Las novelas de
León Tólstoi son obras extensas,
polifacéticas y complejas. El gran número de
personajes de sus novelas y sus interacciones tienden a veces a
confundirnos. Para evitar esta confusión es preciso
analizar la novela Ana
Karenina, que es una de las mejores novelas psicológicas
de León Tólstoi y es un verdadero retrato de la
Rusia del siglo XIX.
Liev Nikoláievich Tólstoi, hijo de un
terrateniente, el conde Nicolás y de la princesa
María Volkonski, nació el 9 de septiembre de1828 en
Yasnáia Polaina, en las tierras que su familia
tenía al sur de Moscú. Influido
por el pensamiento de
Jean Jacques Rousseau
abandono los estudios , marchándose entonces a
Yasnáia Polaina, donde residió una temporada
totalmente retirado. Este primer periodo de soledad voluntaria
fue también su primer periodo de escritor. Obedeciendo a
las instigaciones de su hermano Nicolás, oficial del
Ejército, entra en la carrera militar, siendo nombrado
oficial de artillería. Al estallar la guerra de
Crimea pidió ser destinado a aquel ejercito. Allí
en contacto con los cosacos, estos se convertirían en
protagonistas de una de sus mejores novelas cortas Los Cosacos.
Tólstoi regresó a San Petersburgo se sintió atraído por la educación de los campesinos. Durante sus continuos viajes visitó escuelas alemanas y francesas, y más tarde abrió en Yasnáia Polaina una escuela para hijos de campesinos en la que aplico sus métodos educativos.
La obra de Tólstoi es extensísima y muy polifacética, escribió también muchos ensayos entre los que destaca ¿Qué es el arte?, que es una condena de casi todas las formas de arte, tanto clásicas como modernas, de la que no se salva ni siquiera sus propias obras, a las que consideró dirigidas exclusivamente a una élite cultural.
Después de los ensayos, retornó a la narrativa, y escribió numerosos cuentos de carácter edificante, situados en escenarios rurales, que se publicaron en un volumen Historias para el pueblo. Escribió asimismo obras decididamente moralizantes en cuanto al contenido, destinadas a lectores cultos, en las que se permite una gran creatividad. La mas conocida es La muerte de Iván Ilich , en la que describe la conversión de un hombre a punto de enfrentarse a su propia muerte.
A los 82 años, cada vez más atormentado por sus criterios éticos y sus contradicciones con su propia forma de vivir, añadido a sus continuas peleas con su mujer, se marchó de casa a escondidas en medio de la noche, acompañado por su médico y la menor de sus hijas. Tres días mas tarde, cayó enfermo de neumonía y, el 20 de noviembre de 1910, murió en una remota estación de ferrocarril.
Anna Karenina,constituye una de las mejores novelas psicológicas de la literatura moderna. En esta obra Tolstói, con sus métodos creativos realistas hace fácil para el lector la visualización del ambiente donde se desarrolla la obra. Con estos métodos León Tolstói logra una impresionante descripción del conflicto interior de la protagonista de la novela.
La novela es considerada una de las obras cumbres del Realismo. Para Tolstói, Anna Karénina fue su primera verdadera novela. La apariencia física del personaje que da nombre a la obra parece estar inspirada en María Hartung (1832–1919), la primogénita del poeta ruso Aleksander Pushkin. Poco después de conocerla en una cena, Tolstói comenzó a leer la prosa de Pushkin, y tuvo un efímero sueño con "un aristocrático codo desnudo", que probó ser el primer acercamiento al personaje de Anna.
Tólstoi regresó a San Petersburgo se sintió atraído por la educación de los campesinos. Durante sus continuos viajes visitó escuelas alemanas y francesas, y más tarde abrió en Yasnáia Polaina una escuela para hijos de campesinos en la que aplico sus métodos educativos.
La obra de Tólstoi es extensísima y muy polifacética, escribió también muchos ensayos entre los que destaca ¿Qué es el arte?, que es una condena de casi todas las formas de arte, tanto clásicas como modernas, de la que no se salva ni siquiera sus propias obras, a las que consideró dirigidas exclusivamente a una élite cultural.
