Un libro de
horas (también denominado horarium; livre d'heures [livr 'dœr]) es uno de los
más comunes manuscritos iluminados de la Edad Media.
Estos libros no son otra cosa que un devocionario compuesto por salmos y otros
rezos de la liturgia diaria, calendarios y textos referidos a la vida de santos
y de la Virgen María. Muy frecuentes en los siglos XIV y XV por encargo de
nobles y reyes (son por lo tanto, obras únicas), son manuscritos caracterizadas
por la rica y profusa iluminación y ornamentación que acompaña al texto.
Cada libro de horas es único, debido a que es un manuscrito elaborado en
exclusiva para una persona en concreto (generalmente de la nobleza), este tipo
de documento suele contener textos de rezos,salmos, así como
abundantes iluminaciones, todo ello haciendo siempre referencia a la devoción
cristiana.
Su nombre proviene de una época en la
que las horas canónicas determinaban las reglas para el rezo de ciertas
oraciones en ciertos momentos del día (hay que tener en cuenta que no había
medios mecánicos para marcar el tiempo). Eran pues, métodos estandarizados para
organizar la vida a lo largo del día, pautando con la máxima precisión las
actividades laborales, los rezos y en su caso, lo que hoy conocemos como ocio y
que tienen su origen en el cristianismo primitivo. Aquellos deseosos de seguir
el ejemplo de la clase religiosa encargaban libros de oraciones para seguir esta
norma, apareciendo así “Los Libros de Horas”. Estos libros llegaron a ser
objetos de uso cotidiano, de lectura acostumbrada entre la nobleza y la
burguesía de buena parte de la Europa cristiana, imponiendo su lectura unas
pautas rituales de carácter ejemplar que intentaban seguir mediante el rezo de
las horasGradualmente estos libros se fueron convirtiendo en símbolos de status
que en cierta forma, indicaban la riqueza del propietario (en ocasiones
incluyendo retratos de familia o registros visuales de las posesiones).
Estos libros pese a su carácter fueron perseguidos por la Inquisición. Así,
en 1561 un oficial en Sevilla preguntó que se debía hacer con los numerosos
libros que había reunido durante una de las habituales “redadas”. Entre ellos
dijo al inquisidor, se encontraban un buen número de hermosos libros de horas
que fácilmente podían ser expurgados. “Quemarlos” fue la respuesta de la
Inquisicion. ¿Y las Biblias?, “quemarlas”. ¿Y los libros de medicina?”
...”quemarlos todos”.
ORGANIZACION DEL LIBRO DE HORAS
En su forma originaria, un libro de
horas debería contener un contenido texto agrupado para cada hora
litúrgica del día, pues este es el origen del nombre dado este tipo de
manuscrito.
Frente al anonimato general en los libros litúrgicos, en los Libros de Horas
suele estar presente el mecenas por medio de los escudos de armas en las páginas
iniciales o bien justo después del Calendario.
Se inicia con el Calendario que fija las grandes fiestas litúrgicas y los
santos más importantes, más las de los propios de cada región o país. Así a
veces encontramos miniaturas alusivas a los trabajos agrícolas propios de cada
mes o estación y en los libros más notables encontramos signos zodiacales. Así
sucede con el famoso “Les Très Heures du Duc de Berry” en el que cada miniatura
zodiacal ocupa toda una página.
Las Horas Marianas:A continuación siguen
las Horas de la Virgen (muy extensas generalmente). El texto era el mismo para
todos los dias del año y concluye con los Siete Gozos de María. Las escenas son
las habituales: La Anunciación a la hora de Maitines, la Visitación que
corresponde a la hora Tercia, la Epifanía que correspondería a la hora Sexta, la
Presentación en el templo a la hora Nona; la Huida de Egipto a la de Vísperas,
la Coronación de la Virgen por último a la hora de Completas.
