lunes, 16 de julio de 2018

GREGORIO MARAÑÓN Y LA ESPERANZA ANTE LA CRISIS DEL SIGLO XX (I DE II)




Ya bien entrado en la madurez,Marañon se llamó a si mismo "oficiante incansable en la gran religion de crear esperanzas":Pero la entrega entusiasta a tal oficio,¿quiere decir que quien lo practica sea necesariamente hombre esperanzado?.
En principio,no.Por la razón que sea,uno puede entregarse generosamente a la tarea de crear esperanzas,aunque en su fuero interno haya perdido las que trata de infundir a los demás.Recordemos el caso del protagonista de San Manuel Bueno,mártir,acaso el mas hermosos de los relatos de Unamuno. Otros hay como él (menos mártires,tal vez) en la vida real.Pero no fue este el caso de Gregório Marañón como creador de esperanzas.En todos los ordenes de la existencia humana fue hombre esperanzado
Muy claramente vivió Marañón el hecho de existir en el seno de una profunda crisis histórica,la tercera en la historia del mundo occidental,y a sus ojos consistente,como las otras dos,en la mezcla de una desazón angustiosa y un presentimiento.La angustia de la Roma de Séneca tenía como causa la ya iniciada decadencia del mundo antiguo, y como horizonte un vago presentimiento de la novedad que iba a traer consigo el cristianismo.La desazón que sienten las almas europeas al término de la Edad Media era a la vez hastío de la cultura medieval y presentimiento de América,un secreto anhelo de la ya próxima integridad planetaria ; con él se mezclaba la íntima apariencia de una vida regida por la Razón y el Progreso,los dos grandes mitos históricos de la Europa ulterior al Medioevo ; y a favor de uno y otro ,la creciente ilusión de convertir el planeta en un confortable y definitivo Paraíso . Pero en el siglo XX, concluye Marañón,esos ideales se evaporan , se debilita o se pierde la fe en la Razón y el Progreso , y una nueva angustia y un nuevo presentimiento se adueña de las almas . Por tercera vez en su historia, el mundo occidental entra en crisis.
Puntual y sumariamente enumeraré las notas que Marañón discierne en la estructura de la desazón del siglo XX :
1...Desorden moral: insensibilidad frente a la injusticia,crisis del sentimientos del deber. Marañón denuncia los atropellos "que se ejecutan en un vacío de sanción por parte de la sociedad" y ve como el "ansia desmedida de los derechos arranca el sentimiento del deber"
2...Pánico del instinto de la especie,por tanto descenso de la natalidad.
3...Quiebra de la fe en en valor absoluto de la ciencia y declinación del arte. 
4...Cambio profundo en el modo en cuanto a los instintos fundamentales ,pérdida del terror mítico a la muerte,cambio de aptitud frente a la enfermedad,sustitución progresiva del mando como función instintiva por el mando como instrumento objetivo de la ordenacion racional de la vida pública.
5...Ligero sentimiento de angustia ante el presente,angustia que no surge ante la nada,como Heidegger, y que no pasa de ser,según la bella fórmula de Marañón," una penosa nostalgia del bien que no se ha llegado a conocer".
En el presentimiento de este bien,se integran,a su juicio,los momentos siguientes :
 A- Paz,como resultado de la definitiva fusión del Viejo y el Nuevo Mundo, y como definitiva liberación del pánico que sufre el instinto de la especie.Una paz basada en la inteligencia y el amor,no en un pacto táctico,mas proxima a la eirene de los griegos que a la pax de los romanos.
 B- Creciente importancia de la ciencia,sin desmesura ni beateria, en la configuración de la vida humana.
 C- Nueva idea de Dios y renovada penetración de la fe religiosa en la vida histórica del hombre."Un anhelo secreto hacia la divinidad se advierte en casi todo el movimiento intelectual del mundo moderno" ,escribía Marañón en 1930 ; y a través de tantas y tan graves catástrofes,ésta siguió siendo su convicción íntima hasta la muerte.
Asi entendió Marañón la crisis del siglo XX.De tal situación histórica se sintió hijo y a ella estuvo vinculado su "patriotismo del tiempo" (su amor al presente) y su "patriotismo de la patria".Nunca fue nostálgico del pasado,aunque de el amara y admirara épocas y figuras;nunca, por otra parte,fue nostálgico del futuro,como los doctrinarios del progresismo.Con reposo clásico unas veces,con romántico arrebato otras,en todo momento amó el presente,su presente, y prefirió la inquietud de ser en él esperanzado y animoso a a la imaginada perspectiva de un futuro placiente y reposado.Un dia de julio de 1950.su pluma,para efusión o para diversión,dejaba la prosa por el verso,escribió este revelador poema confesional :
Yo solamente deseo
ser siempre el que ahora soy.
Mi día mejor es hoy,
mi mejor mundo el que veo.
Amo a todo en lo que creo
a lo humano y lo divino.
Y adoro todo camino 
sin saber a donde van,
y llamar al pan,el pan,
 y llamar al vino,el vino...