Después de los ensayos, retornó a la narrativa, y escribió numerosos cuentos de carácter edificante, situados en escenarios rurales, que se publicaron en un volumen Historias para el pueblo. Escribió asimismo obras decididamente moralizantes en cuanto al contenido, destinadas a lectores cultos, en las que se permite una gran creatividad. La mas conocida es La muerte de Iván Ilich , en la que describe la conversión de un hombre a punto de enfrentarse a su propia muerte.
A los 82 años, cada vez más atormentado por sus criterios éticos y sus contradicciones con su propia forma de vivir, añadido a sus continuas peleas con su mujer, se marchó de casa a escondidas en medio de la noche, acompañado por su médico y la menor de sus hijas. Tres días mas tarde, cayó enfermo de neumonía y, el 20 de noviembre de 1910, murió en una remota estación de ferrocarril.
Anna Karenina,constituye una de las mejores novelas psicológicas de la literatura moderna. En esta obra Tolstói, con sus métodos creativos realistas hace fácil para el lector la visualización del ambiente donde se desarrolla la obra. Con estos métodos León Tolstói logra una impresionante descripción del conflicto interior de la protagonista de la novela.
La novela es considerada una de las obras cumbres del Realismo. Para Tolstói, Anna Karénina fue su primera verdadera novela. La apariencia física del personaje que da nombre a la obra parece estar inspirada en María Hartung (1832–1919), la primogénita del poeta ruso Aleksander Pushkin. Poco después de conocerla en una cena, Tolstói comenzó a leer la prosa de Pushkin, y tuvo un efímero sueño con "un aristocrático codo desnudo", que probó ser el primer acercamiento al personaje de Anna.
Aunque muchos críticos calificaron la obra en el momento de su publicación como un "romance de alta sociedad", Fiódor Dostoyevski
declaró que era una "obra de arte". Vladimir Nabokov secundó esta
opinión, admirando sobre todo la "magia del estilo de Tolstói" y la
figura del tren, que se introduce ya en los primeros capítulos (los
niños jugando con un tren de juguete), desarrollada en capítulos
siguientes (la pesadilla de Anna) hasta llegar al majestuoso final.
Anna Karénina fue una dama de la alta sociedad rusa, casada con un funcionario de San Petersburgo, que llegó a Moscú con una misión especial. Su hermano, Esteban Oblonsky, le pidió que le ayudara hacer las paces con su esposa, Dolly, que acababa de enterarse de que él le había sido infiel con la institutriz de los niños. Durante el camino Ana conoció a una señora que iba a Moscú a visitar a su hijo, que era el conde Wronsky. En la estación del ferrocarril Anna conoce al conde Wronsky, el cual le atrajo desde el primer instante y éste en ese momento quedó perdidamente enamorado de Anna.
Después de arreglar los problemas familiares de su hermano Anna se marchó a San Petersburgo para evitar el incremento de los celos de Kitty, la hermana de Dolly, quien estaba enamorada de Wronsky. Éste al enterarse de que Anna se había marchado a San Petersburgo decidió ir detrás de ella en el mismo tren, donde se encontraron y él le hizo su declaración de amor. Anna trató de rechazarlo, deseando controlar los sentimientos de amor despertados por él en ella.
En San Petersburgo, Wronsky siguió buscando el amor de Anna, la cual tiempo después se lo concedió. En esos momentos la pasión desenfrenada de ambos no tenía tiempo ni lugar y por eso buscaron cualquier instante para encontrarse. Esa relación existente entre ambos no pasó desapercibida en la sociedad, lo que hizo que Karenin, el esposo de Anna, sospechara del romance. Karenin decidió enfrentar la realidad, preguntándole a Anna si existía algo entre ella y el conde Wronsky, a lo cual ella le respondía con evasivas.
Tiempo después, Anna quedó embarazada de Wronsky y esto la sumió en un estado de profunda depresión. Karenina le contó a su amante sobre su estado y las preocupaciones con respecto a la reacción de Karenin a la hora de enterarse. El conde al ver su estado de angustia le propuso a ella un plan de fuga pero ésta lo rechazó. Meses después Anna dio a luz a una hermosa niña. El parto fue sumamente difícil y Anna quedo a la merced de la muerte y pensando en su cercano encuentro con Dios, Anna le pidió perdón a su esposo, el cual se lo concedió.
