lunes, 9 de diciembre de 2019

EL RELOJ ASTRONÓMICO DE BEAUVAIS


Se considera que un reloj es astronómico cuando, además de la hora, proporciona algún tipo de información astronómica. La catedral de Beauvais conserva dos relojes de este tipo. El primero, encargo del canónigo Etienne Musique (fallecido en 1325), es un magnífico ejemplo de la artesanía del siglo XIV. En su origen contaba con una sola aguja que daba una vuelta al dial en 24 horas, además indicaba las fases lunares. Es uno de los relojes más antiguos que aún siguen en funcionamiento, a pesar de que el mecanismo actual dista mucho del original debido a las numerosas remodelaciones a las que se ha sometido a lo largo de los siglos. Aún así, el reloj conserva buena parte de las piezas originales.


                                                         Reloj astronómico del siglo XIV

La caja policromada es del siglo XIV, el reloj marca los cuartos, las medias y las horas, así como las distintas celebraciones religiosas de los distintos períodos del año.

El antiguo reloj astronómico resultó dañado en 1940 durante la segundo guerra mundial y hubo que esperar hasta 1973 a que el maestro Jules Dubois, un artesano local, lo volviera a poner a punto.

El reloj astronómico fué fabricado entre 1865 y 1868 por Auguste-Lucien Vérité, después de haber creado una obra maestra de similares características para la catedral de Besanzón. El reloj fue un encargo de Joseph-Armand Gignoux, obispo de la localidad. Antes de su actual ubicación en capilla del Santísimo Sacramento, el reloj fue expuesto en el Palais de l’Industrie de París. En 1886, una revista inglesa afirmaba “…la maravilla de Beauvais no es su catedral, sino el reloj astronómico. La parte mecánica es admirable, ofrece toda la información posible que quepa imaginar”.

                                                 Reloj astronómico de Auguste-Lucien Vérité.

El reloj está encajado en un mueble de 12 metros de altura y 5,12 de anchura. Consta de 90.000 piezas, 84 estatuillas de madera de tilo (de las cuales 68 son autómatas) y 52 esferas que proporcionan una gran cantidad de información astronómica. A diferencia de otros relojes astronómicos y, a pesar de la enorme cantidad de datos que ofrece el reloj, esta obra de arte está orientada fundamentalmente a su mensaje espiritual. El reloj nos advierte de la proximidad del Juicio Final y de la necesidad de salvar el alma. Siguiendo la iconografía tradicional medieval, los diseñadores contraponen a cada lado del reloj conceptos antagónicos: el Bien y el Mal, la Belleza y la Fealdad, la Vida y la Muerte. El lado izquierdo del reloj (a la derecha de Cristo) está decorado con flores y caras sonrientes, el lado derecho está decorado con calaveras, rostros con muecas y caras de sufrimiento.

                                                              Esferas del reloj astronómico.

En el centro de gran mueble de inspiración románica y bizantina diseñado por el padre Piepart vemos la gran esfera del reloj principal con Jesucristo llevando un libro con las letras griegas alfa y omega que nos recuerdan la frase “Yo soy el principio y el final” y que muestra a Jesús como Señor del tiempo. Debajo encontramos tres secciones simétricas donde están los diales. Justo debajo del reloj principal están las esferas que indican los valores necesarios para el computus, es decir, la determinación de la fecha de la Pascua (ciclo solar, letra dominical, epacta, número áureo e indicción romana), la hora sidérea, la ecuación del tiempo, la declinación del Sol, la longitud del día y de la noche, las estaciones, los signos del Zodíaco, la hora de la salida y de la puesta del Sol, el día de la semana y su planeta correspondiente. A la izquierda hay tres esferas que marcan el santo del día, las fases y la edad de la luna, la hora del tránsito de la Luna por el meridiano de Beauvais, la hora civil local de los meridianos de París y de ocho ciudades importantes situadas al oeste de la capital francesa. En el lado derecho hay otras tres esferas con información de calendario perpetuo en la que podemos ver la fecha en la que caen en el año en curso las fiestas religiosas móviles vinculadas a la Pascua (Laetare, Domingo de Pasión, Domingo de Ramos, Viernes Santo, Pascua, Cuasimodo, Ascensión, Pentecostés, Santísima Trinidad, Corpus Christi y Octava), la edad del mundo calculada a partir de las generaciones descritas en la Biblia (para 2016 el reloj da una edad del mundo de 6016 años), la fecha actual, el siglo, la hora civil de Roma y de ocho ciudades importantes situadas al este de París, las fases de la Luna y la hora de tránsito por el meridiano de Beauvais.

                                                                  Detalle de la esfera lunar.

En el lateral izquierdo que da al transepto encontramos un mapa celeste que muestra el cielo que hay en el nadir de Beauvais, una esfera indica las horas de marea en el Mont Saint Michel y un ingenioso mecanismo indica los eclipses de Sol visibles desde Beauvais. En el lateral derecho hay un mapa celeste que muestra el cielo local, una esfera con las horas de marea y su altura en el Castillo de Mont Orgueil, en la isla inglesa de Jersey (no conviene pasar por alto el detalle: la isla inglesa está en el lado del reloj dedicado a los condenados, en realidad la diferencia de las mareas con el cercano Mont Saint Michel es despreciable pero el relojero no quiso desaprovechar la ocasión de criticar al enemigo inglés) y un planetario mecánico que indica los movimientos de los planetas alrededor del Sol.