Estas Horas
incluye los quince Salmos de Grados; Las Horas de la Cruz, las del Espíritu
Santo, las de la Pasión, los siete salmos penitenciales, las letaniías de los
santos donde están los más socorridos como San Miguel, el Angel de la Guarda,
San Pedro y San Pablo, San Juan Bautista y los Apóstoles, el Oficio de los
Muertos, los sufragios de los santos y otros elementos secundarios.
Otras características
Ya hemos dicho que muchos de los libros de horas están abudantemente
iluminados, todos ellos forman un apartado importante del archivo histórico de
la vida de los siglos XV y XVI así como una fuente
de iconografía del cristianismomedieval. A finales del siglo XV se empezaron a
imprimir diversos libros de horas con ilustraciones xilografiadas. Algunos son
tan hermosos que parecen haber sido hecho para contemplarlos en lugar de para
ser usados. De hecho, en alguna ocasión el mecenas aparece arrodillado orando
pero su mirada no está en el libro abierto sino que contempla alguna imagen
devota que contempla la escena.
Uno de los libros de horas medievales más famosos y uno de los más iluminados
es el 'Très Riches Heures iluminado en algún instante entre
1412 y 1416 en Francia por los hermanos van Limburg, miniaturistas deJuan, Duque
de Berry. De hecho, la producción de tales libros fue realizada principalmente
en Europa del Norte y central, París y los Países Bajos. A finales del siglo XV
se hicieron ejemplares ricamente iluminados en estilo flamenco y renacentista.
Están escritos en letra gótica caligráfica, muy cuidada. Su tamaño suele ser muy
reducido: Doceavo, octavo o a lo sumo, cuarto mayor. Durante mucho tiempo, estos
libros representaron en la Europa tardomedieval y del Renacimiento el primer y
único ejemplo de libro manuscrito de pequeño formato.
Los ejemplares españoles son pocos. Destacan el Libro de Horas de Isabel la
Católica, el Libro de Horas del Marqués de Dos Aguas. La misma reina Isabel
tenía muchos libros de horas y otros misales y salterios que se describen en el
catálogo de libros y en los inventarios de la testamentería.
EL LIBRO DE HORAS DE ISABEL LA CATOLICA
Se conserva en la Real Biblioteca de Madrid. Contiene 3487
ilustraciones y es una obra maestra de la miniatura flamenca. Perteneció a su
suegra, Juana Enríquez y después de disfrutarlo la propia reina Isabel lo heredó
su hija Juana.
Está encuadernado en piel de cabra marrón oscura sobre
tabla, aunque ha perdido los cierres de latón. Está decorado en estilo mudéjar
gofrado con doble orla concéntrica rectangular, separada por filetes y rellena
de anillos entrelazados dorados y decorados con puntos. El lomo tiene cinco
nervios y los entrenervios están cubiertos por cenefas de anillos entrelazados.
Está fechado en los últimos años del siglo XV o principios del XVI. Por
desgracia el libro ha perdido gran parte de sus miniaturas y de sus textos. En
algunas hojas aparecen anotaciones de sus anteriores propietarios como “Don
Francisco de Carvajal, caballero del ávito de Santiago” o “Librería del
Noviciado de la Compañía de Jesús de Madrid”. Posteriormente se incorporó a la
Biblioteca de las Cortes, pasando a la Real Academia de la Historia en 1850.
LAS MUY RICAS HORAS DEL DUQUE DE BERRY
Jean
de Berry (1340-1416), fue un noble que siempre amó los lujos, la música, la
literatura y la pintura.
Gran mecenas, el duque de Berry, compró numerosos libros y
obras de arte y mantuvo una permanente fiebre constructora de palacetes y
castillos. Su principal maestro de obra era Guy de Dammartin. Pero también
estuvo rodeado de pintores y escultores.
Amante de los libros, trajo a iluminadores italianos para mejorar su
biblioteca. En ésta era posible hallar obras de Aristóteles, de los clásicos
latinos y abundantes novelas de caballería, amén de un centenar de libros de
piedad, entre ellos quince libros de horas.