Después de mejorarse Anna, Wronsky, ella y la niña se fueron de viaje al extranjero y vivieron una temporada en Italia. Algunos meses después ellos regresaron a Rusia y se instalaron en el campo, donde vivieron un tiempo. Durante esa época las preocupaciones de Anna y Wronsky sobre su estado social y legal fueron en aumento. Hasta que el conde pidió al hermano de Anna que estaba de visita en su casa, que hablara con Karenin sobre la posibilidad de un divorcio y la restauración de los derechos legales de Anna sobre su hijo Sergio.
Esperando el divorcio los protagonistas de la novela se marcharon a San Petersburgo, donde se desencadenaron los celos y la crisis neurótica de Ana. El silencio de Karenin agravó la crisis emocional de ella. Durante esa penosa estancia en la ciudad, el amor desenfrenado que Anna sentía por Wronsky se convirtió en una obsesión enfermiza, ya que a cada instante que él no se encontraba con ella, se lo imaginaba con otra mujer.
Finalmente, sin esperar la respuesta de Karenin ellos decidieron marcharse al campo, pero antes Wronsky tuvo que ir a ver a su mamá. Esto enloqueció a Anna ya que creía, que estaba con otra mujer, ayudado por su madre. Karenina decide ir a la casa de la vieja condesa para confirmar sus sospechas, las cuales no tenían base alguna ya que el conde le era fiel a su amor y ella era la única mujer de su vida. Durante el viaje hacia la casa de la madre, Anna seguía abrumada con sus pensamientos negativos acerca de que la vida para ella no tenía valor alguno y que Wronsky ya no la quería. En una de las paradas que hizo el tren, Anna baja pensando en su situación y concluye que la única salvación para ella era la muerte. Y al pensar eso, caminó lentamente hacia la vía del tren, donde se inclinó hacia las fauces de la locomotora, la cual terminó cruelmente con su existencia. Cuando Wronsky se enteró del accidente, se quedó muerto en vida por el impacto emocional y decide abandonarlo todo marchándose a la guerra. Y como una paradoja de la vida, la mujer que este rechazó por Anna, Kitty, vivió felizmente con su esposo, Levine, rodeada del cariño que este le brindaba y que Wronsky le negó.
La obra además sirve de exponente para Tolstói al realizar una gran crítica en contra de la aristocracia de la época, en la cual se pueden ver varios personajes representando antivalores, y mostrando una hipocresía general dentro del selecto círculo de la sociedad rusa.
Además resulta evidente, al comparar la biografía del autor con el tortuoso devaneo mental que sigue su héroe, entiéndase Lyovin, para llegar a la felicidad completa, que la crítica resulta también en una autocrítica, que avanza repasando la vida del autor, desde su juventud, bastante liberal en lo que a valores se refiere, hacia su adultez y madurez, donde, al igual que Lyovin, encuentra aquello que no encontró nunca en los placeres con los que se divertía la aristocracia rusa (la ópera, las tertulias sociales, incluso al concierto con música de Wagner, que le resulta incomprensible, por citar algunos ejemplos).
Su héroe personifica además su propio encuentro con la fe verdadera; Lyovin había alcanzado a su corta edad todo lo que podía desearse en aquella época: una buena posición social, bienestar económico, un matrimonio alegre y beneficioso y la paternidad en el cúlmine del amor familiar. Pese a esto, no lograba encontrar aquella felicidad que con tanto esmero buscaba, esa felicidad espiritual y sobre todo consigo mismo, que lo llevó a realizar las diversas empresas de su vida, pero que sólo alcanzó cuando su línea de pensamiento, habiendo divagado por la ciencia, la filosofía y la política, lo llevó finalmente a Dios. Posiblemente esta metamorfosis ideológica que se opera en Lyovin, no es sino el reflejo de lo que ocurrió a Tolstói mismo y que una vez superada, al igual que lo hace Lyovin, descubre y critica en los otros todas las carencias espirituales que él ha conseguido por fin llenar.
Además de ser una novela que trata sobre el amor de una mujer y un hombre, "Anna Karenina" transmite los pensamientos filosóficos del León Tolstói. Las inquietudes espirituales de Levine, sus preguntas sin respuestas, su ateismo y luego su religiosidad son un claro ejemplo de eso.
