tranquilidad, tiempo que aprovechó para terminar "La Vida Nueva", mitad en verso y mitad en prosa, poemas en los que, una vez más, ofrendaba su amor a Beatriz. 
Dante falleció en Ravena, posiblemente de Malaria, en 1321 , desterrado , cuando acababa de terminar la parte del Paraiso , correspondiente a su obra maestra . Nunca volvería a Florencia 

La barca de Dante, óleo de Eugène Delacroix.

 EL INFIERNO...CANTO I

En medio del camino de nuestra vida
me encontré en un oscuro bosque,
ya que la vía recta estaba perdida.


¡Ah que decir, cuán difícil era y es
este bosque salvaje, áspero y fuerte,
que al pensarlo renueva el pavor.


Tan amargo, que poco lo es más la muerte:
pero por tratar del bien que allí encontré,
diré de las otras cosas que allí he visto.


No sé bien repetir como allí entré;
tan somnoliento estaba en aquel punto,
que el verdadero camino abandoné.


Pero ya que llegué al pie de un monte,
allá donde aquel valle terminaba,
que de pavor me había acongojado el corazón,
miré en alto, y vi sus espaldas
vestidas ya de rayos del planeta,
que a todos lleva por toda senda recta.


Entonces se aquietó un poco el espanto,
que en el hueco de mi corazón había durado
la noche entera, que pasé con tanto afán.
Y como aquel que con angustiado resuello
salido fuera del piélago a la orilla
se vuelve al agua peligrosa y la mira;
así mi alma, que aún huía,
volvióse atrás a re mirar el cruce,
que jamás dejó a nadie con vida.


Una vez reposado el fatigado cuerpo,
retomé el camino por la desierta playa,
tal que el pie firme era siempre el más bajo;
y al comenzar la cuesta,
apareció una muy ágil y veloz pantera,
que de manchada piel se cubría.


Y no se apartaba de ante mi rostro;
y así tanto me impedía el paso,
que me volví muchas veces para volverme.


Era la hora del principiar de la mañana,
y el Sol allá arriba subía con aquellas estrellas
que junto a él estaban, cuando el amor divino
movió por vez primera aquellas cosas bellas;
bien que un buen presagio me auguraban
de aquella fiera la abigarrada piel,
la ocasión del momento, y la dulce estación:
pero no tanto, que de pavor no me llenara
la vista de un león que apareció.


Venir en contra mía parecía
erguida la cabeza y con rabiosa hambruna,
que hasta el aire como aterrado estaba:
y una loba que por su flacura
cargada estaba de todas las hambres,
y ya de mucha gente entristecido había la vida.


Tanta fue la congoja que me infundió
el espanto que de sus ojos salía,
que perdí la esperanza de la altura.
Y como aquel que goza en atesorar,
y llegado el tiempo en que perder le toca,
su pensamiento entero llora y se contrista;
así obró en mi la bestia sin paz,
que, viniéndome de frente, poco a poco,
me repelía a donde calla el Sol.


Mientras retrocedía yo a lugar bajo,
ante mis ojos se ofreció
quien por el largo silencio parecía mudo.
Cuando a éste vi en el gran desierto


Ten piedad de mí, le grité,
quienquiera seas, sombra u hombre cierto.


Respondióme: No hombre, hombre ya fui,
y lombardos fueron mis padres,
y ambos por patria Mantuanos.


Nací sub Julio, aunque algo tarde,
y viví en Roma bajo el buen Augusto,
en tiempos de los dioses falsos y embusteros.


Poeta fui, y canté a aquel justo
hijo de Anquises, que vino de Troya,
después del incendio de la soberbia Ilion.


Pero tú, ¿Porqué a tanta angustia te vuelves?
¿Porqué no trepas el deleitoso monte,
que es principio y razón de toda alegría?


¡Oh! ¿Eres tú aquel Virgilio, aquella fuente
que expande de elocuencia tan largo río?
le respondí, avergonzada la frente.


¡Oh! De los demás poetas honor y luz,
válgame el largo estudio y el gran amor,
que me han hecho ir en pos de tu libro.


Tú eres mi maestro y mi autor:
tú sólo eres aquel de quien tomé
el bello estilo, que me ha dado honor.


Mira la bestia por la que me he vuelto:
socórreme de ella, famoso sabio,
porque hace temblar las venas y los pulsos.


Otro es el camino que te conviene,
respondió al ver mis lágrimas,
si quieres huir de este lugar salvaje;
porque esta bestia, por la que gritas,
no deja a nadie pasar por el suyo,
sino que tanto impide, que mata:
su naturaleza es tan malvada y cruel,
que nunca satisface su hambrienta voluntad,
y tras comer tiene más hambre que antes.


Muchos son los animales con que se marida
y muchos más habrá todavía, hasta que venga
el Lebrel, que le dará dolorosa muerte.


No se alimentará de tierra ni de peltre,
mas de sabiduría, de amor y de virtud
y su patria estará entre fieltro y fieltro.


Será la salud de aquella humilde Italia,
por quien murió la virgen Camila,
Euriale, y Turno y Niso, de sus heridas:

De ciudad en ciudad perseguirá a la loba,
hasta que la vuelva a lo profundo del infierno,
de donde la envidia la hizo salir primero.


Ahora por tu bien pienso y entiendo,
que mejor me sigas, y yo seré tu conductor,
y te llevaré de aquí a un lugar eterno,
donde oirás desesperados aullidos,
verás a los antiguos espíritus dolientes,
cada uno clamando la segunda muerte;
después verás los otros, que en el fuego
están contentos, porque unirse esperan,
cuando sea, a las felices gentes;
a las cuales, después, si quisieras subir,
un alma habrá más digna que yo para tu ascenso;
te dejaré con ella, cuando de ti me parta:
que aquel emperador, que allá arriba reina,
porque rebelde fui a su ley,
no quiere que a su ciudad por mi se llegue.


Impera en todas partes, y allá reina,
allá está su ciudad y allá su alta sede:
¡Feliz aquel a quién para su reino escoge!
Y yo a él: Poeta, te intimo
por aquel Dios que no conociste,
de éste y de peor mal que yo me salve,
que allá me lleves donde tú dijiste,
así que vea la puerta de san Pedro,
y a aquellos tan tristes que tú dices.
Entonces se movió, y yo me pegué detrás.

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https://www.bbc.com/mundo/noticias-47420005
https://tacna.superforo.net/t1898-el-amor-platonicodante-alighieri

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