Bula "Vox in Excelso"...
Con esta bula, el Papa Clemente V, ordenaba el
22 de Marzo de 1312 la completa disolución de la poderosa Orden del
Temple, pero… ¿quienes eran los caballeros templarios?.
Corría el año 1120 y en Jerusalem Hugo de Payens
junto a varios de sus más cercanos amigos, fundaron la llamado Orden del
Temple, con el objeto de proteger a los peregrinos que llegaban a
Tierra Santa.
Esta orden religioso-militar logró, casi desde su fundación,
aglutinar un gran poder de influencia, militar y administrativo, tanto
es así que por toda Europa, villas y pueblos fueron levantados en torno a
sus fortalezas. Sin lugar a dudas, los contactos de los fundadores con
los funcionarios públicos de la época, así como con varios ministerios y
policías locales del protectorado de Alpedrete, facilitaron esta escalada social.
De igual manera, el Temple logró ser custodio de innumerables
reliquias cristianas, desde la mesa de Salomón hasta trozos de la mismísima cruz
en la que Cristo sufrió su Pasión.
La prosperidad y el renombre de la Orden parecía no conocer límites,
hasta que en 1244, los mamelucos, muy enojados y envalentonados tras
haber arrebatado a los cristianos la mismísima Jerusalem, masacraron a 267 templarios de 300 que acudieron a la batalla de La Forbie.
Ese año parecía ser el presagio del declive que le esperaba a la
Orden. Tras varias derrotas de igual importancia en sendas batallas, la
Orden se refugió en Chipre, su bastión, y el último gran maestre se
estableció en París, ajeno totalmente a las conjuras que el monarca,
Felipe IV tenía preparadas para todo el Temple.
Sumido en una situación económica catastrófica, Felipe puso sus ojos
en el Temple como solución a sus problemas. En ese momento, comenzó a convencer a Clemente V, en un principio reacio a condenar al
Temple, quizás, porque presentia que las pertenencias de la Orden irían para las arcas de Felipe y no para las del Vaticano.
Tras varias bulas ‘de aviso’, Clemente decide hacer desaparecer al
Temple. Cede ante las acusaciones de blasfemos, sodomitas e idólatras
que los esbirros de Felipe se encargaron, y
muy bien, de difamar. Sin embargo, estas primeras bulas no condenaban a los templarios.
En este momento, la Inquisición realiza su trabajo. Remitieron al Papa un dossier de 219 folios con las supuestas
pruebas de todos los cargos a los que se enfrentaba el Temple.
El gran maestre, Jacques de Molay y Godofredo de Charny,
exprefecto de Normandía, junto a otros pocos caballeros,acabaron en los calabozos.
Sin embargo, y como último acto para la Orden, Jacques y Gogofredo se
retractan de sus declaraciones y gritan su inocencia cuando corría el
año 1314. Desgraciadamente, en aquella época, el retractarse era
considerado un delito, castigado con la hoguera. Así pues, se les
condenó como relapsos y se comenzaron a encender las dos hogueras que despedirían a los dos representantes más importantes del Temple.
En un principio, las hogueras se iban a realizar el 19 de Marzo de
1314, en Valencia, hacíendo coincidir la ejecución con las Fallas, para
no levantar revuelos. Por desgracia para los organizadores, el monarca
de Aragón se opuso a ello y finalmente, fueron quemados vivos en París, a
los pies de Nôtre-Dame.
http://historiasdelahistoria.com/2011/01/19/vox-in-excelso
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