Al leer esta obra maestra del realismo, se conoce en detalles la Rusia del siglo XIX. Las costumbres de las personas que constituía la alta sociedad, de las tradiciones del pueblo ruso. Se observa el contraste entre la nobleza y el pueblo, la explotación y la desigualdad que imperaba en Rusia de aquella época.
"Anna Karenina" es como viajar en el tiempo y en el espacio, pues al terminar de leer este libro se siente la sensación de haber estado en Rusia en aquella época y haber presenciado la acción de la novela.
GUERRA Y PAZ...
Es considerada como la obra cumbre del autor Leon Tolstoi junto con su otro trabajo, Anna KaréninaAnna Karénina fue una dama de la alta sociedad rusa, casada con un funcionario de San Petersburgo, que llegó a Moscú con una misión especial. Su hermano, Esteban Oblonsky, le pidió que le ayudara hacer las paces con su esposa, Dolly, que acababa de enterarse de que él le había sido infiel con la institutriz de los niños. Durante el camino Ana conoció a una señora que iba a Moscú a visitar a su hijo, que era el conde Wronsky. En la estación del ferrocarril Anna conoce al conde Wronsky, el cual le atrajo desde el primer instante y éste en ese momento quedó perdidamente enamorado de Anna.
Después de arreglar los problemas familiares de su hermano Anna se marchó a San Petersburgo para evitar el incremento de los celos de Kitty, la hermana de Dolly, quien estaba enamorada de Wronsky. Éste al enterarse de que Anna se había marchado a San Petersburgo decidió ir detrás de ella en el mismo tren, donde se encontraron y él le hizo su declaración de amor. Anna trató de rechazarlo, deseando controlar los sentimientos de amor despertados por él en ella.
En San Petersburgo, Wronsky siguió buscando el amor de Anna, la cual tiempo después se lo concedió. En esos momentos la pasión desenfrenada de ambos no tenía tiempo ni lugar y por eso buscaron cualquier instante para encontrarse. Esa relación existente entre ambos no pasó desapercibida en la sociedad, lo que hizo que Karenin, el esposo de Anna, sospechara del romance. Karenin decidió enfrentar la realidad, preguntándole a Anna si existía algo entre ella y el conde Wronsky, a lo cual ella le respondía con evasivas.
Tiempo después, Anna quedó embarazada de Wronsky y esto la sumió en un estado de profunda depresión. Karenina le contó a su amante sobre su estado y las preocupaciones con respecto a la reacción de Karenin a la hora de enterarse. El conde al ver su estado de angustia le propuso a ella un plan de fuga pero ésta lo rechazó. Meses después Anna dio a luz a una hermosa niña. El parto fue sumamente difícil y Anna quedo a la merced de la muerte y pensando en su cercano encuentro con Dios, Anna le pidió perdón a su esposo, el cual se lo concedió.
Después de mejorarse Anna, Wronsky, ella y la niña se fueron de viaje al extranjero y vivieron una temporada en Italia. Algunos meses después ellos regresaron a Rusia y se instalaron en el campo, donde vivieron un tiempo. Durante esa época las preocupaciones de Anna y Wronsky sobre su estado social y legal fueron en aumento. Hasta que el conde pidió al hermano de Anna que estaba de visita en su casa, que hablara con Karenin sobre la posibilidad de un divorcio y la restauración de los derechos legales de Anna sobre su hijo Sergio.
Esperando el divorcio los protagonistas de la novela se marcharon a San Petersburgo, donde se desencadenaron los celos y la crisis neurótica de Ana. El silencio de Karenin agravó la crisis emocional de ella. Durante esa penosa estancia en la ciudad, el amor desenfrenado que Anna sentía por Wronsky se convirtió en una obsesión enfermiza, ya que a cada instante que él no se encontraba con ella, se lo imaginaba con otra mujer.
