A partir de aquí se produciría una reacción en cadena. Por un lado, el Sultán del Imperio Otomano
 se alió con Egipto para paliar la rebelión griega. Esto hizo que Reino 
Unido, Francia y Rusia apoyasen militarmente a Grecia. Sin embargo, el 
apoyo no fue suficiente, ya que estaban luchando prácticamente solos. El
 motivo es que, aunque cuando estalló la revolución, Europa entera se conmocionó con las atrocidades realizadas por el Imperio Otomano,
 los gobiernos de Francia y del Reino Unido desconfiaban de las 
intenciones de Rusia y de la veracidad del conflicto. En resumen, las 
primeras contiendas fueron matanzas otomanas que encontraron poca 
resistencia por parte de los griegos.
El problema se agravó cuando la escisión
 existente dentro de los dirigentes griegos, quienes no eran capaces de 
formar un gobierno estable, se juntó con la intromisión egipcia a favor de los turcos. Parecía que todo estaba perdido, pero en 1827, contra todo pronóstico, los helenos consiguieron aprobar una Constitución republicana en la Asamblea Nacional.
Ese mismo año, las potencias europeas
 acordaron intervenir en la zona de los Balcanes y eliminaron a la flota
 turca el 20 de octubre de 1827. Aprovechando esta coyuntura, el 
ejército francés se desplazó hasta Grecia para apoyar militarmente a los
 rebeldes griegos. Mientras tanto, los rusos ejercían una importante 
presión económica y militar que ahogaba a los turcos.
La situación era imposible de mantener, por lo que el Imperio Otomano pidió un tratado de paz. Este se consumó con la firma del Tratado de Adrianópolis en 1829,
 que finiquitaba las guerras ruso-turcas y las posibles aspiraciones 
rusas en el sureste de Europa. Además, el Imperio Otomano aceptó 
conceder la independencia a Grecia y permitir el libre tránsito por los 
estrechos del Bósforo y Dardanelos.
Pero en 1830, las aspiraciones republicanas griegas se frenaron en seco. Francia, Rusia y el Reino Unido suscribieron el Protocolo de Londres,
 por el cual la Constitución griega se anulaba y la independencia de 
Grecia dependía de su protección. Además, el territorio que los griegos 
consiguieron fue bastante inferior de lo que aspiraban a lograr.
En definitiva, la independencia de Grecia fue un éxito relativo.
 Aunque consiguieron deshacerse del yugo otomano, no fueron capaces de 
disponer de un gobierno liberal, tal y como querían. La intromisión de 
las potencias europeas les forzó a adoptar un sistema monárquico que 
duraría varias décadas. En comparación con las demás Revoluciones de 
1820, la de Grecia fue la más exitosa, ya que al menos lograron mantener su independencia frente al gran Imperio Otomano.
http://redhistoria.com/la-guerra-de-independencia-de-grecia-en-1821/#.VM0gxy7uGnM

 
   
  


 
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