En 1404 los hermanos Herman,
Paul y Johan oriundos de Nimega, Holanda pasaron al servicio del duque Jean I de
Berry, hermano del muerto Felipe. Su primer encargo ya había sido iluminar un
precursor Libro de Horas, hoy conocido como Belles Heures du Duc de Berry. La
parte más antigua de este libro fue realizada por Jean Noir, discípulo de
Pucelle, entre 1372 y 1375; luego lo siguió Jacquemart de Hesdin. No obstante,
los hermanos Limbourg lo continuaron y acabaron. Hoy esa obra se conserva en The
Cloisters del Metropolitan Museum of Art en Nueva York. La obra fue finalizada
en 1409 para gran satisfacción del duque Juan I de Berry, que entonces les
encargó un proyecto más ambicioso a los hermanos Limbourg, que sería “Las muy
ricas horas del duque de Berry” (Très Riches Heures du Duc de Berry), que es
considerado en general como la última gran iluminación medieval, el Rey de los
manuscritos ilustrados y el libro más valioso del mundo, que se conserva bajo el
código Ms.65 del Museo Condé en Chantilly, Francia.
Los tres hermanos -Paul, Jean y Hermann-
desaparecieron en 1416, el mismo año que su mecenas. Así, las hoy
conocidas como
my ricas horas del Duque de Berry quedaron inacabadas. Un artista sin
identificar (posiblemente el gran Barthélemy van Eyck) trabajó en las
famosas
miniaturas del calendario entre 1438 y 1442, reflejando una inspiración
diferente aunque también refinada. Finalmente llegó el manuscrito a
finales del
siglo XV a la casa de Saboya. Fue entonces, hacia 1485, cuando Carlos
I de Saboya encargó aJean Colombe, pintor de renombre de Bourges y
último gran miniaturista que diera Francia, la continuación del trabajo
de iluminación del
libro. Finalmente Jean Colombe, nacido y muerto en Bourges, terminaría
“Las muy
ricas horas”, hacia 1485.
Una vez terminada la obra, sus avatares materiales fueron incontables. Cuando
murió Margarita de Austria, gobernadora de los Países Bajos, en 1530, el códice
fue entregado Jean Ruffaut, tesorero general del mismísimo Emperador Carlos V.
Durante el siglo XVII la pista del códice se pierde, y en el siglo siguiente se
añade al libro el escudo de armas de los Spínola, ilustre familia guerrera de
los Países Bajos. De allí fue de un propietario a otro a lo largo y ancho de
Europa, hasta terminar siendo propiedad del Barón Félix de Margherita residente
en Turín. El Duque de Aumale, que supo de su existencia casi por casualidad
mientras viajaba por Europa, quedó entusiasmado por él y lo llevó a Inglaterra
para luego regresar con él a Chantilly, cerca de París, donde hoy se conserva en
la prestigiosa Bibliothèque du Château de Chantilly.
La obra
consta de 206 folios iluminados con 131 miniaturas, cerca de 300 capitales
doradas, 1800 molduras y texto escrito en latín. Sus dimensiones son 294 por 210
milímetros. Sus miniaturas están consideradas como unas de las mejores
representaciones de la pintura gótica internacional, a pesar de su pequeño
tamaño.
Posiblemente los folios más famosos del libro de horas son los que hacen
referencia al calendario, lo que resulta bastante inusual en un libro de horas.
Esto es debido a que en este caso, los hermanos Limbourg construyen imágenes de
página entera en las que las labores tradicionales se suceden frente a
magníficos paisajes. En cada uno de éstos aparece uno de los famosos castillos
propiedad de Berry o del rey francés. En la media luna que corona las esquinas
superiores de las ilustraciones puede verse a la deidad planetaria que gobierna
cada mes así como el correspondiente signo del zodiaco.
http://www.todolibroantiguo.es/libros-raros/libros-de-horas.html
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