Finalmente, sin esperar la respuesta de Karenin ellos decidieron marcharse al campo, pero antes Wronsky tuvo que ir a ver a su mamá. Esto enloqueció a Anna ya que creía, que estaba con otra mujer, ayudado por su madre. Karenina decide ir a la casa de la vieja condesa para confirmar sus sospechas, las cuales no tenían base alguna ya que el conde le era fiel a su amor y ella era la única mujer de su vida. Durante el viaje hacia la casa de la madre, Anna seguía abrumada con sus pensamientos negativos acerca de que la vida para ella no tenía valor alguno y que Wronsky ya no la quería. En una de las paradas que hizo el tren, Anna baja pensando en su situación y concluye que la única salvación para ella era la muerte. Y al pensar eso, caminó lentamente hacia la vía del tren, donde se inclinó hacia las fauces de la locomotora, la cual terminó cruelmente con su existencia. Cuando Wronsky se enteró del accidente, se quedó muerto en vida por el impacto emocional y decide abandonarlo todo marchándose a la guerra. Y como una paradoja de la vida, la mujer que este rechazó por Anna, Kitty, vivió felizmente con su esposo, Levine, rodeada del cariño que este le brindaba y que Wronsky le negó.
La obra además sirve de exponente para Tolstói al realizar una gran crítica en contra de la aristocracia de la época, en la cual se pueden ver varios personajes representando antivalores, y mostrando una hipocresía general dentro del selecto círculo de la sociedad rusa.
Además resulta evidente, al comparar la biografía del autor con el tortuoso devaneo mental que sigue su héroe, entiéndase Lyovin, para llegar a la felicidad completa, que la crítica resulta también en una autocrítica, que avanza repasando la vida del autor, desde su juventud, bastante liberal en lo que a valores se refiere, hacia su adultez y madurez, donde, al igual que Lyovin, encuentra aquello que no encontró nunca en los placeres con los que se divertía la aristocracia rusa (la ópera, las tertulias sociales, incluso al concierto con música de Wagner, que le resulta incomprensible, por citar algunos ejemplos).
Su héroe personifica además su propio encuentro con la fe verdadera; Lyovin había alcanzado a su corta edad todo lo que podía desearse en aquella época: una buena posición social, bienestar económico, un matrimonio alegre y beneficioso y la paternidad en el cúlmine del amor familiar. Pese a esto, no lograba encontrar aquella felicidad que con tanto esmero buscaba, esa felicidad espiritual y sobre todo consigo mismo, que lo llevó a realizar las diversas empresas de su vida, pero que sólo alcanzó cuando su línea de pensamiento, habiendo divagado por la ciencia, la filosofía y la política, lo llevó finalmente a Dios. Posiblemente esta metamorfosis ideológica que se opera en Lyovin, no es sino el reflejo de lo que ocurrió a Tolstói mismo y que una vez superada, al igual que lo hace Lyovin, descubre y critica en los otros todas las carencias espirituales que él ha conseguido por fin llenar.
Además de ser una novela que trata sobre el amor de una mujer y un hombre, "Anna Karenina" transmite los pensamientos filosóficos del León Tolstói. Las inquietudes espirituales de Levine, sus preguntas sin respuestas, su ateismo y luego su religiosidad son un claro ejemplo de eso.
Al leer esta obra maestra del realismo, se conoce en detalles la Rusia del siglo XIX. Las costumbres de las personas que constituía la alta sociedad, de las tradiciones del pueblo ruso. Se observa el contraste entre la nobleza y el pueblo, la explotación y la desigualdad que imperaba en Rusia de aquella época.
"Anna Karenina" es como viajar en el tiempo y en el espacio, pues al terminar de leer este libro se siente la sensación de haber estado en Rusia en aquella época y haber presenciado la acción de la novela.
GUERRA Y PAZ...
Argumento
“Guerra y paz” , es un clásico de la literatura universal
cuya lectura no defrauda , es insuperable, y cuya fama hace justo honor
a su grandeza. La Guerra y la Paz es considerada como la obra cumbre
del autor junto con su otro trabajo, Anna Karénina.
Las mil historias que se desarrollan en sus páginas, la hondura de los
planteamientos morales o sociales que se plantean, embargan al lector,
lo elevan en un torbellino que sólo lo devuelve al suelo al concluir la
última página. La guerra y la paz,
es sin lugar a dudas una obra cumbre de la literatura universal que se
vale del símbolo en medio de un realismo detallado. Su contenido
trasciende la historia del pueblo ruso al transmitir mensajes
profundamente universales.