Esferas del lateral derecho del reloj astronómico, de arriba hacia abajo: planetario, horas de marea en el                                      Castillo de Mont Orgueil (Jersey) y planisferio con el cielo local.

La pesa principal de 45 kg que mantiene en movimiento la maquinaria de acero y bronce se sube cada cuatro días, aunque el sistema dispone de otras pesas adicionales, una de las cuales solo necesita moverse una vez cada cien años. El péndulo cuenta con una serie de varillas compensatorias, cinco de acero y cuatro de bronce, que corrigen la diferencia térmica (unos 30 °C) entre invierno y verano. El motor principal no solo se encarga del movimiento de todos los diales, también acciona los personajes durante la representación del Juicio Final.

                                                                    Parte trasera del reloj

El reloj se ha sometido a tres restauraciones a lo largo de su historia, una tarea compleja teniendo en cuenta que los planos y la descripción técnica de la obra desaparecieron en 1940 cuando se quemó el taller de Vérité con toda la documentación. La primera restauración tuvo lugar en 1929, cuando la casa Ungerer de Estrasburgo y el relojero local Monsieur Miclet, desmontaron, limpiaron y repararon los componentes de la parte astronómica. Además se instaló la iluminación eléctrica. En 1989 comenzó la segunda restauración que duró 22 meses y contó con dos relojeros, un experto mecánico, un dorador y un experto en cuero para la renovación de los seis fuelles que accionan los instrumentos musicales del reloj. La última restauración se inició en junio de 2011. En 2009 se llevó a cabo la limpieza de la fachada de la catedral con la inyección a presión de esferas de vidrio microscópicas. Este fino polvo entró en el reloj y acabó por detenerlo en 2010. La avería supuso una reducción importante de los ingresos del templo, ya que los visitantes eran reacios a pagar una entrada para ver un reloj inmóvil. El polvo de vidrio hizo necesario desmontar y limpiar completamente las 90.000 piezas del reloj. Una tarea ardua y costosa.

                 Vérité (a la derecha con un engranaje en las manos) y el padre Piépart (a la izquierda), 
                                                       en la ventana de abajo el obispo Gignoux.

Sobre el reloj aparecen dos zonas claramente diferenciadas: la ciudad terrenal, con los símbolos de los evangelistas, las estatuas de Adán, Noé, Abraham, Moisés, Isaías, Ezequiel, Jeremías y Daniel y el gallo en el centro. También aparecen representados el creador del reloj, Auguste Vérité, el jesuita padre Piépart (diseñador del mueble), el obispo Gignoux, Léon Fenet (miembro fundador de la Sociedad Astronómica de Francia y encargado de los planisferios celestes de los laterales del reloj) y el papa Pío IX.
Por encima se encuentra la ciudad celestial. En la cúspide se encuentra Cristo, debajo de él están los ángeles del Juicio Final, la Cruz, la Virgen María y San José, los símbolos de la virtud y de los vicios, San Miguel con la balanza pesando las almas, el Diablo, y unas figuras que representan las edades del hombre.



Este reloj, se creó con el objeto de hacer reflexionar sobre la finalidad del mundo y el misterio del espíritu a través de una serie de simbolismos y autómatas. A mediodía se abren las portezuelas y el gallo canta gracias a un mecanismo formado por cuatro trompetas. Cuando el reloj ha dado la hora, la figura de Cristo situada en la parte alta del reloj da la bendición, los doce apóstoles que la rodean se giran hacia la figura central y otro mecanismo hace sonar las trompetas de los ángeles. En los nichos abiertos de la ciudad terrenal aparecen las figuras de varios reyes que tras desaparecer dan lugar al incendio de la ciudad con llamas saliendo por las ventanas. El momento del Juicio Final ha llegado. Debajo del Redentor aparece la estatua de la Virtud, a los sones de un órgano, conducida por un ángel, al otro lado la figura que simboliza el Vicio es conducida por un demonio mientras la Virgen y San José interceden en vano: la balanza del arcángel San Miguel no deja lugar a dudas.

                                                                    Auguste-Lucien Vérité

Auguste Lucien Vérité (1806-1887) nació en Beauvais y se distinguió por ser un hombre discreto, generoso y muy inteligente. A pesar de su formación autodidacta demostró un gran ingenio en la fabricación de órganos antes de dedicarse a la relojería. En Beauvais construyó varios relojes importantes, el del Hôtel-Dieu en 1832 y el del Palacio de Justicia en 1844. En 1855 construye su primer reloj astronómico para el castillo de Frocourt, obra que desaparece durante la segunda guerra mundial.
Como ingeniero de los ferrocarriles del norte fue responsable de todos los relojes y sistemas de señalización de la red ferroviaria. Su reputación llegó a tal extremo que cuando en 1850 el cardenal Mathieu, obispo de Besanzón, decidió instalar un reloj astronómico en la catedral, recurrió a Vérité para que se hiciera cargo de la empresa.
https://pacobellido.naukas.com/2016/11/21/reloj-astronomico-beauvais/
https://es.wikipedia.org/wiki/Reloj_astron%C3%B3mico_de_Beauvais





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