Desde este declarado amor a a su presente conoció y vivió Marañón la crisis del siglo XX, y desde el vivió y formuló su esperanza en su mundo,el mundo occidental.Como europeo,como occidental ¿que esperaba Marañón y de que modo esperaba?.
Esperaba según su fórmula,ese "bien que no se ha llegado a conocer",integrado por los concretos bienes antes expuestos. Y lo esperaba conforme a lo que él tan profundamente era y tan reiteradamente dijo ser : un liberal intimamente fiel al modo mas radical y mas noble de entender el liberalismo.
Ante una situación vital compleja (escribió) hay tres modos cardinales de afrontarla: la resolución univalente (la rápida elección de una determinada respuesta,entre varias posibles) ,la duda ( la metódica y ponderativa vacilación mental ante la pertinencia de cada una de ellas) y la ambivalencia (la simultánea inclinación del ánimo hacia las que en tal situación entran en juego) ¿Cual es la mejor? " Para la eficacia ",responde Marañón ,"el mejor es el hombre resuelto.Intelectualmente ,el mejor es el hombre que duda ( y que desde la duda,sabe buscar la verdad) .Y moralmete ,acaso el hombre ambivalente quizás sea el mejor". 
¿Por que? Porque la actitud ambivalente supone la comprensión de la razón del ser de las dos o mas aptitudes contrapuestas ante las que la ambivalencia surge.Ella es,en consecuencia,el nervio psicológico del liberalismo,entendido como disposición anímica y moral, y no como doctrina económica o política.De ahi el destino triste del liberal cuando la vida colectiva se arremolina o,mas levemente,cuando la vida histórica entra en crisis.Elocuentemente descubre Marañon ese trance: "Cuando hay que elegir entre uno y otro lado de la barricada,el liberal,no sabe lo que hacer.No porque ignore,como el hombre que duda,donde está la razón,sino porque no alcanza a quitar la razón del todo a nadie,ni darla a nadie por entero...Por eso en los dos lados,le miran con desconfianza.Muchas veces,desde ambos lados le lapidan". Tal fue su caso durante nuestra guerra civil y su inmediata postguerra.Con su anverso de gloria y su reverso de miseria,concluye " La ambivalencia del liberal equivale a generosidad"¿Que cabe hacer en tal situación? ¿Inclinarse por la abstención total? ¿Dejar que la crisis o el conflicto sigan su curso y evadirse hacia lo que en el propio presente sea grato,o al menos tolerable? .No.Siempre cabe vivir con dignidad,hablar con la libertad de que se disponga o callar haciendo que sea significativo el silencio,trabajar con empeño y ambición,mostrar con la propia conducta que es posible una correcta solución del conflicto...y saber esperar. Porque "a costa del dolor del liberal el mundo avanza,sin que alcancen a despeñarlo la extremosidad de los impulsos y la duda cautelosa de los tímidos".
Cada uno en su situación y a su personal modo,asi vivieron y esperaron los hombres del pasado que mas expresamente admiró Marañón (Vives,Erasmo,Feijoo,Jovellanos...);asi tantos mas, después de la Revolución francesa, y asi el propio Marañón, a la vez que conquistaba la serenidad y la tenue melancolía a que llegó,siempre dentro de la crisis de su siglo,en los últimos años de su vida.

Bibliografia:
Pedro Lain Entralgo "Esperanza en tiempo de crisis" (Galaxia Gutemberg)      
 

             

  

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