La acción de la novela transcurre entre 1805 y1820. “La Guerra y la paz” narra las vidas y vicisitudes de los componentes de varias familias aristocráticas rusas ,
durante las guerras napoleónicas. El libro alterna la descripción de la
brillante pero tal vez vacía vida de la aristocracia moscovita y
peterburguesa: las cenas, los bailes, las partidas de caza, con la dura
pero feliz vida en el frente, con precisas descripciones de las batallas
de Austerlitz y Borodinó.
De tono épico heroico constituye una mirada a la sociedad rusa
durante la época de la invasión napoleónica. Por una parte acomete la
empresa de retratar a una serie de personalidades históricas entre ellos
el propio Napoleón
Bonaparte o el emperador Alejandro Pavlovich y por otro crea vivísimos
personajes de ficción. A través de finas caracterizaciones tanto físicas
como psicológicas Tolstoi retrata no tipos sino caracteres
profundamente humanos en sus virtudes y defectos. Además el escritor
asume en su obra el relato de batallas importantes y, lo que es vital,
retrata la vida aristocrática tanto familiar como cortesana,
esencialmente a través de dos familias contrastantes los Rostov y los
Bolkonski. Pierre constituye el vínculo entre estas dos familias
opuestas en sus temperamentos y visiones del mundo, es así símbolo del
mundo sencillo y esencia del alma rusa.
Naturalmente, la novela va más allá de la mera descripción costumbrista y brillan en ella las disquisiciones morales, a veces puestas en labios de los personajes, a veces en boca del propio autor. Agrada la mezcla acertada de cierto pesimismo que transpiran los personajes, que se muestran insatisfechos, desilusionados, incluso cínicos; con la idea de que a pesar de todo, la esperanza subsiste y el hombre jamás se puede librar de ella, pues siempre, entre las ruinas de sus ilusiones, encuentra los materiales con los que construir ilusiones nuevas. Junto a los personajes de ficción, a los que se considera tradicionalmente como auténticos sostenes de la trama, aparecen numerosos personajes históricos, menos definidos y quizá menos «humanos»: el emperador Napoleón I, el emperador ruso Alejandro I y el general Kutúzov.
Importancia de la novela
En capítulos de hondura filosófica Tolstoi reflexiona agudamente
acerca del significado de los procesos históricos y el lugar del hombre
en estos. Según él, las motivaciones anónimas protagonizadas por las
masas, así como los pequeños actos de heroísmo personal pueden ser más
determinantes en el devenir de una guerra (o de la historia) que los
actos promovidos por los líderes reconocidos.
Pese a mostrar los espantos de la guerra y una fina conciencia de
las faltas humanas es La guerra y la paz una obra de gran optimismo
contraria así a Ana Karenina donde la heroína sucumbe asfixiada por las
convenciones de su tiempo. Obra de hondura dialéctica desde su mismo
título, La guerra y la paz, permite apreciar como la muerte en su
inminencia devela el sentido y la belleza de la vida.
Carácter antibelicista de la obra
Resalta en esta obra el marcado carácter antibelicista de la misma.
Tolstói conoció de primera mano las miserias de la guerra y tanto en
“Guerra y paz” como en otras obras, plasmó la idea de lo atroz de
enfrentar hombres contra hombres en aras de unas ideas que ni sus
propios promotores alcanzan a comprender.
En la novela, Tolstói promulga la idea de que toda la historia de
la humanidad es fruto del más puro azar. Las grandes batallas que el
autor describe son igualmente fruto del azar y su explicación sólo puede
ser dada a posteriori, a la luz de los acontecimientos ya acaecidos.
Entonces es cuando los generales y próceres de la patria arriman el
ascua a su sardina para dejar constancia de su saber hacer y conseguir
medallas y méritos. Para Tolstói, los verdaderos héroes de toda guerra
son los soldados anónimos que pusieron sus vidas en manos de la fortuna
para el desarrollo del acontecer histórico, que sangraron, sudaron y
temblaron, pero de cuyos esfuerzos la Historia no tomará constancia.
http://www.monografias.com/trabajos10/anak/anak2.shtml
http://www.ecured.cu/index.php/La_guerra_y_la_paz
http://www.ecured.cu/index.php/Anna_Kar%C3%A9nina
http://www.ecured.cu/index.php/Anna_Kar%C3%A9nina
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